Se hizo realidad, tirarme a una amiga mía
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Hola a todos, me llamo José, les cuento algo que me acaba de pasar hace solo dos semanas. Soy un chico normal, pelo y ojos castaños, estatura media, cuerpo atlético de ir al gimnasio. Tengo novia desde hace unos años, pero siempre he querido tirarme a una amiga mía, esta amiga se llama Natalia, apenas tengo ya contacto con ella porque mi novia es muy posesiva y celosa. Todo el contacto que puedo tener es cuando la veo por la calle o por el Messenger. Pero no deseo nada más de Natalia, que follármela solo una vez, lo confieso, es que es tremenda. Tiene unos pechos enormes, es bajita de pelo largo moreno, culo perfecto y muy guapa de cara.
Una tarde que había quedado con mi novia, iba en el coche y pasó Natalia, le toqué la bocina y me saludo. Aparte el coche a un lado y le pregunté donde iba, me dijo que iba a su casa y la invite a acercarla. Ella aceptó y se monto en mi coche. Paré cerca de su casa, pero nos quedamos charlando, que si hacia mucho que no la veía, que si que tal le va todo, etc… Entonces le comenté lo guapísima que seguía y que si no tuviera novia me la intentaría ligar, ella se sonrojo y empezó a reírse.
– Pues tu también estas muy guapo – me comentó entre risas.
A todo esto, le pregunté si entre ella y yo podría haber habido algo, y le acaricié el pelo mientras se lo preguntaba. Ella, se debió de sentir extraña, pero no se aparto, yo me abalancé y la bese.
– Subamos a mi casa – dijo.
Los dos bajamos del coche y subimos a mi casa, empezamos a desnudarnos y la pude ver como dios la trajo al mundo, era un cuerpo perfecto. Sus enormes pechos, con unos pezones rosados y duritos de excitación, su culo prieto, su sonrisa, lo tenía todo. No me pude controlar y me abalancé sobre ella, desplazando mi cabeza entre sus piernas, jugueteé con su clítoris y su vagina con mi lengua, le introduje un par de dedos comprobando lo mojada que estaba. Ella se aupó y me pidió mi pene con la mirada, se lo ofrecí gustosamente, me lo empezó a mamar como si le fuera la vida en ello, me lo coloco entre sus tetas y me lo pajeo, yo me levante y le pedí que se tumbara.
Me tumbé sobre ella, poniendo sus piernas en alto, entraba mi pene que daba gusto, ya que estaba su vagina muy mojada. Los dos estábamos muy cachondos y gozábamos como locos, ella gemía muchísimo. Le saque mi pene y le pedí que se diera la vuelta. Teniéndola a cuatro patas, no lo dudé y la penetre despacito, para darle gusto, se la introduje de golpe y grito de placer, así estuvimos unos minutos. Pude observar que Natalia había sido penetrada analmente con anterioridad, porque veía su agujerito muy abierto, le introduje mi dedo (el cual chupe antes) por el culo, cuando comprobé lo fácil que fue, me propuse a introducirle mi pene. Ella gimió un poco dolorida, pero acabo entrándole, así estuvimos un rato, hasta que mis huevos no pudieron más y me advertían que correría en breve.
Le saque el pene y le pedí que me lo pajeara. Ella se giro y me empezó a hacer una paja, yo a los pocos segundos empecé a correrme en su cara, ella disfrutaba muchísimo con mi leche (nunca imaginé lo cachonda que podía ser), se tragó hasta la ultima gota y relamió mi polla de nuevo, para llevarse toda mi leche.
Al rato, nos vestimos y me marche. Ya recogí a mi novia, con mi deseo realizado. Tal vez, se vuelva a repetir, en ese caso, os lo contaré de nuevo.
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