Desde que me casé con Gabriela todo era y es fantástico. Una vida normal sin hijos, ella al igual que su viejo Néstor abogados, el ya jubilado, mi suegra Aidé, una gringa de aquellas, mujerota por donde se la miré, siempre le decía a Gabi, mi mujer que no había heredado nada de su vieja, que si por lo menos le hubiera salido el orto de ella estábamos bien.
Un año coincidimos en irnos de vacaciones los 4 a la costa, 15 días sin laburo por fin vacaciones, llegamos a una casita apartada de la ciudad que alquilo mi suegro, y el día estaba para la playa, pasamos ese día cagándonos de risa, y pasándola bien, al llegar la noche cenamos y nos pusimos a descansar. 😃
Al otro día me levanté y fui a la cocina allí estaba Aidé ya enfundada en su vestido blanco donde se le notaba su malla, la mire, siempre me gustó su orto, me lo imaginaba duro, pregunté por Gabi y Néstor, habían ido a comprar algo para comer, ¡estamos solitos, yerno!. Se me cruzaron muchas cosas por la cabeza, para decirle, pero solo sonríe, ella continúo.
¿Cómo te fue anoche con Gabi Carlos? ¡no se escuchó nada! Parecía una nena preguntando esas cosas, ¡yo tampoco escuché nada suegrita! Dije riéndome. ¡No ya tu suegro no está para esos menesteres! ¡la verdad es que yo necesitaría un amante, no se! ¡alguien que me banque de verdad!. Casi se me cae la taza de lo que escuchaba de mi suegra. 👩
Yo no tengo problema Aidé, aparte estas muy bien. Allí mi suegrita es como que relajo, tomo el celular y me hizo señas de que me calle, comenzó hablar por celular y allí aproveché la ocasión, fui por detrás de ella y comencé a manosearle el orto, juro que me sentía como un púber por perder la virginidad.
Mis manos apretaban y manoseaban ese glorioso orto, subí su vestido, mi pija durísima. Aidé hablaba por teléfono y me dejaba hacer, corrí su bikini y sentí que mi suegra tiraba para atrás su culito como dándome la bienvenida, juro que estaba mojada, y empecé a penetrarla muy suavemente, mi pija entraba y salía de su conchita.
Ella movía sus caderas disfrutando también, mis manos manoseaban y apretaban sus hermosas tetas, Aidé se dejaba hacer. Sus gemidos eran suaves, no sé si era la calentura, pero acabe en minutos. Aidé salió como corriendo y me dijo ¡guarda eso que ya llegan!. Solo guarde mi pija y mi señora y mi suegro traían las facturas. 🚕
Ese día en la playa no pare de mirar el orto, las tetas, las piernas, su boca, su pelo, me sentía caliente por mi suegra, que mujer me decía por dentro, llegando al mediodía mi suegro dijo que vallamos a buscar algo para almorzar, nos mandó a mí y a ella, porque tanto Gabi como el habían ido a buscar a la mañana, nos tocaba a nosotros.
Aidé me miro se puso su vestido blanco y fuimos, mi corazón se aceleraba, apenas nos alejamos un poco Aidé me dice ¡deja de mirarme la cola, se re nota jaaa! ¡me encantó lo de hoy Carlitos por favorrrrr! ¡me tenes loco querida!. 😎
Reímos y seguimos caminando a comprar, para que contarles que esa noche me la garche a Gabi como hacía tiempo no lo hacía. Tratamos de todas maneras posibles volver a coger en las vacaciones, pero no se pudo, nos matamos a pajas por cam, a fotos, llamadas.
No vemos la hora que se termine esta mierda de la pandemia para garcharnos a tope, quiero y la deseo con toda mi pija.
By: Carlos