Infidelidades | 26.800 lecturas |

Un desconocido folla a mi mujer

Un desconocido folla a mi mujer 2

Un viaje que realizamos en autobús mi mujer y yo fue el mas sorprendente que tuve, ya que la descubrí teniendo sexo en el asiento de adelante. Estamos casados hace unos 6 años y esto sucedió cuando no teníamos buen sexo, muy de vez en cuando cumplíamos con lo nuestro, tal vez una vez a la semana o cada 15 días. Ninguno de los dos es feo la verdad, yo soy delgado, mido 1,90 y rubio, ella pesa unos 58 Ks., mide 1,80 y morocha de ojos verdes. Debido a esto decidimos hacer un viaje a otro lugar para ver si nuestra libido cambiaba, así que reservamos pasajes y hotel y nos fuimos.

Cuando subimos al autobús nos dirigimos a la ultima hilera de asientos, esto ya la habíamos planificado para ver si la idea de hacerlo en un autobús nos estimulaba un poco. Después de una hora de viaje empezamos a charlar sobre nuestros problemas, yo le comente que estaba incompleto al no querer ella hacerlo por el culo por lo que ella me contesto que me olvide de la idea que eso no sucedería nunca, ya que no quería arriesgarse al dolor que pudiera producirle. Con esto termino la discusión, me di vuelta, me puse las gafas de sol y me dormí.
Después de haber dormido una hora mas o menos me despierto y al momento me doy cuenta que mi mujer no estaba al lado mió, estaba sentada en el asiento de adelante con un tipo que no conocíamos, es mas, el tipo debió haber subido en alguna parada del autobús mientras yo dormía ya que no lo vi cuando subimos nosotros.
Estuve a punto de llamarla cuando me salto la curiosidad de porque estaba ahí hablando con un desconocido, así que me calle y me limite a observar que hacia, teniendo en cuenta que ella no veía si estaba dormido debido a mis gafas de sol.

Al cabo de unos pocos minutos veo que ella se da vuela para mirarme, obviamente no descubrió que tras las gafas le estaba observando, así que se dio vuelta tranquilamente y le dijo al tipo:

– Esta dormido, que quieres?

– Me gusta mucho el sexo oral – le dijo el.

– Ok, pero no tardes en correrte porque mi marido se puede despertar y además me avisas antes de correrte en mi boca, eso no quiero – le aclaro ella.

– Pero correrme en tu boca es lo que más me excita, sabiendo que tu marido duerme ahí atrás y que yo se la hago chupar a su mujer me vuelve loco.

– No, eso no, ya te dije que no y en eso no hay discusión.

– Esta bien – asintió el desconforme.

Con esto descubrí que la conversación venia ya de antes debido a que fueron directo al grano. Ella bajo el cierre de sus pantalones, saco su verga y comenzó a masturbarlo un poco para que se le parara del todo. No habrá estado ni un minuto cuando el tipo ya tenía la verga completamente parada. Mi mujer intento agacharse sobre su verga para comenzar a chupársela pero descubrió que estaba incomoda, así que se arrodillo sobre el piso y cuando estuvo a punto de metérsela en la boca el tipo le dijo:

– Subí una pierna al asiento así te puedo tocar.

– Esta bien – le contesto ella y obedeció.

De esta forma ella quedo mostrándome su coño tapado por su braguita y en posición de chupársela a un desconocido total. El tipo no perdió tiempo y cruzo una mano para llegar a su coño y empezar a tocárselo.
En este momento estuve a punto de levantarme para insultarla por tremenda puta, pero la verdad que la situación me había excitado muchísimo y no hice mas que observar y ratonearme. Ella fue directa a su verga y se la introdujo de golpe, el tipo hizo la cabeza para atrás y cerró los ojos, por lo que pude notar que ella lo estaba haciendo demasiado bien. Ella comenzó a subir y bajar su cabeza de su verga mientras el tipo le manoseaba todo el coño, ya tenía su braguita corrida hacia un lado y su vagina quedaba a mi vista cuando era tapada por los dedos del desconocido.

El tipo empezó a decirle cosas como que bien que lo haces, chupala así, etc. Ella interrumpió y le dijo que no gritara que yo me podía despertar o que los demás pasajeros podrían darse cuenta. El con su mano forzó su cabeza hasta llevarla de nuevo a su verga. De nueva ella tenía dentro de su boca una verga totalmente desconocida. Yo estaba tremendamente excitado viendo como por la comisura de los labios de mi mujer había saliva, esa verga que entraba y salí de su boca me hacia ratonear al máximo. El tipo en una de esa le dijo que se corría y ella enseguida saco la verga de su boca y paro de masturbarlo, pero el tipo no se corrió, así que ella comenzó a masturbarlo sin chupársela para no ser sorprendida por un chorro de leche. El dijo:

– No para, sabes que, ahora me gustaría follarte, porque no me das tu coño?

– Estas loco, mi marido duerme ahí atrás, se puede despertar!

– Dale, si no gritas no se va a despertar, aparte no me digas que no te excita la idea?

– Si, me excita la idea pero me da mucho miedo arriesgarme así que…

Ella hizo un silencio pero su vagina húmeda pudo más y decidió aceptar. El contento dijo:

– Sabes que, tengo otra idea, porque no te pones en cuatro patas mirando a tu marido, así disfruto mas de follarme a su mujer.

– Pero… – fue lo que atino a decir ella para luego aceptar sin decir palabra.

Su cara estaba mirándome sin notar que yo la veía perfectamente, estaba en cuanto patas sobre el asiento y el tipo por detrás. Yo no podía ver cuando la penetraba ya que no tenia posición para eso, pero podía observar los gestos de ella. Ella estaba mirándome cuando de pronto vi que sus ojos se cerraron, se mordió el labio inferior y luego abrió un poco la boca demostrando placer, obviamente el desconocido se la estaba follando por completo. Primero empezó suavemente y ella ni se movía, luego que el se excito mas comenzó a moverse mas fuerte y mi mujer tuvo que sostener sus embestidas para no salirse demasiado del asiento. Su cabeza entraba y salía del asiento de las embestidas del tipo, sus gestos decían todo; se mordía, cerraba los ojos, pegaba silenciosos gemidos, se chupaba los dedos. Yo estaba a mil, pero valía la pena. En un momento escuche que el le dijo que ya se corría y ella abrió los ojos y se dio vuelta para mirarlo y le dijo:

– Córrete dentro mió pero no me ensucies.

– Tengo una idea mejor – le dijo el.

– Que idea? – pregunto mi mujer media asustada.

– Ponte en la posición de antes – le pidió el, y ella lo hizo.

El tipo comenzó a masturbarse sin metérsela y ella no producía ningún gesto en su cara hasta que apretó los dientes, frunció el seño y entrecerró los ojos, el tipo se la quería follar por el culo.

– Noooo!!! – le dijo ella lo mas silenciosamente que pudo.

– Que no?!!, si no aceptas despierto a tu marido y yo estoy solo en este autobús, no pierdo nada si el se entera, así que da vuelta tu cabeza y míralo bien mientras te follo el culo.

Ella obedeció, no tenia otra chance y su cara se transformo, le estaba doliendo y mucho, el tipo comenzó a follarle el culo sin piedad aunque no muy rápido. Ella estaba sufriendo muy mucho, su cara la delataba. Sus ojos estaban fijos en mí mientras se esforzaba por no sufrir. En un momento el le cogio su cabello y la penetro de golpe, quedando su pelvis contra el culo de mi mujer, la tenia toda adentro. El comenzó a moverse muy rápido y mi mujer se movía de adelante hacia atrás rápidamente. No pudo soportar el dolor y comenzó a llorar en silencio, sus lágrimas eran muy abundantes así como las embestidas. El tipo la tenia cogida por los pelos mientras la penetraba una y otra vez sin descanso. Mi mujer lloraba y aceptaba los empitonamientos del desconocido. El siguió follandosela por el culo unos 3 minutos más hasta que no aguanto más y se corrió en su culo. Ella estaba totalmente penetrada por el, es estaba quieto detrás de ella pero con su verga completamente introducida en su ano, ella lloro mas y gimió un poco mas alto.

– Me arde, sácala por favor! – le dijo ella.

– Espera, quiero que hasta mi última gota quede dentro tuyo.

Y así fue, se movió unas veces mas el todavía dentro del coño de mi mujer para vaciar todo su semen, luego se la saco del culo y mi mujer enseguida se incorporo para salir de esa posición sumisa, se subió las bragas, se acomodo la ropa y cuando se quiso cambiar de asiento a mi lado el la sostuvo del brazo dijo:

– Espera que me queda algo – ella asombrada lo miro y el se saco con los dedos sus ultimas gotas de semen y se las paso por los labios de mi mujer, ella tuvo arcadas y dio vuelta la cabeza, pero el la sostuvo del cabello y la forzó a tomarse esos restos de leche.

No tuvo opción, se trago esa leche se vino al lado mió en silencio y haciendo arcadas, al cabo de un rato vomito del asco.

Scroll al inicio