Nunca pensé que iba a tener sexo con una madura en el dia del trabajo
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De cabello largo color rubio, ojos plomos, piel blanca, una contextura delgada que deleitaba la mirada, me observó con cierta sorpresa hablando con la voz más dulce preguntó cuál era mi nombre, a lo que le respondí con cierto nerviosismo, nunca sentí algo parecido por una mujer mayor, era extraño, podría ser mi madre, pero no me importaba; al momento se levantó y cerró la puerta de su oficina privada y nos quedamos solos, me preguntó detalles sobre mi vida, mientras se levantaba y arreglaba un cajón, no sabía que decirle en el momento que se le noto las bragas y tocaba las caderas sensualmente, los tacones altos que llevaba puesta estilizaban su figura, la conversación tomó un rumbo diferente, cuando me replicó sobre mi vida íntima, me obligaba a contestar y obedecía ciegamente, como hipnotizado por su belleza; preguntas como, ¿a qué edad tuviste tu primera experiencia erótica?, ¿cómo te sientes al estar en la intimidad con una mujer?, o ¿cuándo fue tu última relación? llenaban el ambiente. Pasó casi una hora, cuando fui llamado a otra oficina, sin antes solicitarme mi número de teléfono, la llamada recibida a mi número al finalizar mi primer dia de labores; era de ella precisamente, quería que la acompañe a su casa. Al llegar a su hogar, un apartamento del tercer piso, en un barrio residencial lujoso; me encontré un apartamento de una mujer jóven, me contó sobre su vida sentimental, en su corazón había mucho amor, pero no aprovecharon aquellas oportunidades, nos dirijimos hacia la sala donde se agachó sensualmente, admiré su figura, su belleza, con sus manos se tocó las nalgas, a lo que afloró algo nuevo en mi, tomé fuertemente su cintura entre mis manos y la llevé hacia mi cuerpo a lo que emitió un gemido fuerte, la blusa cayó, miré sus pechos y los chupé, se notaba un pantalón ajustado, por lo que la acaricié en sus piernas y partes íntimas, su vagina estaba mojada así que la masturbé, con sus manos me tocaba, se arrodillo y me chupó el pene mientras manoseaba mis testículos, se levantó y me besó, la acosté, tocándole el cuerpo, la penetré cuatro veces, pero solo la punta, a lo que me agarró y me pidió a gritos que le hiciera sentir un orgasmo, le chupé los pezones fuertemente, le metí tres dedos en el culo, gritó diciéndome que no sabía lo que hiba hacer pero que le gustaba muchísimo, saqué mi pene de su vagina, y me comenzé a masturbar en medio de sus piernas, después comenzamos a tener sexo anal, dijo que vas hacer, y le conteste algo que te va a volver loca, le metí los dedos la vagina mientras hablábamos malas palabras como ya te metí la verga, y me decía dame en mi chucha, pero duro dame en la chucha.