Mini manual de sexo anal femenino
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Estos son los pasos más sencillos para disfrutarlo
Educar el ano para ser follado es un proceso largo y que con varios pasos. No tiene nada que ver con lo que se ve en las películas porno en las que la polla entra hasta los huevos en el primer golpe. Lo primero es cuidar la higiene para no encontrarse con resto desagradables. Así que antes de empezar los ejercicios hay que ponerse un enema para vaciar los intestinos. También se puede usar la manguerita de la ducha.
Desenroscando la alcachofa de la ducha, se lubrica el final de la manguera con gel y lo introduces suavemente en tu ano. Usa tu dedo para abrir el agujero previamente y juguetear para que se vaya acostumbrando. Solo hace falta meter la manguera un par de centímetros y aguántala con la mano mientras abres los grifos procurando que el agua este templada. Notaras como el agua va entrando en tu interior hasta que sientas el vientre tenso, entonces retira la manguera para que salga. El agua saldrá sucia y es necesario repetir el proceso para que quede todo limpio, veras como a la tercera o cuarta vez saldrá limpia, entonces lávate bien el culo con gel perfumado para eliminar cualquier olor y ya estarás preparada para comenzar.
Es necesario darle elasticidad a los músculos del ano
En los sex-shop puedes encontrar un juego de consoladores especiales que van aumentando de grosor, desde algo así como un lápiz a cosas realmente gruesas. También puedes usar un poco de bricolaje sexual, y convertir unas cuantas verduras en tu Kit personal de iniciación anal.
Vale, ahora en serio. Las zanahorias dan muy buen resultado, porque puedes encontrarla de todos los tamaños y son lo bastante duras para que no se rompan en el pero momento. Solamente hay que lavarlas bien y ponerles un condón.
Usa siempre lubricante
Siempre hay que usar lubricante, y su elección en muy importante. Si usas aceite corporal, glicerina u otro lubricante con base de petróleo al día siguiente la mucosa anal estará completamente irritada y habrás conseguido pasarte un par de día rascándote el culo. Usar comida como mantequilla o yogur deja mucho que desear. En las farmacias y los sex-shop venden cremas especiales que además de lubricar dilatan el ano. Pero para las vergonzosas siempre queda la crema de manos que da un resultado perfecto.
El primer día usa solo tus dedos para explorar los limites de tu ano.
Tiéndete boca arriba en la cama y comienza a hacerte una rica paja, cuando estés bien excitada usa una mano para comenzar a tocar tu ano mientras la otra no deja de tocar tu lindo clítoris. Recuerda untar tu dedos con lubricante y has círculos sobre el ano con la punta de los dedos, inmediatamente notaras lo sensible que es. Hazlo todo el tiempo que quieras hasta que te apetezca comenzar a metertelo. Descubrirás que es más fácil de lo imaginabas. La lavativa, la excitación y el masaje habrán facilitado tanto las cosas que prácticamente el ano se abrirá solo para tragarse el dedo.
¿Qué tal? ¿Es delicioso, verdad? Vamos sigue jugando con tu coño mientras comienzas a mover el dedo, no te limites a meterlo y sacarlo. Combínalo con momentos circulares que te ayudaran a abrir más el ano. Tómatelo con calma y cuando te sientas preparada coge un poco más de lubricante e inténtalo con dos dedos a la vez.
Ahora sentirás el ano tensado y el primer día no conviene intentar nada más, así que masturba a la vez tu culo y tu coño hasta alcanzar un el placer, disfruta del orgasmo con tu ano bien abierto.
En los días siguientes repite todos los pasos y ve probando con los juguetes, aumentando poco a poco el tamaño. No seas egoísta e incluye en estos ejercicios a tu pareja, además de ayudarte seguro que los disfrutara tanto como tu. A medida que tu ano se vaya acostumbrando iras experimentado nuevas sensaciones pero ninguna tan increíble como la de recibir una verga autentica.
Normalmente con una semana y media de ejercicios ya estarás preparada, pero solo tus sabras mejor que nadie cuando ha llegado el momento. Entonces debes preparar todos los detalles con mucho cuidado. Pon especial interés en la lavativa y deja la crema hidratante sobre la mesilla de noche, por lo que pueda pasar.
Debe haber caricias previas antes de la penetración
Ahora es responsabilidad del hombre preparar tu culo para ser penetrado, en medio de todas las caricias previas, debe ir prestando cada vez más atención al ano, hasta terminar haciéndote un delicioso beso negro o follandote con los dedos mientras te unta bien de crema y que así te vayas dilatando.
El sexo anal se puede practicar en casi las mismas posturas que el vaginal, claro que hay posturas en las que resulta más facil, como la clásica a cuatro patas, o la del cañón. Pero para las primeras veces recomiendo que la mujer este sobre el hombre, bien agarrada a la cabecera de la cama o apoyada sobre el pecho del hombre. Así podrás dejarte caer sobre la polla, de esa manera tu misma te iras clavando a tu gusto.
Los hombres también necesitan preparativos. Comienza haciéndole una mamada par oponerlo a punto y luego date el gustazo del untarle la crema por todo lo largo.
Debe haber bastante lubricante en tu culo y en su polla, pero si hay en exceso todo se volverá demasiado resbaladizo y en vez de ayudar solo servirá para complicar las cosas.
Recomiendo envolver con una toalla la base de la polla, sobretodo si es lo bastante grande para merecer ese nombre. Una toalla de bidet será la más adecuada. Enróllala y luego has un rodete alrededor de la polla. Esto servirá como tope para que las primeras penetraciones no sean demasiado profundas, cuando tu culo se haya acostumbrado al tamaño de la verga, podrás quitar la toalla y disfrutarla a todo lo largo.
Controla la penetración en todo momento, agarra bien la polla y llévala tu misma hasta la entrada, y sigue agarrandola durante las primeras embestidas para evitar que se salga por accidente, además para los hombre es una sensación muy agradable penetrarte y que a la vez lo masturbes con la mano, de esa manera toda su polla disfruta aunque solo tengas dentro la punta.
Usa un ritmo lento y al principio parate al menos para dejar que el ano se acostumbre y aprovecha para poner más lubricante. Las prisas y las bravuconadas solo sirven para provocar dolor y desgarros anales.
Con paciencia te la clavaran hasta los huevos y aun pedirás más.