Soy la esposa ninfómana que solo quiere más verga y semen

Soy una mujer casada insatisfecha. Mi marido me toca de vez en cuando, rápido, aburrido, y siempre se queda dormido antes de que yo me venga. Lo quiero, sí, pero no me llena. Lo que me llena de verdad son varias vergas a la vez, el semen corriéndome por la garganta y el culo destrozado por hombres que saben cogerme como yo necesito.

Mido apenas 1,48. Bajita, tetona y culona, perfecta para que me agarren entre varios, me abran bien y me follen como a una puta ninfómana adicta al sexo. Me encanta sentirme usada, escuchar cómo me dicen perra, cómo me escupen la cara mientras me meten la polla por todos lados.

Aprovecho los turnos de noche de mi marido. Cuando él no está, yo me suelto. Me visto provocadora, con un escote descarado, una falda mínima y sin bragas. Mi objetivo es simple: conseguir varias vergas, que me penetren a la vez y que me llenen de leche como si fuera su juguete.

La última vez llegaron tres hombres. No eran novios, ni amigos. Eran desconocidos con ganas de hacerme mierda. Apenas cerré la puerta, me empujaron contra la pared, me arrancaron la blusa y me metieron las manos por todos lados. Ya estaba mojada, chorreando solo de imaginar lo que vendría.

Uno me agarró del pelo y me hizo arrodillar. Me sacó la polla y me la metió en la boca. No tuve tiempo de pensar. Otra verga ya estaba en mi mano y la tercera rozando mi cara. Me ahogaba de placer, tragando saliva y leche al mismo tiempo, con lágrimas en los ojos de tanto que me empujaban la garganta.

  • “Trágatela toda, puta tragona” —me decían.
    Y yo tragaba, succionaba, chupaba con desesperación.

Me levantaron de golpe, me abrieron las piernas y me metieron dos vergas al mismo tiempo. Una en el coño empapado, otra en el culo ardiente. Grité tan fuerte que tuvieron que taparme la boca. Sentía cómo me abrían, cómo me destrozaban, cómo me llenaban de punta a punta.

Yo soy adicta a las dobles penetraciones. Quiero sentirme llena por todos lados, quiero que me rompan hasta que el coño me quede ardiendo y el ano dilatado. Y ahí lo tenía: dos pollas empalándome, metiéndome más de lo que jamás imaginé soportar.

Me corrí a chorros, mojando las sábanas, mojándolos a ellos. Pero no pararon. Me seguían follando más fuerte, más rápido. Mi cuerpo ya no respondía, solo vibraba, solo gemía. Cada embestida me hacía perder la voz.

El tercero me agarró de la cabeza y me metió la verga en la boca mientras los otros dos seguían dándome por detrás y por delante. Tenía tres vergas al mismo tiempo dentro de mí. Triple penetración. El cielo de una puta adicta como yo.

Me ahogaba, la garganta llena de carne, la boca llena de semen que me obligaban a tragar sin respirar. Gemía con la polla hasta el fondo, me corría mientras me llenaban de leche caliente el coño y el culo. Sentí el semen escurriendo por mis muslos, chorreando por mi boca, bañándome.

No había terminado. Ellos tampoco. Me pusieron de rodillas, en fila, y comenzaron a hacerme un bukkake salvaje. Me cubrieron la cara, los pechos, el pelo. Yo abría la boca y tragaba lo que podía. Me encantaba sentirme sucia, empapada, convertida en su juguete de leche.

Me tiré en el piso, desnuda, toda chorreada de semen. Ellos me seguían nalgueando, escupiéndome, metiéndome los dedos. Yo rogaba por más, les pedía que no pararan, que me llenaran otra vez, que me rompieran entera.

Me dieron otra ronda de doble penetración, esta vez con más fuerza. Mi culo ya no resistía, pero yo quería más. Ellos gemían, me decían puta insaciable, y yo lo confirmaba con cada grito, con cada orgasmo descontrolado.

Cuando terminaron, estaba destruida, jadeando, con las piernas abiertas, el coño hinchado y el culo ardiendo. Y aún así, sonreía. Porque eso es lo que me hace feliz: ser rellenada, ahogada, usada.

Soy una esposa ninfómana, y mientras mi marido duerme en su trabajo, yo vivo la vida que necesito. Porque mi vicio es simple: doble y triple penetración, leche por montones, y hombres que sepan destrozarme con placer.

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Carolina Sexy
Carolina Sexy

Soy una chica muy caliente y posesiva. Me gusta leer los relatos de esta pagina. Pero lo que mas disfruto es compartir relatos eroticos que cuentan mis amigas y muchos que son de mis fantasías eróticas que con personajes logro trasmitir y publicar en esta comunidad.

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