Mis adicciones sexuales – Relatos xxx

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Soy demasiado caliente, me la pasó pensando en sexo y busco siempre tenerlo, a mis 22 años tenía 4 novios, el día del amor y la amistad me las arregle para verlos ese mismo día, y cada uno me llevó al hotel a coger, en realidad me la pasé tan bien, que a partir de ahí se volvió un reto el día que tuviera más sexo con diferentes personas, siempre me ha gustado pensar y saber que tantos hombres me la han metido y sobre todo lo he disfrutado, a habido mujeres que me ven muy mal por esa adiccion que tengo al sexo, me han llamado hasta mingitorio, nunca nadie me ha orinado, ellas se refieren a que me sacan su verga, pues si he visto y tenido muchas dentro de mi.

Por esta razón es que me la pasaba buscando la manera de conseguir sexo de cualquier manera y sobre todo con quien fuera, así que mientras menos ropa mejor, mientras más enseñara pues más lograba, lo extraño es que a los chicos que más les gustaba que yo me arreglara y me viera así, se volvían mis novios, les gustaba tener a una puta con ellos a su disposición, y sobre todo les encantaba ver lo que causaba a los demás hombres, los hacía sentir muy afortunados de que ellos tuvieran a semejante mujer sexy y cachonda a su lado, por lo menos dos de ellos si me lo dijeron así, pocos fueron los que me limitaban, en el que a cierto tiempo ya se sentían con derecho de exigirme de no ser tan exhibicionista, yo lo único que les decía era pues deja de comer o respirar y yo dejo de ser lo que soy, ya cuando se ponían en ese plan la verdad es que ya no me gustaban tanto y había quien estuviera más interesado en mi y sin ser noviesitos.

Entre tanto y tanto conocí chicas que también eran bastante calientes, me hice amiga de dos de ellas, así que entre las tres nos compartíamos a los amantes.

Un buen día una de ellas Eve, nos propuso ir a trabajar a un putero, no tendríamos que andar en la calle topándonos con fulanos horrendos que más que ganas de tener sexo con ellos, daban miedo, no fue fácil armarme de valor, sabrá dios por qué, pero me convencí de que ganaría dinero, tendría quien me cuidara y seguro habría hombres para mí, así que pues finalmente nos metimos, al principio para adaptarnos, estaba bien, tranquilo, seguía vistiéndome súper puta, pero ahí dentro podía estar con hilos amarrados a los pezones y nadie te decía nada, todo lo contrario a los hombres mientras más caliente te veas más te elijen, así que me dedicaba a buscar lencería súper erotica y así me paseaba por la casa, por fortuna siempre había trabajo, y nunca me faltaba el sexo, y pues si ganaba bastante bien por qué además ellos se la pasaban haciéndome regalos, no solo a mí si no a todas.

Había temporadas buenas y malas como en todo, pero no me fallaban mis clientes, que además eran los que tenían la verga más rica y ellos súper cogelones, me cogian muy rico, pero hubo un día en especial que faltaron algunas chicas y solo estábamos 5 en la casa, y pues todos decidieron que tenían ganas de hecharse un palito, yo llegaba temprano a trabajar por qué por las tardes me iba a al gym y a hacer mis compras de mi comida del día siguiente, pero ese día no fue así, estuve siendo cogida hasta la hora de mi salida, llevaba 26 clientes, porque los estábamos sacando rápido para que no se fueran y la casa no perdiera, total, seguí trabajando tiempo extra, y ese día logre que me metieran 38 vergas en un solo día, me la pase súper, la verdad es que con muchos tuve mis orgasmos, estaba feliz pero termine muy cansada, me dolía mi panocha, cada que me iba a limpiar me lavaba con agua fría, para que se desinflamara.

Dure varios años trabajando de puta, bueno ya era puta pero no me pagaban, y he de decir que estoy muy orgullosa de que miles de hombres me la han metido, lo he disfrutado y no me arrepiento.

En ese inter conocí al que ahora es mi esposo, en ese entonces me di un descanso porque estaba más que cansada de tantos hombres, lo extraño era que igual quería tener mucho sexo y me daba a la tarea de hacerlo pero no con cualquiera, el también era súper caliente así que en cualquier rinconcito, nos metíamos para un rapidín, le confesé que trabajaba de prostituta y parece que le dije que se ganó la lotería porque el hecho de solo decírselo lo puso tan caliente que me cogio con toda la gana en su auto en un estacionamiento de un centro comercial, pero como si eso se tratara de un premio más para mí, me hizo sentir que el que la gente me viera mientras me están cogiendo me volvió loca, me la pasaba buscando la manera de ser vista mientras cogia, me hacía sentir como en una película porno, donde pudieran ver a detalle lo que me hacían, levantaba la pierna para que se viera como entraba y salía su verga de mi muy empapada raja. Había ocasiones que si salíamos de la ciudad nos deteníamos por cualquier lugar en un campo o en un lugar un poco más solitario me quitaba la ropa y le pedía que por lo menos me metiera los dedos aunque la mayor parte del tiempo terminábamos cogiendo, después de eso nos subíamos al auto y reclinaba el asiento hacia atrás y así completamente desnuda entrábamos en la ciudad, me encantaba cuando se paraba junto a los autobuses porque podía ver quién me estaba viendo y si era un hombre el que estaba atento a mi, le guiñaba un ojo o le mandaba un besito, eso a mi novio Víctor lo volvía loco le encantaba, si se trataba de alguna señora que no le pareciera lo que veía normalmente ellas se voltean indignadas, pero si era una chica que se sonreía yo también le sonreía.

Después de un tiempo deje de trabajar de puta porque tenía algunas otras cosas importantes que hacer, mi mami se me enfermo, y quería hacer mi posgrado, así que lo deje, lo extrañe pero me sentía bien, seguía teniendo sexo, pero no tan salvaje como 20 o 30 al día, así que un día por escuchar en algún lugar me enteré de las parejas SW, así que me di a la tarea de localizar un bar, e invite a mi novio, muchas parejas dispuestas a intercambiarse, viéndose entre sí con alguien más, pasando al frente a una para que se la cojan los strippers… buuummm!!!!!! Me voló la cabeza, y lo mejor de todo yo estaba viendo a Vic como se cogia a una chica del grupo, wow! Me volvió loca verlo, como se la metía a alguien más, ella estaba sintiendo lo que me hacía sentir a mi, ella lo estaba disfrutando, escuche el momento en el que ella se venía, estaba teniendo un orgasmo con la verga de mi novio dentro de ella, ella se estaba restregando en los testiculos de mi novio, mientras a mí me estaba cogiendo quién sabe quién, no de verdad me encantó ver a mi novio, de verdad me pareció increíble, estaba vuelta loca de que mi vida Sexual fuera tan placentera y que además mi pareja me la sazonara aún más. Platicando todas esas sensaciones, llegamos a la conclusión evidente de que soy adicta al sexo, soy exhibisionista, vouyerista, y además muy compartida. Es por eso que seguiré contando todas mis experiencias,porque recordar es volver a vivir y de verdad que contarles esto me calienta de nuevo!

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