Nino mi corneador y padre de mi hija

📋 Lecturas: ️
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Esta es mi historia. Hace varios años, obtuve mi título de abogado, novel en la profesión y sin experiencia, ingresé a trabajar en el estudio de un reconocido colega, veinte años mayor que yo.

 Al año de estar en ese estudio, Nino, (así se llamaba) me asoció a su bufete. Poco tiempo después, ingresa a trabajar como pasante, una colega recién egresada, cuyo nombre es Mariela. Congeniamos enseguida y como me gustaba mucho, no tardamos en comenzar un romance que culminaría en matrimonio. 😃

 Aquí me debo detener en algunos detalles. En primer lugar Nino, era muy putañero y tenía fama de estar muy bien dotado. Por otra parte, debo reconocer que Mariela era y es insaciable y realmente me tenía enloquecido con su demanda permanente de sexo. Ambos enamorados, decidimos casarnos y pusimos fecha. Por esa época yo atendía a un bufete de otra localidad, para lo cual viajaba todos los martes.

 Faltando una semana para la boda, Mariela, deja de ir al estudio, para dedicarse a lleno con los preparativos. El día martes como siempre, viajé a la ciudad donde teníamos el otro estudio, con una agenda bien cargada, pues dos clientes importantes debían realizar una serie de operaciones, que me demandaría toda la jornada de trabajo, por lo que no tenía previsto regresar antes de las 22 horas. 🤩

 Resulta que ya estando en las oficinas, me comunican que las reuniones se suspendieron, por lo que en pocas horas, terminé mis tareas y emprendí el regreso temprano. Al llegar en vez de irme directamente a mi casa, preferí pasar por las oficinas a dejar el maletín y las carpetas que traía. El bufete está emplazado en una esquina y se accede por una puerta principal u otra de servicio, ubicada a la vuelta de ésta. Como por la dirección que traía, me quedaba cómodo entrar por la de servicio, estacioné sobre ese lado e ingresé por esa puerta, de la que yo también tenía llave.

 No bien estuve adentro, de una ventana que da a un patio interno, vi luz en la oficina de Nino. Me llamó la atención, pues no esperaba encontrarlo a esa hora, ni a él ni a nadie, ya que era más de las veinte horas y la oficina cerraba a las diecinueve. Pensé que podía estar reunido con un cliente y para no molestarlo, salí al patio y me acerqué a su ventana para corroborarlo. 🥰

 Al asomarme, veo que Nino estaba hablando con una mujer, a la que no podía distinguir por la posición que se encontraban. Ambos estaban parados y muy cerca el uno del otro. Inmediatamente veo que se acercan aún más, se abrazan y besan, en ese momento, giran y mi sorpresa fue mayúscula, quien lo estaba besando era mi amada Mariela.

 Quedé atónito, me parecía un sueño, un sentimiento de ira me iba invadiendo, pero no me movía del lugar. Los besos y caricias cada vez eran más fuertes, él la tenía agarrada del culo y ella le lamía el cuello y las orejas, luego comenzó a desabrocharle la camisa y se fue agachando hasta el último botón. Ella había quedado arrodillada y en esa posición, le aflojó el cinto del pantalón y bajó la cremallera, el pene de Nino se marcaba sobre el calzoncillo y ella comenzó a darle mordisquitos, la punta de esa verga no tardó en aparecer y bajando el slip, Mariela comenzó a mamarla desesperadamente. 😎

 Su boca iba y venía, succionaba con fuerza, Nino la observaba y gozaba. Luego Mariela salió de la polla y se metió los testículos en su boca, que de paso eran como dos huevos de gallina.

 En ese momento, Nino la toma de los pelos y con firmeza la hace parar y girar, quedando ésta de espalda, la empuja contra el escritorio y sin soltarle el cabello, con la mano libre, le levanta la falda, le corre las bragas, acomoda su pene y la penetra violentamente, una y otra vez.

 Mariela comenzó a dar gritos de placer y la polla de Nino parecía cada vez más grande y seguía entrando y saliendo.

 Mientras tanto yo, sentía una sensación extraña y contradictoria, pues estaba furioso por la traición, pero mi pene se había endurecido y realmente la situación me había puesto caliente. 😍

 Así seguimos unos minutos más, Nino follándose a mi novia y yo mirando por la ventana. Mariela tenía la cara aplastada contra unas carpetas que estaban en el escritorio, gritando de placer, Nino arremetiendo con fuerza contra su concha, hasta que en un grito simultáneo de ambos, se corrieron.

Parecía que le había derramado un litro de semen

No terminaba nunca de acabarse y cuando se la sacó, quedó derramado en el vidrio del escritorio un montón de líquido.

 Mariela se incorporó, se enfrentó a Nino y se agachó, tomó la verga ya medio blanda y con la lengua se la limpió, estiraba el pene para que salieran los restos de semen y cuando asomaba una gota en la punta, se la tomaba, luego se incorporó y comenzaron a acomodarse. 😆

 En ese momento me nacieron unas ganas terribles de chuparle esa concha llena de semen a mi novia. Sabía que ella en cualquier momento pasaría al baño y se lavaría, así que no perdí tiempo, raudamente volví sobre mis pasos y me dirigí directamente a la oficina de Nino, golpeé la puerta y la entreabrí, preguntando si podía pasar.

 Menuda sorpresa se llevaron ambos, Nino si bien estaba nervioso, inmediatamente tuvo los reflejos de un astuto abogado, apenas me vio la cara, exclamó, que sorpresa Mariela vino a darme un informe que había quedado pendiente (e invocó una causa que lleva ella y de la cual yo no tenía la menor idea, por lo cual la excusa era perfectamente viable). 😵

Mariela en cambio estaba roja y muda, se había quedado sin habla y disimuladamente se acomodaba la ropa y el pelo. Nino, haciendo como que ya habían terminado, se apresuró a cerrar la ventana y dirigiéndose hacia la puerta de oficina, nos invitó a salir apagando las luces y cerrando la puerta.

 Ya en la salida principal y mientras Nino se despedía, hice como que me acordé de algo y dije que se fuera que yo cerraba, mientras retenía a Mariela de la mano. No bien se fue Nino, Mariela intentó ir al baño, pero yo no la dejé y comencé a besarla, ella estaba incómoda, sus bragas estaban todas mojadas con semen y le urgía ir a lavarse. Me dijo que quería orinar, pero no le hice caso y la seguí besando, la senté en un sillón, le abrí las piernas y hundí mi cara en su concha. 😁

Sentí el olor a sexo reciente

Comencé a lamerle las bragas luego la corrí, metí mi lengua en su vagina y sentí el gusto del semen de Nino. Mariela no decía nada, pero mi lengua hurgando su concha comenzó a gustarle, le dije que rico gusto que tenía hoy su flujo, ella sonrió, y seguí chupando hasta que se corrió, a esa altura mi calentura era total, saqué mi polla y se la metí, ella exclamó un pequeño grito de dolor, me dijo que la tenía un poco irritada, pero ya no importaba pues comencé a correrme.

En el viaje de bodas, le confesé a Mariela lo que había visto y sentido. De ahí por mucho tiempo, Nino se la siguió follando y yo chupando la concha de Mariela recién cogida. 😛

Mis cuernos fueron creciendo día a día

Nino no perdía ocasión para follarla, inventaba viajes de trabajo, su predominio sobre Mariela, cada vez era mayor, le regalaba lencería erótica, le hacía fotos desnuda y cogiendo con él, ella nunca se negaba.

Él tipo realmente la ponía muy cachonda, cuando teníamos sexo, me repetía que Nino era su macho, que quería que la preñe, y un año después quedó embarazada, los dos sabíamos quién era el padre. 🥰

Estuve ausente por trabajo un mes y las fechas no coincidían, pero decidimos tenerla, Mariela hizo un relato para Nino, le dijo que él era el padre, que a mí me iba a dar otra fecha que coincidiera con mi presencia.

Nunca blanqueamos mi situación de cornudo y la de él de corneador. Así nació Luisana y por supuesto Nino fue su padrino, él siempre se comportó maravillosamente como tal, así que sin saberlo, ella tiene dos papás, que la aman profundamente. 🤩

Pero estos no fueron mis únicos cuernos, tengo muchos más, pero para otra ocasión.

By: Horacio

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