Un regalo de cumpleaños con una mujer masoquista
Me casé, y la verdad, al principio no me fue mal, nada mal. Mi marido era un tío considerado, inteligente, generoso y muy atento conmigo a veces ¿el problema? Demasiado trabajador. Demasiado absorto en su trabajo. Demasiadas ausencias. Nos mudamos…