Sexo entre cuñados

Después de varios años de vivir en el extranjero, Ana y Juan José regresaron a México, y visitaron a Carmen que es hermana de Juan José y su esposo Tomás, quien es hermano de Ana.

Lo que pasa es que cuando eran jóvenes los cuatro eran miembros de un grupo, y las mujeres hicieron una gran amistad y se hicieron novias de sus respectivos hermanos, con los cuales se casaron.

Al volver a instalarse en México, empezaron a frecuentarse y a renovar los lazos de amistad entre ellos.

Sin embargo, en una conversación que tuvieron Ana y Tomás, cuando ya se habían tomado unas copas, salieron a la conversación los recuerdos de cuando eran chicos y tuvieron sus primeras experiencias sexuales juntos, las cuales continuaron esporádicamente en su juventud y que ya habían olvidado con los años de matrimonio y la lejanía cuando Ana y su esposo se fueron al extranjero y ahora él le dijo:

— Ahora que estoy de regreso y al ver lo hermosa que estas, me dieron ganas de reanudar esas experiencias, tu como ves, ¿te gustaría?

— A lo que Ana nerviosa le contestó, n…no sé, ahora la situación es diferente, ya tenemos compromisos. . ..  a mi si me gustaría, pero. . .. déjame pensarlo,

Para Ana la situación que le planteara su hermano la ponía muy nerviosa pues él estaba realmente guapo y recordando lo vivido a su lado en el pasado y que él fue el primero en su vida, estaba muy confusa y no sabía que hacer, pues el deseo que se despertó en ella la tenía muy indecisa y ansiosa.

Le estuvo dando vueltas al asunto, y no encontraba la forma de solucionarlo, porque su hermano le seguía insistiendo y ella cada vez lo deseaba más. Entonces armándose de valor decidió platicar con su cuñada con quien tenía mucha confianza pues eran muy buenas amigas y además de que sería la directamente afectada:

— Oye cuñada, le dijo Ana a Carmen, te voy a platicar una situación que está viviendo una amiga que tengo, fíjate que cuando eran chicos, ella y su hermano tuvieron relaciones sexuales y algunas veces en su juventud, pero después de casados, su hermano le recordó de aquellas experiencias y le propuso volverlas a tener, tú que crees, ¿tú qué harías?

— ¿Yo?, no sé dijo Carmen (sonrojándose), la verdad es que es un asunto muy espinoso y es que cuando está uno despertando al sexo hace muchas tonterías.

— ¿Tú las hiciste ?, le preguntó Ana.

— La verdad es que sí dijo Carmen, y no me arrepiento pues Juan José me enseñó mucho y me hizo muy feliz, lástima que esa relación no podía tener futuro, pero hasta la fecha no puedo olvidar lo vivido con él, y dime amiga, lo de tu amiga es real o es una forma de decirme tu situación.

— Sinceramente dijo Ana, se trata de mí, pero no sabía cómo decírtelo porque es tu marido y yo no quiero crearles un conflicto.

— No te preocupes le dijo Carmen, Tomás y yo llevamos una relación abierta y no nos espantamos de nada, pero no sé cómo va a reaccionar Juan después de tanto tiempo, pero por mi encantada de revivir viejos tiempos, pues ahora que lo volví a ver tan guapo se me movió el piso y me volvió el deseo, nada más hay que ver si él no se espanta y si quiere.

— Y Ana le dijo ¿porque no hacemos una reunión y después de tomarnos unas copas y al organizar el baile vemos cómo reacciona Juan cuando te le repagues y te le insinúes ?, y si se resiste tú insístele y bésalo para ver si se anima, no creo que sea capaz de rechazarte si se acuerda de sus amoríos de juventud y más viendo lo hermosa que estás.

Y así lo hicieron, y cuando Carmen estaba bailando con su hermano, se le repago y lo beso, él trató de evitarlo y entonces ella le dijo:

— Cariño, ¿ya no te acuerdas de mí ?, yo todavía te sueño y te extraño, ¿no quieres revivir lo que disfrutamos juntos ?, ahora podemos hacer lo que queramos sin que nadie nos critique y disfrutar nuestro amor sin limitaciones.

— Juan José nervioso y sintiendo que se le paraba el miembro, le dijo, claro que te sigo recordando, casi a diario, pero y Tomás que va a decir y Ana, como lo van a tomar al ver que me meto con mi hermana, Además ella es mi esposa.

Entonces Carmen le dijo, Ana y yo ya platicamos de esto y ellos están en la misma situación, míralos, no creo que les importemos nosotros. Juan José volteó a verlos y los vio abrazados y besándose apasionadamente y acariciándose sin importarles que los viera el esposo de ella, y escuchó cuando Ana su esposa le decía a su hermano:

— Ay amor cuanto tiempo ha pasado, como te he soñado, cuanta falta me has hecho, por favor ya no me vuelvas a dejar, llévame a la alcoba porque ya no quiero esperar más.

— entonces Juan José decidiéndose, besó a su hermana Carmen, le empezó a acariciar los senos y ella le dijo vamos a la cama para poder acariciarte a mi antojo y comerme a besos esa hermosa verga que me tiene loca de deseo.

De esta manera, Juan José la llevo a la cama, en donde la empezó a desvestir y notó que no traía ropa interior y le dijo. ¿Es que estabas tan segura que no me iba a resistir?:

— Y Carmen le contestó, ¿serias capas de despreciar todo esto ?, (dijo mostrándole su hermoso cuerpo), además ¿tú has podido olvidar todas las caricias y los encuentros amorosos que tuvimos?, porque yo no y muchas veces fantaseo con volver a estar en tus brazos y volver a tenerte dentro de mi amándome como antes.

Entonces él  empezó a acariciarla en forma, besándola en la boca y poco a poco fue recorriendo su cuerpo hasta llegar a sus ingles y apartándole a besos las piernas le separó los labios de la vagina para acariciarle el clítoris con la lengua y ella se revolvía de placer hasta que se vino, y entonces ella se bajó para besarle y chuparle la verga a su hermano y exclamó, ¡sí, sí!, recordaba bien, tienes una grande y hermosa verga, métemela amor por favor métemela quiero volver a sentirte dentro de mí.

—–

Por su parte Ana que ya estaba muy caliente llegó a la recamara desvistiéndose y le decía a Tomás, apúrate cariño, ya he estado mucho tiempo sin ti y ya no quiero perder más tiempo, hazme tuya por favor, ¿no ves que me estoy quemando?

Tomás la tomó en sus brazos y le besó los labios y el cuello y se bajó suavemente para chuparle los pezones y besarle los hermosos senos y así de esa manera siguió hasta llegar al monte de venus el cual cubrió de besos y recorriendo la grieta de la vulva con la lengua hizo que su hermana se viniera y entonces separándole los labios de la vagina le introdujo los dedos para darle un delicioso masaje y le lengüeteo el clítoris, volviéndola loca de placer y estaba a punto de venirse cuando le dijo :

— Ven Tomás, ven métemela, cógeme hazme tuya, pero ¡ya!, por favor antes que me venga otra vez.

Tomás obediente le separó las piernas y suavemente se metió en ella, y a continuación le dio unas rápidas y furiosas metidas y ella gimiendo le decía sigue, sigue, así, así, amor cuanta falta me has hecho, tú me enseñaste, tú me hiciste mujer, soy tuya amoooooor, y juntos alcanzaron el clímax con unas venidas increíbles.

Después de descansar un rato, Ana le empezó a acariciar la verga y cuando se le empezó a enderezar ella se bajó poco a poco hasta encontrarle el miembro totalmente parado y besándoselo con lujuria, procedió a chupárselo, metiéndose la cabeza de la verga en la boca y poco a poco se la mamó subiendo y bajando sus labios por toda la verga de Tomas, hasta que el la detuvo diciéndole espérate amor que me voy a venir y ella rápidamente se montó en él ensartándose en su parado miembro y cabalgándolo loca de pasión y se vinieron casi al mismo tiempo, besándose apasionadamente

:::::::::::::::::::::::::::

Al día siguiente, se encontraron en el comedor para desayunar y ambas mujeres estaban felices, y ellos no sabían como enfrentar al otro, pero Tomás, más experimentado le dijo a su amigo:

— Cuñado, no pasa nada, si somos felices y ellas también, que importa lo demás, que ruede el mundo, pero eso sí lo nuestro aquí se queda. Ellas son mujeres y nosotros hombres y lo demás no importa.

En la cocina Ana le preguntó a Carmen.

— ¿Qué pasó ?, como reaccionó Juan cuando me vio besando a Tomás, ¿no se encelo?

— No. le dijo Carmen, yo creo que estaba confundido por lo que yo le estaba proponiendo y que él también estaba deseando, no sé si después de esta deliciosa noche reaccione.

— Y Ana le dijo, lo que sucede es que no solo es que me haya visto que me iba a coger con otro, sino que ese otro era mi hermano.

— Pues sí aceptó Carmen, pero él se fue a coger con otra que no era su esposa y esa otra es su hermana, estamos iguales ¿o no?

— Bueno dijo Ana, vamos a ver como se presentan las cosas, ojalá que podamos continuar así, porque yo me la pasé de lujo, y quiero seguir disfrutándolo, ¿y tú?

— Hay amiga no sabes lo que fue para mí, fue delicioso, fue emocionante, yo creo que se debió a que estábamos infringiendo todos los tabús, todo lo prohibido y todo lo largamente deseado.

Unos días después, cuando terminaron de hacer el amor Ana y Juan José, él le dijo:

— Cariño, yo sé que nuestra relación se estaba volviendo muy monótona, pero al reanudar nuestra convivencia con nuestros cuñados se ha revitalizado, yo sé que esa relación incestuosa y además de infidelidad aceptada es reprobable, pero para mí es hermosa y no quiero dejarla pues mi deseo por Carmen es cada día más fuerte, ¿estás de acuerdo?

— Si le dijo Ana, estoy de acuerdo, pues a mí me pasa lo mismo con Tomás y platicando con Carmen, me dijo que ella y Tomás están en la misma situación y que si yo o alguno de los demás no quería continuar, ella no renunciaría a seguirse acostando contigo.

Y de esta manera siguieron con sus encuentros, amándose como lo que realmente son, hermanos.

Compartir en tus redes!!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *