Esta mañana me cogieron muy rico, pero sabes no fue mi esposo. Y entonces quien? el enfermero de la empresa. Y eso como fue cuéntame. Pues amanecí con ganas y como con el llevamos tiempo haciendolo pues lo busque y…
¿Oye te quiero preguntar algo? Cuéntame desde el principio. Vale. Pues como te había dicho el sábado en la noche vendría mi pareja y yo lo metería escondidas de mi papá, porque a él no le gusta, entonces me toca…
Una tarde inolvidable donde pude desfogar todo mi deseo y mi perversión. Y todo de la mano de la persona de quién menos me lo hubiera imaginado. Mi nombre es Bruno y tengo 32 años. Siempre fui un infradotado sexual,…
Comenzare diciendo que mi madre Amanda es una mujer de 40 años muy hogareña y risueña, con una estatura de 1,70mts, un par de buenas nalgas y unos buenos senos, su forma de vestir siempre ha sido muy discreta casi…
Hola, mi nombre es Mary Carmen (o al menos ese podría ser), tengo 36 años, una vida bien vivida, y quiero compartir con ustedes algunas de mis historias aquí en esta página. Comenzaré por describirme físicamente. No soy un “bombón”,…
Mi chica es una enferma rubia ojos grandes cafés, labios carnosos y sensuales con una hermosa sonrisa, tetas grandecitas paraditas, un muy buen culo y unas piernas muy buenas para su cuerpo, es casada con un hombre de raza negra…
Introducción Con la mañana apenas despuntando, debía sumergirme en los números, en las cifras que definían mi éxito profesional. La dualidad de mi existencia se manifestaba en esos momentos, como si dos mundos chocaran en mí: una mujer que dominaba…
Cuando fui a despedir a mi esposo al aeropuerto, me ocurrió el relato que les contaré, y lo que sucedió después de que su avión partió. Ya estaba acostumbrada a los viajes constantes e imprevistos de mi esposo debido a…
El calor sofocante del motel me envolvía, transformando la atmósfera en una mezcla de lujuria y deseo crudo. Mi piel, casi desnuda bajo el delgado bikini negro, era como un lienzo listo para ser pintado con los colores de la…
El calor en l cuarto de baño se tornaba insoportable, una atmósfera sofocante cargada de lujuria y humedad, como si el aire mismo se hubiera impregnado del deseo que ambos irradiábamos. Cada respiración era una mezcla de anticipación y anhelo,…
