Sexo anal con mi hermana

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Esto me sucedió hace años. Hace tiempo que hablo con mi hermana de las prácticas de sexo oral y anal, y le he dicho que me gustaría tener sexo anal con ella.

Me atreví a pedírselo porque es la única persona con la que me siento en confianza para hacerlo, ya que fue la primera persona con la que hice el amor. Me dijo que estaba bien que esperara al fin de semana, porque estaríamos solos.

Llegó el día y la estaba esperando con ansiedad. Cuando la vi acercarse, sentí un escalofrío y una sensación muy agradable. Entramos en la habitación, tomándola desde atrás y acercándola hacia mi sexo, mientras dirigía mis manos a sus tetas y las acariciaba por encima de su ropa. La besé en el cuello. Me dijo que le esperara, que se iba a dar una ducha para estar fresca y limpia para follar. Le comenté que yo también quería bañarme y me dijo que esperara a que ella terminara. Entró en el baño y yo me senté en la cama esperando.

Oí el agua correr, no aguanté las ganas y me quité la ropa rápidamente, entré en el baño con cuidado sin hacer ruido. Ella estaba de espaldas, la tomé de la cintura y le puse mi pene en su raja. Ella dio un salto de asombro y me empezó a enjabonar todo el cuerpo, deteniéndose en mi pene para enjabonármelo con delicadeza y masturbarme por un rato.

Entonces, cogí yo el jabón. Empecé a lavarla, empezando por sus enormes tetas y siguiendo por su abdomen. Bajé hasta su coño y, tomando el jabón, le empecé a enjabonar el monte, teniendo bastante espuma, y procedí a meter mi mano hasta que tuvo su primer orgasmo.

Abrió la llave del agua y los dos, unidos, nos enjuagamos. Ella se inclinó, besó mi pene y, al sentirme venir, sin querer le tomé la cabeza y no la dejé alejarse de mi pene. Ella comprendió lo que quería y metió la cabeza en su boca para succionarla, disfrutando de cómo mi hermana me mamaba la polla. Le dije que estaríamos mejor en la cama y, tomándola de los brazos, la llevé hasta ella con delicadeza.

Mientras contemplaba su cuerpo, me incliné y besé su abdomen, después me dediqué a besarle y mamarles los pechos. Continué por el vientre hacia la parte inferior, llegando a su monte de Venus y siguiendo hacia su coño, llegando a su clítoris y pasándole mi lengua por encima, arrancándole más suspiros a mi hermana.

Al tomarlo con mis labios y succionar su clítoris, tuvo su segundo orgasmo de la tarde, sintiendo cómo se estremecía y temblaba. Me coloqué de rodillas y puse mi polla en su cara. Al sentirla en sus labios, abrió la boca para recibirla y empezó a mamármela con ímpetu.

Así estuvimos como cinco minutos, hasta que ella se dio la vuelta y, ofreciéndome su inmenso trasero, me dijo: «Bésame la espalda y luego mi trasero». Así lo hice, besé cada centímetro de su espalda, bajé hasta sus nalgas y llegué a su culo. Ahí estaba, rosado y apretado.

Le pasé los dedos por el culo y le metí la yema de uno de ellos. Noté que estaba estrecho, pero seguí introduciendo mi dedo despacio, ya que tenía todo mi dedo en su interior, y empecé a hacer círculos para dilatar su culo. Sentía un gran placer al sentir cómo me aprisionaba con sus dos nalgas. Pensé que, si esto sentía en mi dedo, qué sentiría en mi polla. Intenté meter otro dedo y me costó menos, ya que tenía dos en su interior y su culo se iba dilatando cada vez más.

Procedí a meterlo en su coño; primero, porque estaba muy lubricada y mi polla entró como cuchillo en mantequilla. Se sentía muy caliente, así que lo dejé un momento dentro y empecé a follarla. Cuando metí la cabeza de mi polla, bañada en fluidos de su coño, en la entrada de su culo y sentí cómo me lo aprisionaba, empecé a metérselo poco a poco y sentía cómo se iba abriendo paso en su interior hasta que entró todo. Me quedé quieto, sintiendo cómo me apretaba y disfrutando de un gran placer, cuando casi me vengo, pero me contuve y procedí a sacarlo y meterlo poco a poco, disfrutando, hasta que se lo metí más hondo y luego la saqué para volverla a meter de un solo tirón.

Ella ya se estaba viniendo por cuarta vez y yo no pude aguantar más y me vine en su culo. Ella sintió mis convulsiones y apretó más su interior, exprimiéndole más. Estaba extasiado con ese movimiento. Mi polla seguía dura. Ella aflojó un poco, pero yo seguía expulsando esperma en su interior. Mi polla seguía dura, como si no me hubiese corrido. Seguí bombeando durante otros 15 minutos. Procedí con más rapidez en mis embates. Ya sentía mi esperma en la punta del pene, descargando todo en el interior de mi hermana. Era increíble, me estaba corriendo en su interior y era ya mi segunda vez sin haberlo sacado de su culo.

Quedé agotado, acostado sobre ella. Poco a poco, mi polla se fue saliendo de su interior y, al hacerlo, pude apreciar cómo parte de mi semen salía de su culo corriendo por sus músculos. Aun tenía la polla dura, así que ella tomó sus tetas y apretó mi polla entre ellas. Comencé a moverla dentro y fuera. Me estaba follando las tetas de mi hermana.

Le pedí que abriera la boca para que me penetrara, y así lo hizo, dándome unas pequeñas mordidas que me hicieron venir en su boca. Ella reaccionó muy tarde, ya que todo mi semen fue a dar al fondo de su garganta y no le quedó otro remedio que tragárselo para no aguarse. Cogió un pañuelo para limpiarse las gotas de semen que le escurrían.

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Sevilla1972
Sevilla1972
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