Probando el nuevo labial indeleble
Hoy domingo, un día después de mi cumpleaños andando de compras en el mercado municipal, alguien me tocó la espalda en señal de que volteara, y oh sorpresa, se trataba de la que había sido mi mejor amiga, quién iba acompañada de su comadre, venían de jugar futbol. Aquello se convirtió en una súper plática recordando mil cosas entre risas y carcajadas las historias no cesaban. Intercambiamos números telefónicos otra vez y prometí mensajearla el día de su cumpleaños que es 19 días después del mío. Mientras las historias fluían, y debido a que venían de su partido, salió al tema aquella vez que la ayudé a manejar por haberse lastimado y mientras ella le contaba esto a su comadre, mi mente comenzó a recordar la siguiente historia sucedida hace 5 años atras.
Mensajeándome con mi mejor amiga, me contó que el fin de semana había tenido un partido de fútbol familiar en el que se lastimó resultándole un esguince en su pie derecho, por lo cual tenía que tener inmovilizado el tobillo y usar una muleta para apoyarse, ella no sabía cómo le iba a hacer para su trabajo ya que tenía que manejar. Al estar yo de vacaciones le propuse que yo la haría de su chófer si gustaba. Me tomó la palabra y me citó al día siguiente en la mañana en casa de sus papás (que era donde vivía). Ella tenía que dar una presentación de un nuevo producto ante varias vendedoras en una ciudad que quedaba a media hora de la nuestra.
Ya en carretera fuimos platicando de varios temas, y como era normal entre nosotros salió el tema sexual y en un momento le dije:
- “¿Cuándo nos vamos a volver a ver?, cuando me vas a dar las nalgas”.
- “Si claro, si te las voy a dar, si quieres de regreso vamos a mi casa”.
Como nota, diré que ella contaba con una casa que se encontraba deshabitada y que estaba amueblando poco a poco para mudarse ahí en un futuro.
Ya en su trabajo, mientras ella daba su presentación ante las vendedoras, yo le tomaba fotos para no aburrirme, obviamente la idea era retratarle ese trasero que a mí me encantaba, y que a lo largo de 10 años de súper amistad, logré formar una mega colección de fotografías y videos, con jeans, en calzones, con pantalón de vestir, tomada por ella, tomada por mí, desnuda, en traje de baño, parada, , subiendo escaleras, acostada, en mi coche, en su coche, de abajo hacia arriba, de lado, de perrito, caminando, en fiestas, reflejada en un espejo, en su casa, en un motel, con mis manos en ellas, en la calle, dándole nalgadas, uffff la fotografía o video que se les ocurra esa la tengo.
Tuvo su presentación del nuevo producto, el cual era un labial indeleble del que ella hablo maravillas ante las vendedoras, que no se despintaba, ni manchaba, ni se corría durante 16 horas, cosa que no me agradó en lo absoluto porque mientras su novio odiaba que lo manchara, a mí al contrario, a mí me encantaba ver mi verga embarrada de saliva, labial, y su boca con la pintura corrida por la intensa actividad oral, eso se me hacía súper excitante. De hecho cada que nos veíamos y antes de empezar a coger, le decía que se pintara los labios.
Ya de regreso, manejando en la carretera y ella sentada en el lugar del copiloto le dije:
- “A ver, deja te voy preparando, abre las piernas te voy a ir tocando un poquito así sobre el pantalón”
- “Si, así que rico”
- “Eso, así puta, disfruta, cierra los ojos, pon tu mente en blanco y solo siente mi mano masturbándote”.
- “Uyy qué rico, creo que me empiezo a mojar”
- “A ver agarra mi teléfono y toma varias fotos de cómo te voy tocando la panocha”.
Como le sabe la fotografía, tomó varias de distintos ángulos y con las piernas muy abiertas en distintas posiciones mientras yo le tallaba toda la vagina y le hablaba sucio.
- “Me encanta como te transformas, hace unos minutos eras una dama educada, bien portada y trabajadora, y vete ahora, como una señora caliente con las piernas abiertas tomándose fotos mientras la manosean sin pudor alguno en su coche”.
- “Uff, si sigues así no voy a tardar en venirme, que rico”.
- “No, mejor espera, ya casi llegamos, prefiero que llegues bien caliente y con la vagina chorreando, así me gustas, hirviendo porqué así a todo me dices que sí”.
Llegamos a su casa y ya estando en su cuarto me di cuenta que la escena era perfecta. Sin haberlo preparado todos los colores combinaban. Vestía pantalón de cuadros a rayas color gris claro, suéter, zapatos, lentes y labial color guinda. Sobre la cama un edredón blanco con cuadros grises y guindas. Se desviste y cuál va siendo mi sorpresa que traía unos calzoncitos tipo bikini color gris claro con resortes negros, y maripositas y florecitas negras gris y blanco. Por supuesto no iba a desaprovechar la ocasión y con esa escena en que combinaba todo perfectamente, le pedí se dejará solo los calzones puestos y se acostara boca abajo sobre la cama, iba a comenzar la clásica sesión de fotos y videos con ella.
- ” No mames se te ve un fundillote”
- ” Jajajaja esa palabra me dio mucha risa”
- “Es que te lo juro hoy se te ve un súper culo, increíble, enorme”.
Viéndole ese mega trasero, puse el teléfono a grabar video en cámara lenta, le propine varias nalgadas fuertes, que viendo esas escenas ya en pantalla, se ve impresionante como se le mueve ese señor culo de un lado a otro.
Posteriormente a mis perversiones fotográficas, le pedí se diera la vuelta y se quitará los calzones porque ya quería mamarle toda su vagina.
- “Mmm se ve muy mojada, brilla de tus jugos, qué manjar, me va a saber deliciosa”.
- “Si, así, que rico mmm”
- “¿Te gusta cómo te la mamo puta?”.
- “Si, que riquísimo, sigue así”.
- “Cierra tus ojos, imagina que estás en una película porno, excítate y disfruta la mamadota que te estoy dando.
Le lamí toda la panochita, le mordisqueé suavecito los labios, le metí la puntita de la lengua en la vagina, le succioné y besé el clítoris, mis manos nunca dejaron de juguetear con sus pezones duros, ella soltaba gemiditos, su respiración era muy agitada y muy profunda, repetía y repetía que eso era riquísimo. Después de unos minutos de tratamiento oral, arqueo su espalda y soltó un largo gemido, terminó en un intenso orgasmo qué después de unos 10 segundos de silencio, remató con respiración agitada y unas buenas carcajadas. Yo como siempre, terminé con mi boca, bigotes, cachetes y barba brillando de jugos vaginales, saliva y oliendo a sexo de hembra caliente.
Después de unos minutos de silencio y de descanso, la dejé así como estaba, acostada boca arriba y yo frente a ella con los brazos estirados hacia la cama y las corvas de sus piernas en mis brazos, le metí la verga y comencé a bombearla, pero con el movimiento de vaivén se empezó a quejar de su tobillo lastimado que se movía a cada metida, me dijo que me detuviera y levantó más sus piernas haciendo que quedáramos en la posición de “patitas al hombro”. Seguí metiéndosela con ritmo una y otra vez pero en esa posición ya su tobillo no tenía movimiento. Ese día por lo mal de su tobillo solo hicimos esa posición, podía lastimarse más. Mientras se la clavaba, le daba besos de piquito en su boca mientras le hablaba sucio diciéndole que era una puta, mi puta, una caliente y que me encantaba írmela coger a su casa, ella me respondía que si, que era mi puta. Cómo salió muy maquillada en la mañana, tenía que regresar igual así que estaba descartadísimo lo que me encantaba hacerle al final: venirme en su hermosa cara.
- “Échamelos donde quieras cariño pero menos en mi cara porque tengo que llegar a mi casa así como salí, con el mismo maquillaje”.
- “Okay entiendo, entonces deja me acuesto y mámame la verga, me voy a venir en tu boca”.
Llegó el momento clave para “testear” el nuevo producto. Me acosté, ella se puso boca abajo mamándomela mientras se me quedaba viendo con una mirada tierna y a la vez sexosa, yo no dejaba de hablarle sucio, le decía que escupiera en la verga, y así brillosa y ensalivada volviera a mamármela sin dejar de verme a los ojos. No aguanté más, le avisé que me venía y exploté dentro de su boca en un delicioso orgasmo. Para ella, el nuevo labial era todo un éxito, pasó la prueba, porque aún con la saliva, semen y fricción con mi verga, quedó intacto en su boca.
Desde ese día en adelante imaginé que su novio estaría feliz de no ser manchado. Sin embargo yo le pedí que en su bolso siempre cargara un labial especial solo para mí, para nuestros encuentros, uno que si se embarrara, uno barato y corriente color rojo puta.
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