Toda la noche cogimos, fue lo mejor

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Comienzo contándoles que es una historia real entre mi pareja y yo, bueno, una de tantas.

Estábamos con mi pareja en una noche como todas, conversando, tomando un trago, tratando de arreglar el mundo y luego después de tanto conversar nos empezó a subir la temperatura, el comenzó a tocarme las tetas, tal como a mí me gusta, jugando con mis pezones, yo acostada en el sillón, comencé a sentir esas cosquillas que me dan en la conchita que dicen que está lista para empezar a mojarse, sentí un calor inmenso que me recorría todo el cuerpo, luego comenzó a chupar mis pezones, rico, muy rico, lo hizo mucho rato, yo ya no daba más, quería que me penetrara, no lo hizo, de hecho me tapó los ojos con una polera, eso fue increíble, sentí cosas inimaginables, mi cuerpo iba a explotar, luego bajó a la concha, jugaba con sus dedos, yo estaba tan mojada que se sentía magnifico, suave, metía un dedo, luego dos, luego me acariciaba, volvía a meter los dedos, me acariciaba los labios y el clítoris, le decía, por favor métemelo y me decía que todavía no, mi cuerpo ardía por dentro, quería más, quería que me lo metiera, yo bajaba mis manos y el me las sacaba, quería jugar solo, yo ya no sabía qué hacer, me sentía excitada a full, luego bajó y me empezó a pasar la lengua en esa concha mojadísima que tenía, me lamía, metía la lengua y la sacaba, ufff? era increíble, luego se paró a mi lado, se sacó su pene y yo lo primero q hice fue tomarlo y meterlo a mi boca, le deseaba, quería chupárselo, mamarlo como nunca lo había hecho, lo metía y lo sacaba de mi boca, le pasaba la lengua lo volvía a meter, lo pajeaba con fuerza, eso más me excitaba, el gemía y gemía y eso más me gustaba, le chupaba los testículos, le pasaba la lengua, sé que eso le encanta, bueno, estuve así un largo rato disfrutando y haciéndolo gozar a el. En un momento me dijo ponte en cuatro, lo hice y por fin me lo metió, fuerte hasta el fondo, lancé un gemido tremendo, lo metía y sacaba de mi concha, yo me sentía a mil, mi cuerpo ardía como nunca, era increíble, me encantaba lo que me hacía, siempre lo hacemos, pero ese día fue distinto, dale papi métemelo fuerte, duro, yo gemía cada vez más, ahh papi dámelo todo, ahhh ahhhh métemelo por favor mételo fuerte dame dame más, luego le dije, quiero montarte, se salió de la concha y se sentó, yo me senté arriba y comencé a moverme, a refregar mi concha en su pene, me paré y me volví a sentar pero dándole la espalda, me puse a saltar, me refregaba, saltaba, era genial, tenía su pene tan mojado con mis jugos q más nos excitábamos. Luego le dije, métemelo por atrás, me paré, me recosté en el sillón en posición fetal, mi concha estaba tan mojada que pasó sus dedos y me lubricó el culo con ellos, entró lentamente, fue lo mejor de la noche, a ésta altura yo ya había tenido cerca de 7 u 8 orgasmos, si es que no más, y aquí viene lo mejor, lo metía y sacaba por mi culo, yo le decía dale papito, métemelo como te gusta, eso más me excitaba, me sentía una perra y eso a el le gusta, esa vez tuve mi primer orgasmo anal, la verdad no sé cómo explicarlo, unas cosquillas que recorren mi cuerpo, una electricidad maravillosa, una electricidad que empieza en el culo, recorre mi cuerpo y termina en la concha, fue el orgasmo más largo de toda mi vida, fue fantástico, me llegué a marear, me gustó, me encantó y a el también, tanto que me tiró toda su leche caliente en el culo.

Bueno, esa es mi historia, espero les guste, ya pronto publicaré más

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