Yo no lo esperaba, pero fue el mejor polvo que tuve
📋 Lecturas: ️
⏰ Tiempo estimado de lectura: min.
Mi nombre es Sofía, tengo 26 años, mido 1.61 y mis medidas son 87, 65, 90, tengo el pelo negro y largo y los ojos color miel, soy muy juguetona y tengo una gran imaginación, así que mis relaciones nunca son aburridas, esto ocurrió mientras salía en secreto con Andrés (27), el mejor amigo de mi hermano mayor, al que conoció en las pruebas de natación que ambos practican.
Llevábamos unas semanas saliendo y esta iba a ser “la noche”, yo tenia todo preparado, seria en el apartamento que yo compartía con mi hermano (que estaba de vacaciones) y había arreglado todo para su llegada, chocolate, fresas, velas, en fin, todo era perfecto y me había tomado varias copas de vino para entrar en ambiente antes de que llegara
Él llegó a las 8:10, llevaba puesta la camisa que le di y unos pantalones negros, olía a loción, mientras que yo tenia puesta mi ropa interior negra y encima un Bay doy blanco, los dos parecíamos sacados de una película porno gringa.
No dijo hola, sino que me tomo por la cintura y me beso, yo le quite la camisa y los pantalones, los dos estábamos ardiendo, él me quitó el Bay doy y miro encantado mi ropa interior, nos seguimos dando apasionados besos en el camino a la sala, donde yo había organizado todo, él desabrochó mi brassier y se deleito tocando mis pechos, yo gemía de placer, el cogió un poco de chocolate con una cuchara y lo derramo en mi pecho, empezó a lamerlo con avidez, yo sentí mi minúscula tanga humedecerse mientras mi excitación crecía, entonces el dejo de lamer el chocolate y me quito la única prenda que me quedaba, yo hice lo propio y vi por primera vez su cuerpo desnudo, y que cuerpo!!! Mi mirada se dirigió a su portentoso instrumento que agarre con ganas de apropiármelo, acerque mis labios a su bien erecto pene y pude percibir el tenue olor que siempre nos vuelve locas.
Abrí mi boca todo lo que pude y albergue la mayor parte de su herramienta en mi boca, empecé a juguetear con mi lengua, a meter y sacar su miembro, sus gemidos aumentaban y sus manos buscaban mi cuerpo, entonces escuchamos un ruido, mi hermano abrió la puerta riendo mientras hablaba por un pequeño celular, yo grite y agarre desesperadamente mi Bay doy, que al ser transparente poco ocultaba, Dani nos miro sorprendido y apago su celular sin despedirse, Andrés escondió su desnudez detrás de mi, yo le grite a mi hermano que se volteara, pero el estaba tan bravo que empezó a gritarnos
– Pero que es lo que creen que están haciendo? Andrés vos te vas ya!.
Yo me enoje y grite:
– El no se va para ningún lado, el que se va eres tu, se suponía que llegabas la próxima semana.
– Y eso que tiene que ver, como me hiciste esto Andrés? Si vos sois como mi hermano!.
La pelea siguió por un rato, pero el volumen de voz de mi hermano bajaba notablemente, me di cuenta que me miraba mucho, sentí el alcance de mi desnudez, Andrés también se dio cuenta de la mirada de su amigo y una sonrisa cómplice surgió en su cara, mi hermano se callo totalmente y sentí su mirada en mis pecho, pude ver que su pantalón se abultaba considerablemente en su entrepierna, me asusto sentir cuanto me excitaba mi hermano en ese momento.
– Sofi – dijo de pronto suavemente – Perdóname pero yo no me voy de aquí, no te voy a dejar sola con este animal.
– Entonces quédate.
Me sorprendí a mi misma diciendo, seguí con mi recién adquirida locura.
– Por qué nosotros vamos a seguir en lo que estamos, tu veras si te vas o te quedas, pero nadie va a estar vestido adentro de esta casa.
Los dos me miraron sorprendidos pero al mismo tiempo, pude ver que a ambos les había agradado la propuesta, Andrés se moría de ganas de terminar lo que había empezado y Daniel de empezar lo que el otro no había acabado, yo solté el inútil Bay doy y me levante, me acerque a Daniel.
– Y bien hermanito – dije apretándome contra su fornido cuerpo – tu decides.
Cogí su mano y la puse sobre mi pecho, entonces yo sabia que los tres estábamos tan excitados que nada nos podía parar, mi hermano acerco su cara a la mía, estaba a punto de besarme pero se contuvo un poco asustado por lo que había estado a punto de hacer.
– Sofi, vístete ya.
– Me visto se me dejas darte un beso – el efecto del vino que me había tomado tenia el control.
– Sofi no, vos…
Pero era demasiado tarde, mi boca acallo el resto de sus palabras, cogí una de sus manos y la puse en mi desnudo trasero, el dejo inmediatamente de poner resistencia y se dejo llevar por las ganas que tenia.
Andrés estaba un poco molesto por que me había olvidado de él, así que se acerco y me jalo hacia el por la cintura, mi hermano se empezó a desvestir mirándonos todo el tiempo, Andrés me tendió en el suelo y empezó a acariciar mis piernas, empezando por el pie y subiendo lentamente hasta llegar a mi húmedo sexo, abrió los labios suavemente y empezó a acariciar mi clítoris, mientras tanto mi hermano, ya completamente desnudo se acerco a mi, me beso apasionadamente de nuevo y agarro mi mano y la dirigió a su ferviente pene, al tocarlo sentí un poco de remordimiento por hacer esto con mi hermano, pero el tamaño de su miembro prometía tantas delicias que ignore mi conciencia, le empecé a hacer una paja rápida y el empezó a gemir, mientras tanto Andrés empezó a meter un dedo adentro de mi vagina, luego dos, luego tres, yo estaba al borde del orgasmo y Andrés aprovecho para meter su pija donde antes tenia sus dedos, Dani tembló un poco, gimió mas duro y exploto en mi mano, yo tome lo que había caído en mi y lo lamí disfrutando el incestuoso placer que me producía, Andrés aceleraba la velocidad de sus estocadas y los dos terminamos juntos.
Andrés se sentó a un lado para recuperarse y Daniel aprovecho para ponerme en cuatro patas, acerco su miembro ya recuperado a mi trasero y lo penetro lentamente, dolía un poco al principio, pero después me encanto, llego hasta tocarme el trasero con los testículos y empezó a moverse, adelante, atrás, adelante atrás, el termino antes que yo, pero al sentir la leche caliente adentro de mi estalle también, mientras tanto Andrés se quedo dormido, a causa del vino.
Yo estaba acostada en el piso y Dani me abrazo por la espalda acariciando dulcemente mis senos, el efecto del vino estaba pasando y cada minuto era más conciente de que era mi hermano quien me estaba tocando, de pronto un remordimiento terrible me invadió, me sentí fatal, me di la vuelta para decirle algo pero al abrir la boca mis palabras quedaron acalladas por sus labios y olvide todo lo que quería decir.
– Sofi – me dijo el entonces – te quiero.
Me desperté llorando y mi hermano vino a ver si estaba bien, estaba muy preocupado, me pregunto que me pasaba, si me podía ayudar en algo.
– Tranquila – me dijo – solo fue un sueño.
Mis sollozos se hicieron aun mayores y el dijo: Sofi tranquila, te quiero mucho.