Me pasó hace una semana y podría ser el guion de una porno.
Llevaba casi un mes sin sexo. Trabajo corrigiendo exámenes por lo que me he pasado casi todos los días de enero en el cuarto que alquilo, tratando de concentrarme a pesar del calor infernal y de mi vecino.
Chúpame el güeeeevoo canturrea mientras cuelga su ropa lavada.
No puedo concentrarme. Me lo imagino metiendo los brazos en una batea de agua fría, mientras yo estoy sancochándome en el aire denso, casi irrespirable. Chúpame el güeeevo. Saco la cabeza por la ventana y lo mando a callar.
A esta hora no hay casi nadie en el edificio. El fresco sigue cantando, así que bajo y le toco la puerta. La puerta se abre y me recibe un moreno en shorts deportivos y sandalias.😉
¿Quieres usar el caño? me pregunta de frente. ¿Qué?, le contesté sin entender. Tú vives al fondo en el piso de arriba, ¿no? les han cortado el agua, me recordó. Lo había olvidado por completo.
Si necesitas algo, dale no más, me ofreció amablemente. Sí, gracias le acepté ya que no podía ir a entregar los papeles corregidos sin ducharme antes. ¿puedo usar la ducha? le pedí.😁
Sí, dale no más reiteró, señalando con una mano la puerta del baño… pero yo no pude evitar fijar la vista en su otra mano con la que se estaba acomodando el bulto en la entrepierna. Con ese short se le marcaba más.
¿Necesitas algo más?, me preguntó en buen son, con cara de buen samaritano. Creo que soy yo quien debería preguntarte eso, te debo una. ¿Una qué? Te debo una, o sea, un favor. Ah ya se rio. Yo pensé que me estabas ofreciendo una y me hizo un gesto con la cabeza.
¿Una qué?😋
Se acercó y me sopló la respuesta en el oído, al tiempo que sentí algo caliente apuntándome en el estómago. Instintivamente, mi mano trató de apartar eso que me estaba presionando el abdomen. Tenía su pinga ahorcada en mi mano, como una pitón sujetada justo detrás de la cabeza.
Está bien, le acepté. Una mamada y ya.
Él se sacó la verga por encima del elástico de su short. La verdad es que me morían ganas de ver cómo la tenía. Siempre usaba esos shorts de tela delgada y aunque eran algo holgados, me daba la impresión de que algo grande colgaba bajo ellos.👀
Era verdad. Tenía la verga de dos colores. Era más blanca cerca de la cabeza o, mejor dicho, menos oscura que el resto de su cuerpo. Dale, me apuró y yo cumplí con mi parte. Se la chupé un buen rato hasta que se cansó. Ufff, me hacía faltaba una buena mamada.
Luego, se guardó la pinga, me mostró la ducha y me explicó que había dos llaves pero solo una funcionaba.
Ok, pensaba ducharme con agua fría de todos modos, le agradecí. Me quité la ropa y me metí a la ducha. Al salir me di cuenta que no tenía con qué secarme. Sonó la puerta. 😜
Creo que te hace falta algo, bromeó. Por la prisa se me olvidó, le contesté. Ya entra, lo apuré. Abrió la puerta y pasó, pero no traía una toalla. Tenía en sus manos un preservativo. Lo miré primero a los ojos y luego al bulto en su entrepierna y luego de nuevo a él. Entra, le repetí.
Se bajó el short hasta los talones y me acorraló en la ducha. Me metió su verga entre las piernas. Era tan larga que sentía su cabeza en mis nalgas. Ven siéntate, me dijo mientras se ponía el condón. Tenía la verga como un poste.
Yo me puse encima de él. Él con sus manos me abrió bien las nalgas para pudiera meterla. Así, bebe. Ve bajando despacito, siéntate de a poquitos.😁
No la metas. No la voy a meter, baja tú despacito, está más gruesa. Sí bebe esa parte es más gruesa, pero después vas a ver que facilito te entra al final.
Efectivamente, llegó un momento en el que resbalé hasta llegar al final. Mis ojos estaban a la altura de los suyos. Él me sonrió y yo le sonreí de vuelta. Ahora comienza lo bueno, me aseguró con una sonrisa prometedora.👣
Me hizo la mejor follada de mi vida. Su tremendo paquete entraba y salia de mi hasta hacerme llegar al orgasmo. Luego de eso me fui a mi piso y siempre que recuerdo su verga enorme se me moja el coño.
By: Natsu
Deja un comentario