Una fantasia hecho realidad, convertirme en un cornudo
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No se cuando pasó realmente pero me hice adicto a los relatos eróticos de internet hasta llegar a pasarme horas buscando relatos y fantasear con ellos. En algún momento, no se cuando, comencé a fantasear con convertirme en un cornudo. Soñaba cada noche a mi mujer en manos de otros hombres, a solas y en algunas oportunidades participaba yo como esclavo de ambos o solo de mi esposa.
En las noches, comencé a compartirlo con ella, en tono fantasía, creía yo, pero, lentamente se convirtió en una obsesión que hacia que cada noche con mi esposa, yo hablará solamente de esto en lugar de disfrutar del amor que sentía y siento por mi esposa, lo que llevaba, claro, a discusiones con ella.
Al tiempo, de tanto insistir, mi esposa comenzó a acompañarme en esas fantasías, sin el animo de hacerlas realidad nunca, pero ella me amaba y me “soportaba” mi adicción. Al hacer el amor, en lugar de hablarle del placer que me causaba estaba con ella, le hablaba y le pedía que me dijera que estaba soñando o deseando algún otro hombre. Sin saberlo, estaba causándole a ella un daño, ya que ella aunque no aceptaría algo así, no crítica a quienes lo hacen. Simplemente no lo comparte. Es una gran mujer.
Mis fantasías, en las que mi mujer estaba involucrada, llegaron a un personaje en especial, llamémosle JUAN, que tenia contacto diario con ella y que no le gustaba demasiado, pero a raíz de mis fantasías, llego a interesarle pero no más que eso. Hasta ahí era casi un juego.
Pero lo más grave de todo empezó hace más de seis meses. Por razones de trabajo tuve que trasladarme al exterior quedando mi mujer en Argentina. Obviamente la distancia además de los sentimientos, afecta la parte sexual de una pareja y si es verdad que ambos somos “eróticos practicantes” Fue entonces cuando mi obsesión, “enfermedad”, hizo que creará la situación más macabra que pude elucubrar en toda mi vida.
Para mantener ese “erotismo” e incentivarlo, cree un personaje con una cuenta de internet e invité a mi esposa por mail a chatear. Como yo sabia, ella no le gustaba chatear pero poco a poco fuimos intercambiando información yo, desde mi personaje de internet y mi esposa.
Obviamente la conozco y se sus puntos débiles y fuertes. Conozco que le gusta y que no le gusta en la vida y en el sexo. Se como reacciona a cada actitud de la otra persona. Así que se fue creando más y más una relación estrecha entre mi personaje, llamémosle JOSE y ella.
Su honestidad sin igual hacia que ella me contará sus “aventuras virtuales” con JOSE y yo, desde mi papel de esposo, insistía con mis fantasías de saber que había estado en la cama con otro hombre. Todo esto había comenzado, pensé yo, como un juego y que lo cortaría sin mayores problemas.
Llegue a comprar un conjunto de ropa interior y enviárselo a la casa para que ella lo usara y me lo mostrará a mi, como esposo, y que me dijera que se lo había regalado su amante virtual. Hice investigaciones sobre como se vestía, que hacia, adonde iba ella, para poder, desde mi papel de JOSE, hacerle ver que la vigilaba y la deseaba.
Pero, poco a poco, paso algo que no estaba previsto y es que mi mujer se enamoró de ese JOSE virtual que escribía en forma romántica, que la escuchaba y que la deseaba como una mujer sensual y erótica. Mi esposa empezó a escribir en forma erótica cosas que como esposo jamás hubiera escuchado pronunciarle ni en sueños. Empezó a tener todas las sensaciones que cualquier ser humano tiene cuando se enamora. Si, tal vez la lejanía con su esposo, ayudo a esa sensación de soledad y permitió que esa puerta se abriera imprevistamente e inesperadamente, para los dos.
Obviamente mi esposa quería ver a JOSE y era obvio que José no podía presentarse, ya que yo era José, pero en los chats, comencé a relacionar y a dejar pensar a mi esposa sin confirmarlo nunca, que en realidad el que chateaba era ese personaje cercano de mis fantasías con ella, que mencione al principio. Ella comenzó a relacionar a este personaje JUAN, con el cual su marido fantaseaba y JOSE que escribía como realmente lo que era y es, un enamorado de su esposa, pero enfermo de una adicción. Esa combinación entre realidad (JUAN) y fantasia/erotismo/sensualidad (JOSE) fue explosiva.
Quise cortar esta relación entre JOSE y mi esposa pero cada vez era mas difícil no solo por mi parte sino por ella. Sus mails pidiendo verle, diciendo que se había enamorado y que quería estar con el, jugaban duramente en mi cabeza. Mi adicción hacia que me excitará y mi corazón hacia que me deprimiría a niveles que nunca pensé que llegaría, hasta el punto de asustarme y sentir que la perdía. Llorar en las noches pensando en que ella ya no era mía y que era así, en parte por mi culpa. Pensé alguna vez en matarme por esto.
Estuve mucho tiempo tratando de inventar una salida de JOSE de la vida de mi esposa y por otra parte, como ella, seguía compartiendo conmigo sus “aventuras virtuales” era como un laberinto sin salida. Hasta que se me ocurrió inventar que la razón por la cual JOSE no se presentaba era que era Gay y que disfrutaba haciéndose el “macho” en Internet. Aunque la inteligencia de mi esposa en todo esta aventura estaba a la vista. Ella sentía en todo momento, y me lo preguntaba a cada rato, que yo era JOSE y que todo era un invento mío. Muchas cosas no le cerraban. Siempre tuvo un sexto sentido para todo y eso la hace la mujer más interesante del planeta. Ahora ella siente cariño por ese muchacho gay y en lugar de querer ir a su cama quiere ser su amigo. Solo ella es así.
Bueno, esto no es un relato erótico normal y tampoco refleja exactamente los sucesos ya que como comprenderan no quiero dar pistas a nadie sobre nosotros, pero si es la confesión de un esposo que ya no sabe que hacer para salir de esto y volver a tener a su mujer como antes. He ido a psicólogos para ayudarme a entender y creo que algo han ayudado. Se que mi esposa leerá esto y se enojará a niveles que solo yo conozco pero se que ella no puede odiar, no esta en su naturaleza. Ella es tan sensual y erótica como naif. Esa mezcla es algo único y que hace que la desee y la ame con todas mis fuerzas. Invente todo esto para a pesar de la distancia estar cerca de ella y para que ella estuviera cerca mío pero nunca pensé que pudiera llegar a lastimarla y es algo que no voy a perdonarme en la vida. Y si ella me perdonara por esto, debería decir que no lo merezco. Quise enamorarla, quise seducirla y me convertí en un ser espantoso y cruel.
Después de leer el relato, no me llames. Seguramente te sentirás herida y sabes como somos los dos cuando hablamos heridos. Solo pensa que lo hice sin querer, con amor y pensando que solo seria una linda historia virtual. Te quiero como el primer día que te vi o aún más porque ahora conozco tus defectos y virtudes.
A partir de ahora, y si me das la oportunidad, acabaremos con todo esto entre los dos y intentaré por todos los medios enamorarte nuevamente y lograr ser el esposo que llene esos vacios y hacerte feliz por el resto de nuestras vidas.
Te quiero
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