Heterosexuales | 889 lecturas |

Una chica de 18 años disfrutando el placer del porno en pareja

Hola, soy una chica de 18 años, quiero contar mi experiencia con mi novio. Mi novio también tiene 18 años, no es porque yo lo diga, pero es guapísimo, es alto, delgado, tiene unos abdominales de muerte, y una polla súper gorda y riquísima con la que me pega cuando se lo pido. En fin, estábamos él y yo aburridos en casa una tarde mientras mi hermana mayor estaba estudiando para un examen de la Universidad, nadie podía molestarnos, entonces le dije:

– ¡Vamos a ver alguna web porno!.

Sabía de sobras que él lo veía, pero nunca me dice nada, le da como vergüenza confesarme ese tipo de cosas:

– Pero Marta, ¿Aquí con tu hermana?.

– Sí.

– ¿Y si entra?.

– No entra

Empezamos a entrar en todo tipo de páginas porno, a mí me gustan sobretodo las de jovencitas, estábamos sentados los dos en la misma silla, y yo detrás de el, y quería tocarle la polla para ver como se pone cachondo mirando coños ajenos, pero para disimular primero le besé el cuello, bajé hasta su polla y ahí estaba, dura como una piedra, tiene una polla súper gorda y le reventaba el pantalón.

– ¿Carlos, esto es por mí, o por la chica esa?.

– Por ti claro.

– Me encantaría ver como las miras como un cerdo mientras te pajeas.

Él siempre se pone colorado cuando le digo guarradas, ésta vez sólo me echó una mirada un poco lasciva y seguimos mirando páginas. Yo le empecé a desabrochar el pantalón

– No empieces, que está tu hermana.

– Es que quiero ver esa polla tan bonita que tienes.

– No seas pesada.

– Tengo ganas de comérmela.

Le desabroché un botón y antes de que me empezara a regañar le tapé la boca con la mano y de mientras le empecé a menear la polla despacito, entonces él se calló del todo, le gusta que se la menee mientras está sentado y despacito, y sobretodo sin apretar. Yo seguía detrás de él besándole y le dije:

– ¿Por qué no me ayudas?

Eso es algo que me encanta, que me mueva la mano mientras le meneo la polla, es como si me diera órdenes de como le gusta que le satisfaga. Ahora tocaba una foto de un negro metiéndole una gigantesca polla a una rubia súper depilada que nos excitó muchísimo, y a la rubia le resbalaban flujos por todas partes, mi novio cada vez estaba más cachondo, me metí el dedo en mi coñito súper húmedo y se lo dí a probar, le encanta, pone una cara de cerdo y obsceno que me encanta, le dí más y más para que se relamiera del gusto, y luego, mientras le tiraba del pelo le dije:

– Pídeme que te le chupe!!!.

Él se levantó de la silla y me puso su mirada más guarra para meterme su gordísima polla en la boca, pero mis planes eran de ser yo la que se lo tenía que currar, le senté me saqué mis tetitas y me levanté para ponerme enfrente de él, mientras me chupaba las tetas y me las tocaba para que los pezones se me pusieran duros, él me miraba y se pajeaba, cuando los tenía bien duritos se los dí a probar para que comprobara el punto exacto, él los lamía y lamía mientras casi me corro del gusto, tiene una lengua prodigiosa. Le puse las tetas en su polla y se la empecé a menear de nuevo, mientras la miraba me metí la polla en la boca, mmmm… ¡Qué perfecta ensalada!, polla, tetas, una boca, y una mano, era una cubana, una mamada, y una paja a la vez.

Él estaba a puntito de correrse, así que salí para que durase mas, me aparte un poco para ver mejor la imagen de mi mano y su polla y él postrado en la silla medio tumbado, con los ojos cerrados y la boca abierta gimiendo y pidiéndome mas, estaba empezando a contonear unas palabras que hace que me ponga como una fiera, y al final las dijo:

– No me dejes así putita!… dame mas si no quieres saber lo que es bueno.

Empecé a meterme sus huevos en la boca y baje hasta su ano con la lengua para dejarle bien empapadito y luego le empecé a hacer la mamada de su vida, es tan gorda y jugosa, mientras le pajeaba con una velocidad pasmosa me acerqué a su oreja y mientras se la chupaba le dije:

– Córrete en mi boca, que te voy a dejar limpito cariño.

Le pasé la lengua por su gigantesco glande mientras le pajeaba con fuerza, me metí su polla en la boca hasta el fondo, me sorprendí como algo tan gordo me entró en la boca, él me tiraba del pelo, y me dijo:

– Mírame a los ojos hasta que me corra, guarra.

Le gusta mirarme mientras le chupo la polla, sé que se siente como el dominante, pero a mí también me gusta sentirme dominada, empezó a morderse los labios y le dije:

– Córrete bien fuerte Carlitos, a ver si sirve para algo todo lo que tienes.

Él se corrió dentro de mi boca y yo me lo tragué todito, está tan rica su lechita me encanta quedarme con ella colgando de los labios, pero él no quiere luego probarla, me encantaría que fuera guarro conmigo porque no lo es, a lo mas que llega es a llamarme su putita, se cansa enseguida del sexo conmigo. Soy bisexual, y siempre le propongo hacer un trío con otra chica, y él me dice que no, me gustaría que me mirara mientras le como el coño a otra o le meto en dedo en el culo, pero él se niega, pero pensad, ¿No es el sueño de cualquier hombre?.

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