Se la entregue al primero que se nos cruza
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Mi esposa se llama Mirta, tiene 25 años y un cuerpo espectacular sus senos son redondos y sus pezones son grandes, sus piernas hermosas. Somos una pareja con una gran sensualidad y sexualidad, siempre fantaseamos con tener a un tercero en la cama puesto que siempre le he dicho que me gustaría verla como otro hombre la coje.
Esta historia es real, somos un poco exhibicionistas y me gusta que morboseen a mi mujer. Una noche le dije que se vistiera muy sexy, se puso una pollerita mini y una blusa un transparente y no se puso corpiño por lo que sus pezones oscuros se notaban sin mucho esfuerzo, estaba hermosa y muy provocativa. La invite a un pub donde tambien se bailaba. Por supuesto al llegar al sitio ella fue objeto de muchas miradas y a mí me
gusto la sensación. Empezamos a bromear y le dije:
– Escoge a uno de esos hombres y coquetéale un poco.
Me señalo a un tipo de unos 30 años que estaba en la barra en realidad lucia muy varonil y su aspecto era agradable…
– Buen gusto le respondí, por que con la excusa de buscar hielo para tu trago te acercas a la
barra donde esta él y muéstrale tus tetas y si puedes trata de rozarlas en su brazo.
– No te importa? me pregunto.
– Por supuesto que no, es una simple travesura.
Asi lo hizo y no solo rozo sus tetas sino que le puso la concha en su rodilla. Él la sintió por la forma en que abrió las piernas para frotarla aun más. Ella lo miró y le sonrió… Hola le dijo… me llamo Mirta y tu? Pues el apuesto joven resulto llamarse Raúl, ella se estremeció y vino enseguida a contármelo.
– Es el destino le dije, creo que es hora de realizar nuestra fantasía.
– Invítalo a la mesa me dijo y asi lo hice.
En un tris estábamos los tres en la misma mesa conversando amenamente. El Dj puso una música suave y les dije:
– Por que no bailan mientras voy al baño?.
Ok. Dijo Raúl, Fui rápidamente y cuando salí me sorprendí muchísimo, estaban bailando muy pegaditos y observaba como Raúl tenia a mi esposa entre sus brazos y obviamente su verga estaba rozando la entrepierna y la punta de los pechos estaban duros por el contacto. Yo conozco a mi esposa y se cuando esta caliente, ella le paso los brazos por el cuello y por la cercanía de sus bocas no pudieron evitar el beso… no importa dijo ella es la fantasía de Hugo y mía. Raúl entendió y enseguida le metió la lengua en la boca de mi esposa. Regresaron a la mesa y en la oscuridad del bar metí la mano por la falda y note su concha muy mojada… mas de lo normal. Ella abrió mas sus piernas y empecé a masturbarla, Mirta busco la boca de Raúl y vi como le agarro la verga por sobre el pantalón, es inmenso, me dijo en cuanto pudo.
– Ricardo estoy muy caliente por que no nos vamos a un hotel?.
Y asi lo hicimos. Una vez allí la desnude para él. Raúl quedo con la boca abierta al ver el cuerpo desnudo de Mirta. Ella se le acerco y comenzó a desnudarlo quitándole la camisa entre besos y caricias ella se fue poniendo de rodillas para quitarle el pantalón y se encontró de frente con un inmenso trozo de carne. Tenia la verga
dura gruesa y larga con las venas brotadas de la calentura y por las caricias de mi mujer, Raúl tenia la cabeza con liquido seminal, ella no aguanto mas y se lo metió en la boca, lo mojaba con su saliva y le chupaba un
huevo a Raúl como si fuera el más delicioso caramelo. El la tomo por la cabeza y la dirigía hacia dentro y hacia fuera, yo estaba loco de placer al ver ese espectáculo, al fin mi esposa se decidió pensé para mí. Raúl la acostó en la cama le abrió las piernas y comenzó a chuparle la concha a Mirta.
– Te gusta Ricardo?. Te gusta como Raúl me chupa la conchita?.
– Si… si, asi me gusta verte gozando con él.
Luego Raúl subió y le paso la lengua por las tetas ella se las dio y él le paso la lengua por el culo.
– Si… asi Raúl que bien me la chupas, asi… asi. Cojeme Raúl no aguanto más.
La dio vuelta bruscamente, le separo las piernas y se la metió a fondo, papito que lindo lo que me haces, decía
ella.
– Cojeme Raúl metemela toda.
– Asi, te gusta que te lo meta.
– Si, si… mas damela con todo.
Yo no aguante mas y empecé a pajearme.
– Te gusta Ricardo, mira como me cojen. Te gusta mi concha Raúl.
– Si la tienes mojada y caliente. Te gusta mi verga?.
– Si papi, claro que me gusta, cojéeme más.
– Voy a acabar, dijo Raúl.
– Si acabas lléname la concha con tu leche… asi… que lindo Raúl que hermosa verga tienes.
– Yo tambien estoy acabando.
Mirta tambien tuvo el orgasmo mas fuerte que yo recuerde. Yo todavía me estaba masturbando cuando vi que Mirta se me acerco y me lo chupaba desde la cabeza hasta la base yo no lo tenia tan grande como Raúl, pero si era bien grueso, Mirta me puso la concha en la cara mientras me lo mamaba yo sentía el semen de Raúl cuando le chupaba la concha eso me calentó aun mas y explote en su boca. Esa noche llegamos a casa y cogimos como locos recordando las escenas de mi esposa con Raúl. Lo vimos unas cuantas veces mas e hicimos doble penetración y otras posiciones que después les contare, esta historia fue real y nos encanto.
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