Heterosexuales | 2.242 lecturas | 06:00

Sorpresa anal de fin de año. Fue delicioso

Era el Fin de Año 2001. Esa Noche Vieja, la pasamos con sus padres y su hermano. Después de tomar las uvas y estar un rato con la familia, el hermano se fue a una fiesta con los compañeros de trabajo y nosotros mentimos diciendo que íbamos a una fiesta con amigos. Aunque ella pensaba que la pasaríamos solos en el piso que los padres tenían y donde viviríamos después de casarnos, le di la sorpresa de haber alquilado una habitación en un hotel de carretera.

En el coche, guardaba en el maletero una nevera con hielo y bebidas, entre ellas champagne y ron.

.- ¿Donde vás?… Preguntó intrigada… ¿No vamos a casa?

.- No, cariño… Contesté… Es una sorpresa.

Continuamos el trayecto intentando por su parte saber donde íbamos, sin exito. Cuando llegamos al destino, sus ojos se abrieron como platos, El hotel era de casitas adosadas, con cochera privada. Entré en recepción, dejándola esperando en el coche, y salí con la llave de nuestro apartamento y una botella de champagne con dos copas y una caja de bombones, regalo del hotel.

Metí el coche en la cochera del apartamento, y entramos por una puerta que comunicaba con la habitación. Era amplia, con un pequeño recibidor, un baño y un dormitorio con cama de matrimonio de 2 X 2´50 mts. y una pequeña nevera sonde guardamos las bebidas. Después de instalarnos, abrimos la botella que regaló el hotel y entre copa y copa nos besábamos y acariciábamos por encima de la ropa.

Cuando terminamos, ella fue al baño, diciéndome que me quedara en ropa interior a esperarla. La habitación tenía calefacción por lo que hacia una temperatura agradable. Mientras esperaba tumbado en la cama con mis boxer rojos, se abrió la puerta del baño y casi se me cae el cigarrillo al ver a mi pareja salir con un body rojo de encajes, con un escote pronunciado que solo cubría media teta, tan transparente que se le notaba el triangulo rubio de su entrepierna y al volverse las deliciosas nalgas que apenas eran cubiertas por la tela. Mi polla se puso dura al momento y ella lo notó.

.- ¿Te gusta, cariño?… Preguntó girando sobre si misma.

.- Woooow… Contesté… Estás para comerte.

Ella comenzó a acercarse a la cama, contoneando su cuerpo. Al llegar al filo, se subió y comenzó a gatear desde los pies hasta donde yo estaba tumbado boca arriba. Cuando llegó a mi altura, nos abrazamos y comenzamos a besarnos, mientras agarraba sus nalgas y ella mi polla por encima de la ropa. Así estuvimos un rato, hasta que comenzó a bajar besando mi pecho y chupando mis pezones, bajando hasta mi polla que fue haciendo aparecer bajando mi boxer y besándola. Cuando terminó de bajarlo, mi polla saltó como un resorte hacia su cara.

La miró y comenzó a besar mi glande, dando suaves lametones con la punta de su lengua, subiendo y bajando hasta mis huevos, para en el momento que llegó al glande, se lo metió en la boca y lo chupaba con sus labios, mientras lo lamia con la lengua, y tragársela hasta la mitad, comenzando una suave mamada. Yo le agarraba el pelo para ver como sus labios subían y bajaban por mi polla. La cogí y la hice girar colocándola de perrito sobre mi, con su coño a la altura de mi boca, y echando a un lado la tela del body, comencé a jugar con mi lengua en su coño, (Y). La habitación se llenó de gemidos, tanto de ella como míos.

Después de un rato con el 69, se levantó y con un baile sexual, se fue quitando el body, dejándolo caer al suelo y con la punta del pie alejarlo, mientras yo hacia lo propio con mis boxes. Se subió a la cama y colocándose a horcahadas sobre mi, se fue introduciendo mi polla en su coño, poco a poco, con un suave movimiento de alante a atras. 8==Y), mientras yo agarraba sus tetas (.)(.) y las besaba metiendome sus pezones en la boca y alternando las mamadas.

Mientras cabalgaba mi polla, la habitación volvió a llenarse de gemidos y olor a sexo. En un momento, bajé mis manos a su culo (¡) y sin previo aviso le metí un dedo en el ojete. Dió un pequeño respingo, pero se dejó hacer. Después de un buen rato cabalgando mi polla, nos corrimos los dos.

Descansamos un rato preparándonos unas bebidas, quedando un poco ebrios. En el sofá que había en la habitación comenzamos de nuevo a acariciarnos por todo el cuerpo y volvimos a la cama. Esta vez se colocó de perrito y comencé a besarle las nalgas (¡), bajando hasta su coño y metiendo mi lengua. Poco a poco empezó a contonear su cuerpo al ritmo de mis lamidas, lo que aproveché para meterle la polla en el coño, de una sola vez mientras agarraba sus caderas, haciéndola soltar un gemido de placer. Después de un rato bombeando y jugando con sus tetas, llegó al orgasmo, notando como su cuerpo se arqueaba y daba unas pequeñas convulsiones.

Mientras seguía agarrándola por las caderas, saqué mi polla de su coño y escupiendo en su ojete, acerqué mi polla a su culo, y se la metí poco a poco hasta la mitad. 8==¡). Ella soltó un pequeño quejido de dolor, pero yo la tenía bien agarrada y seguí penetrándola hasta que su culo se acostumbró a mi polla y en cada embestida se la introducía más, hasta que mis huevos chocaron con su piel y los quejidos, se convirtieron en gemidos. Mientras le follaba el culo, jugaba con sus tetas y sus pezones con mis manos. La cambie de postura, y colocándola encima, de frente hacia mi, se la volví a meter en el culo, mientras besaba, lamia y mamaba de sus pezones, y jugaba con mi mano en su coño. Después de varias envestidas, me corrí dentro de su culo y ella se corrió con mis caricias en su coño. Se dejó caer sobre mi pecho hasta que mi polla salió sola y fláccida por la corrida.

Después de descansar y tomar unas copas, volvimos a repetir el 69, y la volví a follar por todos sus agujeros… Boca <>, Coño (Y) y Culo (¡), pasando una noche que nunca olvidaríamos.

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