Con 26 años, un cuerpo curvilíneo y bien formado, sentí la curiosidad por eso que me había ofrecido Jazmín, esa bella mujer con la que tuve un rico sexo la semana pasada en Madrid.
Viajé a valencia como me había comentado y me acerqué a un galpón en una zona retirada. Golpeé la puerta tres veces y me abrió un muchacho un poco más joven que yo, que me hizo pasar y me dijo que me estaba esperando. Agregó que debíamos pasar a la habitación siguiente y así lo hicimos. 😍
Estaba solo iluminada con un foco medio amarillento. Esperamos un rato, casi sin hablarnos. A los minutos apareció una hermosa mujer, alta y de muy buena figura, vestida con un corpiño y portaligas de cuero negros, que dejaba ver su vagina afeitada.
- Ahora, desnúdense; dejen la ropa allí y pónganse esas ligas en las muñecas. Tú, las rojas y tú las verdes. Desde ahora los llamaremos por el color y harán lo que les digamos.
- Pero?
- Quiso preguntar mi joven acompañante.
- Sí. ¿Lo sé? ¿Interrumpió la mujer? Ustedes cobrarán lo que convenimos.
Cuando escuché eso, recordé que Jazmín había mencionado algo así como un mínimo de 2000 euros y me alegré.
Pasados los minutos, tenía en mis muñecas y los tobillos, las tiras rojas bien ajustadas. 👍
La mujer volvió y nos pidió que la acompañásemos pasando a un salón grande, que tenía luz solo sobre unas tarimas acolchadas, quedando lo demás en penumbra total. No se veía cuán grande era el lugar, pero sospeché que sería un galpón grande. Nos pidió que nos recostásemos cada uno en una tarima, boca arriba y así lo hicimos.
Un hombre muy forzudo que estaba en la parte oscura se adelantó y se me acercó tomándome de las muñecas y enganchándolas a la mesa. Así lo hizo con mi colega también. Luego volvió a mí y levantó mis piernas ajustándolas a dos cables que colgaban del techo. Repitiendo la acción con mi joven acompañante. 😍
Quedé en una perfecta posición en forma de l y con las piernas bien abiertas, un poco levantada la espalda, quedando expuestos mi pene, mis testículos y mi ano también. Sentía una sensación un poco extraña. Algo de pudor, pero también un poco de excitación. Lo último que pude ver fue a la mujer cuando me colocaba una venda en mis ojos.
Escuché pasos en el salón; no veía nada, pero comencé a percibir la presencia de personas a mi alrededor. Nadie hablaba. De repente unas manos se apoyaron en mis nalgas y me las separaron, para luego soltarlas y darme una cachetada atrás. Confieso que me sentí excitado y mi pene comenzó a erigirse un poco. Tragué saliva, pretendiendo relajarme. Otras manos volvieron a tocarme más cerca del ano, mientras mi pecho era acariciado por otras. Algunas creí que eran manos de mujer. De repente un dedo entró en mi ano, al menos un centímetro. 😜
- Ya está bien. ¿Ahora vamos a la mesa de ofertas? Dijo la mujer Mientras sentía que se retiraban todos de allí.
El forzudo me quitó la venda y yendo al otro lado de la mesa, me lubricó un poco y me penetró con un consolador mi ano bien adentro, haciéndome sentir entre excitación y pudor nuevamente.
Miré a mi costado y vi a mi compañero del principio que me mirada, y me comentó que estaba bastante excitado para que empezasen ya. En la otra parte del salón se escuchaba una especie de remate.
Al final, cerraron la subasta, sin entender de qué se trataba.
Unos momentos después se acercaron dos hombres vestidos de traje negro con copas de champagne en la mano. El que se acercó a mi mesa era más bien alto, delgado y bien parecido. 😊
- Bueno, gané yo. ¿Vamos a divertirnos? Me dijo.
Se acercó por el lado de los pies y tocó mi pene con suavidad, desde el ano, pasando por la base de los testículos hasta la punta del pene, lo que me excitó más. Dio la vuelta y se colocó sobre mi cabeza, mirando mi cuerpo entero. Entregó la copa luego de derramar el poco de champagne que quedaba sobre mi cuerpo y se abrió el pantalón. Enseguida sacó su verga y la agitó sobre mi cara. Tenía una buena medida, seguramente más que la mía, pensé. 😂
Se adelantó un poco y me la puso a la altura de mi boca. Casi como un reflejo, sentí ganas de abrir mis labios para recibirla. Nunca había hecho eso, pero la abrí y comencé a lamerla, mientras me penetraba un poco. Sentí un líquido espeso en mi garganta y mi lengua lo acariciaba con gusto.
No puedo decir cuánto tiempo fue, pero aseguro que me gustaba y me la quitó de la boca. Acercó sus labios a los míos, besándome con su lengua e hice lo mismo, compartiendo su sabor con él. 😁
Se quitó la ropa a mi costado, dejando su reluciente y musculoso bello cuerpo a la vista. Fue hacia mis piernas y comenzó a frotarlas suavemente por el interior, hasta llegar a mis testículos. Acercó su rostro y comenzó a chuparlos. Luego bajó a mi ano y sentí cómo su lengua entraba y salía con total comodidad. Mi pene estaba erecto cada vez más y tenía ganas de frotármelo, pero mis manos atrapadas en esos ganchos me impedían hacerlo. Él se encargó de hacerlo, mientras uno de sus dedos me penetraba más.
Volvió hacia mi cabeza y subió a la tabla, me puso su ano en mi boca, mientras fue a chupar con todas sus ganas mi pene, acariciando a la vez todo mi ano y los glúteos. La sensación era tremendamente hermosa. Era la primera vez que sentía esa excitación y quería más. En ese momento quería que me penetrasen ya mismo. Luego volvió a colocar su pene en mi boca y lo chupaba con más pasión que antes. 😘
No sé cuánto tiempo pasó, pero ya era una cosa más rígida, más erecta y jugosa, cuando me la quitó de la cara, se levantó y fue directo con su pene bien erguido, llegó frente a mi ano y lo introdujo suavemente, de a poco, salió un poco y volvió a entrar despacio, repitió el movimiento dos o tres veces hasta que de repente sus testículos ya tocaban mis nalgas.
Me di cuenta de que tenía todo adentro de mí y allí.
Comenzó a ir para atrás y luego para adelante una y otra vez, cada vez con más velocidad, sintiendo el ruido del golpe de su cuerpo en mis nalgas. Mi cuerpo se retorcía de satisfacción; casi pedía a gritos que no parase y siguiese con esa cadencia. Con sus manos frotaba mi pene que estaba bien erguido y duro.
Minutos después siento que estaba terminando, entregando todo su semen caliente en mi interior mientras cesaban los movimientos. Era su clímax y también acabé, gozando al máximo. Me guitó el pene de allí y enseguida lo puso en mi boca, para que chupase lo que seguía saliendo de ese hermoso miembro, aún rígido. 😁
Me soltó los brazos y las piernas, por lo que pude tomar su pene en mis manos y acariciarlo, mientras él tomada el mío. ¿Me dijo humm? ¿Muy bien? Al oído y salió de mi vista. En ese momento, veo que el forzudo estaba llegando a mi mesa y mi acompañante no estaba en su mesa. El forzudo tenía un pene chico y gordo al aire y erecto.
Se acercó y me levantó las piernas como lo había hecho antes, colocándoselas alrededor de su cuerpo, me tomó de los brazos y me llevó para su lado, como si fuese un muñeco. En ese momento aprovechó a penetrarme con su pene y me dio un gran beso que no podía rechazar por la posición en que me tenía atrapado.
Así caminó conmigo hasta más adentro del galpón, ahora iluminado y con un numeroso grupo de personas de ambos sexos, algunos semi desnudos mientras que otros no tenían nada o también algunos arneses de cuero que dejaban ver todo. Se acercó a la cama central y me dejó allí con mi joven amigo de experiencia. Colocó mi cabeza al lado del pene de él y mi pene en la boca de mi colega. Nos dijo que nos chupamos un poco, mientras algunas personas se acercaban y comenzaban a tocarnos por todos lados. 🤣
Uno de ellos me penetró hasta el fondo prácticamente sin avisarme y comenzó a bombear fuertemente. Sentí que acabó dentro de mí, salió e inmediatamente entró otro. Luego me dieron vuelta apoyando mi espalda encima de un muchacho recostado que me penetraba y otro me chupaba con gusto, siempre con alguno o algunos que me ofrecían sus penes para que los chupase.
Le tocó el turno a una mujer
Tendría unos cuarenta y tantos y llevaba un pene colgando. Llegó me abrió las piernas y me penetró con todas sus fuerzas. Tenía buen movimiento, como un hombre, y sus manos acariciaban mi pene hasta hacerme desahogar. 😎🌹
Esa noche me penetraron unas ocho personas y chupé más de veinte penes.
Nunca había pensado que pudiese llegar ese momento, pero no me arrepiento. Fue una experiencia increíble que me gustaría repetir.
Volví al lugar, pero se volvió a poblar de mercaderías. Nadie sabía nada de lo que sucedió esa noche y nunca más volví a saber algo de Jazmín.
By: Veintiseis 🤞
Deja un comentario