Vi como un hombre maduro se cogía a mi primo

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En ese tiempo yo era súper inocente, no sentía ningún morbo y aún no despertaba a mi sexualidad, pero una tarde todo cambió.

Eran vacaciones de final de año y cómo no teníamos colegio era costumbre que mis hermanos, primos y yo nos fuéramos a pasar los 2 meses y medio a casa de los abuelos, quienes vivían  en una ciudad del interior del país.

Mi abuelo tenía una hacienda ganadera dedicada a la producción lechera, ésta quedaba a unos 10 km de la ciudad y cada mañana mi abuelo se levantaba muy temprano para poder llegar a los establos para poder estar presente a la hora del ordeño, en la Hacienda se quedaba todo el día, supervisando trabajos, a mi me gustaba acompañarlo y a veces algunos de mis primos también lo hacían, pero la mayoría de veces preferían quedarse en casa por no madrugar, ya que había que levantarse a las 4:00 de la mañana.

Un día  unos toros peleando en un corral, derribaron una galera y hubo que llamar al señor encargado de mantener en buen estado las edificaciones en la Hacienda, así como en la casa, este señor era un maestro de obra, tenía su grupo de ayudantes que le colaboraban con albañilería, carpintería y todo lo relacionado con la construcción. Así que aprovechando que iban a levantar la galera que habían dañado los toros, mi abuelo también le encomendó hacer algunos arreglos a la casa principal, ahí pasaron días trabajando.
En un cuarto que estaba sin amueblar y que se encontraba al fondo de la casa, habían almacenado todos los materiales de construcción, específicamente las bolsas de cemento.

La casa era la típica casa de estilo romano, con área construida a los 4 lados dejando un amplio patio central que estaba repleto de flores, arbustos y algunos cítricos, justo por donde se encontraba la habitación con los materiales de construcción había un árbol de mandarina y yo esa tarde decidí ir a cortar algunas, pero cuando me iba acercando, escuché ruidos y voces, me acerqué lo más que pude y vi que la puerta estaba con aldaba por dentro, me quedé escuchando y claramente se oía como alguien se quejaba, pero eran unos quejidos raros que no parecían de dolor.

Mi curiosidad fue tanta que probé abrir la puerta de la habitación continua y esta si estaba sin aldaba entré y cómo estás habitaciones se comunicaban por medio de una puerta al centro de la pared que las separaba, me fui caminado pegadito a la pared para no ser visto, me coloqué lo mejor que pude para ver lo que estaba pasando, pero las bolsas de cemento que estaban apiladas al lado de la habitación casi no permitían ver, pero finalmente gracias a estas mismas que me sirvieron de escondite pude ver en primera fila como Adolfo ( que así se llamaba el maestro de obra ) tenía a mi primo bien trabado y la imagen que vino a mi  mente fue la de cuando un toro monta a una vaca y me excitó mucho.

De inmediato sentí una gran erección ( yo aún no me masturbaba ) oía cómo mi primo le decía — ay Adolfo ya no — y Adolfo le contestaba —esto quería ahora aguantela—y seguía dándole al ratito le decía mi primo — ay Adolfo que gran vergota la que tenés—y Adolfo le contestaba —- si y es suya, cada centímetro de verga que tengo es suyo—- si le decía mi primo — mi culo es tuyo Adolfo metemela hasta al fondo —- y Adolfo seguía dándole duro por que hasta se oía como que aplaudían al choque de sus cuerpos.

De repente mi primo empezó a gemir más fuerte y a decirle a Adolfo que le diera más duro que se estaba viniendo y Adolfo le dio más duro y unos segundos más tarde también él estaba gimiendo por que se había venido dentro del culo de mi primo.

Para mi sorpresa cuando terminaron Adolfo camino en dirección donde yo estaba por qué justo ahí había dejado su ropa, yo estaba agachado y vi cuando se ponía el calzoncillo también pude ver que aún que ya no estaba erecto, tenía una gran riata bien gruesa, me había visto pero se hizo el desentendido.

Cuando era hora de marcharnos yo notaba que mi primo estaba muy nervioso pero no me decía nada ni yo a él … fue hasta que estábamos de vuelta en la casa después de cenar que me llamó y me dijo que Adolfo le había contado que yo los había visto cogiendo, yo le dije que si que los había visto pero que no iba a contárselo a nadie, pero que la próxima vez quería ver bien, me dijo que le iba a preguntar a Adolfo a ver si él quería y así fue le preguntó, pero Adolfo le dijo que no, que yo no estaba para andar viendo esas cosas, yo seguía insistiendo y los espiaba a ver en qué momento se iban otra vez a la habitación pero pasaron varios días y nada, hasta que mi primo me reclamó que dejara de espiarlos que Adolfo ya no quería que se siguieran viendo, por que así como yo me había dado cuenta alguien más lo podía hacer y si llegaba a oídos de mi abuelo, el problema sería grande.

Así que yo que quería verlos coger de nuevo, un día  fui donde Adolfo estaba armando unas varias para columnas y le dije que quería ver cómo se cogía a mi primo que yo les iba avisar si alguien se acercaba, le dio una risita pícara y me dijo —- quiere ver cómo ocupo de mujer a su primo? — si le dije, hoy cuando se vallan a descansar  los otros trabajadores— está bien, dígale a su primo que en  la habitación lo espero — pero está vez quiero ver bien todo le dije yo—- si va a ver bien me dijo él.

Ahí estaba Adolfo esperándonos y solo entramos se bajó el pantalón y le agarró la cabeza a mi primo y lo bajó a nivel de su verga y se la metió en la boca y mi primo empezó a succionar, se me vino a la mente un ternero prendido en la teta de una vaca ( no sabía que esto era parte de tener sexo) se la puso bien parada, era tremenda verga la que tenía Adolfo y mi primo se atragantaba mamando se veía que le gustaba .. después de un rato se desnudaron y mi primo sacó de la bolsa del pantalón un pequeño frasco  metálico que contenía vaselina, le embadurnó toda la verga con vaselina y se puso él en el culo y luego le paró las nalguitas a Adolfo para que lo penetrara y entonces este le puso la cabeza de la verga en la extradita mientras se la agarraba del tronco y se la empujaba, poco a poco fue entrando y mi primo empezó a quejarse y a decirle — ay Que verga más grande, sos un caballo — y el le contestaba — si mi amor soy tu caballo — y así se decían cosas hasta que le entró toda.

Empezó Adolfo a darle duro sin ninguna compasión, mi primo se agarraba del dintel de una ventana y Adolfo se la dejaba ir con todo… yo cuando veía como rebotaban los grandes huevotes de Adolfo me entraron ganas de tocárselos y sin pensármelo más se los toqué… Adolfo se sorprendió se la sacó un poco  del culo a mi primo y me dijo — si quiere tocarla, tóquela pero solo eso. Se la sacó toda para que yo se la tocara … y mientras se la tocaba y se la apretaba, le decía yo a mi primo que como hacía para aguantar semejante animala? ….y entonces Adolfo contesta …es que yo ya llevo más de dos años de ser el marido de su primo, en las vacaciones de hace dos años el no paraba de arrimarme las nalguitas y de insistirme que lo cojiera que finalmente no me quedó otra que descorcharlo por si me daba unas grandes calentadas cuando se me restregaba las nalguitas en la verga… y yo seguía tocándosela y entonces me dice—- y si me la sigue agarrando así como la está agarrando también a usted lo voy a desvirgar y se va hacer adicto a las vergas grandes y bien tragona como su primo….

Venga me dijo bájese el pantalón solo se la voy a pasar por las nalguitas para que vea lo que se siente y yo le obedecí, me baje el pantalón y el empezó a sobarme las nalgas con su verga y me iba buscando la rayita, me abrió las nalguitas y me me recorría con la cabeza de la verga y se detenía en mi hoyito y ponía un poquito de presión y seguía deslizándola de arriba a abajo a mi me están gustando mucho pero de pronto … ya estuvo dijo mi primo, el no está preparado para que lo cojas y con esa gran verga .. veni para acá que aquí está tu culo el que te podes coger  como te gusta y le puso el culo y el solito se ensartó de un solo empujón en la verga de Adolfo…..

Mi primera experiencia no fue con Adolfo fue 2 años más tarde con profesor del colegio que también la tenía bien grande … creo que verle esa gran verga a Adolfo y ver como mi primo la gozaba determinó mi gusto por las vergas grandes.

Dynamo

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