Mi segunda vez con mi amante
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PARTE 1 / 3
Aquella ocasión me recogió en otro pueblo, al que llegué en mi auto conducido por mi esposo de quien me despedí con un “nos vemos más tarde” con una mezcla de inquietud y nerviosismo, aunque mientras el conducía, lo miraba de reojo, lo noté con un rictus de aprehensión, pero yo estaba más pendiente de mi encuentro, eso me tenía super mojada, sentía mi vagina como se iba llenando de abundantes líquidos que mojaban mi entrepierna, iba prácticamente empapada, al bajarme caminé unos pasos, llamé a mi macho.
Al poco rato me subí a su auto y el saludo fue con un beso en la boca, muy apasionado, cargado de ganas mutuas de comernos allí mismo, estaba muy caliente y relajada, tanto, que mi ano latía y mi cuca estaba convertida en una interminable fuente de jugos. La imagen de mi esposo fue a parar a la papelera del olvido, estaba viviendo el momento y me proponía a disfrutarlo.
Con mi amante empezamos con una charla amena pero sutil al mismo tiempo, conversábamos de su viaje para el encuentro que estaba en progreso. Mientras platicábamos me contemplaba toda, de manera lasciva y su mirada iba a parar a mis grandes senos que se mostraban voluminosos por el escote del vestido y mis pezones erectos, turgentes, sobresalían en la tela apuntando hacia adelante llamando su atención y que de seguro imaginaba su boca devorándolos.
Me preguntó sí quería tomar unas cervezas a lo cual accedí, se detuvo en un market y compró el trago ofrecido para amenizar el encuentro.
No llevaba interior
Mientras él conducía yo empecé a mover mis piernas y a acomodarlas de tal manera que se note que no llevaba interior lo cual no demoró en surtir efecto, al darse cuenta me dijo: ¡huy ha venido así!, – mordiéndose los labios – y luego exclamó que quería comprobar si estaba como en una foto que había visto donde mi vulva se mostraba mojadita, alborotada por la escapada que me iba a pegar y es así que no dudó en mandar su mano a mi cosita y hacer tacto con su dedo, el cual al sacarlo salió embadurnado de mis jugos y aproveché llevando mi mano a su paquete que ya estaba como un fierro.
Yo iba más alborotada, era un mar de emociones por ese preámbulo en el auto. Luego subió al auto, destapó un par de cervezas y brindamos por ese nuevo encuentro y empezamos a tomar mientras recorríamos la carretera en busca del motel donde íbamos a dar rienda suelta a nuestra sexualidad y yo bien desinhibida entregada tal cual como mi esposo me lo había recomendado que me comportara como toda una puta y que me dejara llevar.
Así fue que llegamos a un motel en las afueras del pueblo entramos a la habitación llevando las bielas entramos pagó el servicio mientras yo colocaba mi cartera en la mesa y encendía el A/C él se me abalanzó, nos abrazamos y besamos metió mi mano en medio de mis piernas acariciando mi chepa y metiendo su dedo hasta el fondo de manera que yo colaboré abriendo mi pierna y subiéndola a la cama para facilitarle el trabajo, me empezó a arrancar alaridos de gusto y yo también aproveché para agarrarle la verga.
Me sacó el vestido, el brassiere mientras mis manos sacaban su camiseta y desabotonaba su pantalón el cual con su ayuda terminó sacándolo junto con su bóxer en ese momento tomamos un trago de cerveza y me tiró a la cama a besarme y mamar mis tetas que ya hace rato se notaba que tenía ganas besó mi cuello y me prendí en su boca mientras su mano traviesa metía su dedo en mi pozo lleno de jugos.
El hombre desesperado porque quería meter su fierro duro en mi cueva empezó a frotar la cabeza de su pene en mi clítoris y en toda la extensión de mi chepa antes de meterla le pedí que se colocara el condón, lo hizo y entonces me metió de golpe su cuerpo venoso, arrancándome un grito de desesperación y angustia por la embestida brutal, luego vinieron en cascada los gritos placenteros y en ese mete y saca arrancaba mis gemidos y alaridos de lo bien que sentía su verga dentro de mí mientras los besos lujuriosos y ensalivados, las mamadas a mis tetas y mis pezones erectos no se hacían esperar y me la metía más y más mientras que yo lo acompañaba.
PARTE 2 / 3
Con el vaivén de mis caderas, mis aullidos de loba arrecha llenaban la habitación y con las manos lo agarraba y lo pegaba más a mi cuerpo pidiendo que la hundiera más, le gritaba que me de mas y que no se detenga, le balbuceé que estaba muy rica esa verga hurgando mis entrañas.
Luego me monté encima de él metiéndole mis tetas en su boca mientras yo lo cabalgaba de manera acompasada y agitada como yegua me empotraba más y más, esa es la pose que me encanta y él metía más y más su verga y yo estaba como poseída pidiéndole que me la meta más y más y soltaba gemidos y gritos desesperados por la rica culiada que estaba pegándome hasta que ya no pude controlarlo y deje que mi leche salga de mi interior llegando así a mi primer orgasmo.
La baba me salía por la comisura de los labios y no podía ni articular palabra alguna de lo perdida que estaba, nos desconectamos unos minutos para tomar cerveza y recobrar el aliento.
Esperado sexo anal
Minutos después me pidió que me pusiera como perra en cuatro patas entonces me agarró de las caderas y metió su verga en mi chepa nuevamente mientras apretaba mis nalgas y con su dedo estimulaba mi ano y poquito a poquito lo introducía y seguía bombeándome mientras me movía, luego sacó su pene y lo metió en mi culo poquito a poco hasta que entró todo y empezó a meterlo y sacarlo mientras golpeaba mis nalgas con su pelvis así fue subiendo de intensidad arrancando gemidos intensos y fuertes alaridos que retumbaban en el cuarto.
Bebimos un sorbo de cerveza y volvimos a los besos y caricias mientras el descansaba un poquito luego de faenarse a su hembra que estaba totalmente entregada a sus deseos, luego se volcó encima mío frotó su verga en mi chepa y luego la clavó sin condón dentro de mí, mientras lo abrazaba con mis brazos y piernas, subió la intensidad de las embestidas, así está más sabrosito exclamó él, qué rico así me gusta, deme verga, culee a su puta, soy suya papi, le decía yo, métamela más, culearé siempre con usted mi amor, de aquí en adelante serás mi amante fijo mi único hombre, no te detengas.
Chucha eran mis exclamaciones lo cual el seguía al pie de la letra mientras nuestras lenguas se enroscaban en un verdadero festín de lengua y boca, empecé a sentir que su respiración se aceleraba más y con su gemido noté que alcanzó su primer orgasmo llenándome de litros de leche mi chepa, mi mente un poco confundida entre el tremendo deseo y la arremetida que estaba viviendo con esa rica verga me llegó una alerta al no estar tomando anticonceptivos y con miedo de salir preñada, fui de inmediato al baño a lavarme y luego el también me acompañó en dónde nuevamente mi boca buscó la suya.
Mi mente se puso en modo de puta, luego salí y me acosté en la cama mientras esperaba que él saliera, se bañó salió y se acostó junto a mí abrazándome. Luego me pidió que le diera un trago serví para los dos y nuevamente nos acostamos dando paso a los besos y caricias de parte y parte, yo agarrando su verga empecé a mamársela, chupaba todo ese tronco, me lo metí profundamente hasta que me produjo arqueadas pero al mismo tiempo gran cantidad de saliva, estaba degustando esa verga con muchas ganas con verdadero placer y hambre y el se dedicó a acariciar mis tetas, mi chepa y mis nalgas.
Al sentir que estaba ya un poco repuesto se levantó y me jaló hasta el filo de la cama y clavó su falo en mi jugosa vagina que seguía sedienta, mientras agarraba mis piernas suspendidas en el aire y seguía dándome sin parar, yo de manera muy morbosa, gimiendo y entre susurros y exclamaciones entrecortadas por lo que estaba sintiendo le preguntaba sí le gustaba lo que hacíamos a lo que él respondía que sí, que estaba sabrosito, esa era su forma de expresar su ardor y excitación, luego se tiró encima mío y besándonos seguía empujando su miembro haciendo que le agarre el gusto y mamándome una teta hizo que mi volcán vaginal desborde de leche otra vez en ríos interminables, me tenía gritando como posesa, mis jugos brotaban y mi boca no articulaba palabras, solo gemidos intensos y balbuceos, mi mente estaba
PARTE 3 / 3
Anulada, con la fenomenal culiada que estaba recibiendo y que hace rato no la vivía, en mis adentros logré desear que siempre iba a ser suya a partir de ahora, respiraba profusamente, jadeaba y la saliva se escapaba por la comisura de mis labios.
Luego hizo que me volteee y me ponga en 4 y metió su verga nuevamente en mi cuca que estaba espumada de la leche y empezó a darme suave despacio y luego fue subiendo de tono hasta darme duro mientras yo colaboraba con los movimientos y lo incentivaba diciéndole que estaba rico que siga que no pare, que yo le pertenecía que quería siempre su rica verga y empecé a sentir que un pequeño orgasmo venía otra vez fue un poco más corto que los anteriores como que no salió toda la leche completamente.
Sacó su verga chorreando de mis jugos y la metió en mi ano que estaba dilatado de lo excitada que estaba, de lo perra que me sentía, yo deseaba esa verga y la mejor forma de demostrarlo era que estuviera metida en mi culo, que era suyo completamente, le agarré gusto nuevamente arrancando gemidos de tal manera que hasta sentí una sensación de querer orinar intenté expulsar la orina acordándome de los tips de mi esposo pero no pude, apenas solté unas gotas es así que el se daba gusto con mi culo hasta que lo llenó de leche.
Al parecer ya estaba exhausto así que se dio por terminada la faena, aunque yo seguía lujuriosa y estaba dispuesta a seguir recibiendo verga, solo necesitaba descansar unos minutos ya que mi chepa y mi ano seguían hambrientos. Nos bañamos luego nos vestimos ya me puse mi interior que lo llevaba en la cartera y cuando ya nos alistábamos para salir me tiró nuevamente a la cama nos besamos.
Empezó a sacar su miembro
En ese momento ya había recuperado algo de cordura por lo que le pedí, muy a mi pesar, que ya no, que ya debíamos irnos pero el insistió un poquito más y accedí porque realmente mi cuerpo no quería salir de allí ni quería que ese encuentro se terminara, yo quería seguir culiando, estaba tan arrecha que mi chepa seguía empapada y deseosa al igual que mi ano y la prueba fue que me la clavó otra vez y el encontró que mi cueva estaba inundada de jugos suyos y míos y mi calentura estaba a millón.
Si el me lo hubiera pedido seguramente hubiera aceptado seguir toda la noche. Solo era cuestión de apagar el cell después de enviarle un msj WhatsApp a mi esposo de la decisión, claro que eso seguramente significaría el divorcio y yo no quería eso, amo a mi marido y amo las locuras y travesuras que él mismo me ha propuesto.
Después de unos 5 minutos nos despegamos no sin antes besarnos de manera muy caliente y con ganas de seguir de ambas partes, el se levantó se subió el pantalón acomodó mi interior me ayudó a levantarme, me besó nuevamente y me dijo vamos, subimos al carro y me trajo de vuelta a mi ciudad, mi chepa iba latiendo con los jugos seminales de mi amante de los últimos cinco minutos que su verga estuvo dentro mío y mi boca llevaba el sabor de la suya.
Mi esposo me recogió yo iba relajada y apenas comenté alguna cosa que no recuerdo, mi marido percibió el olor a sexo y a puta que me había quedado después de esa maratónica culiada con mi amante que ni crucé palabra alguna con el, mi mente seguía pensando aún en esa verga que había renacido mi despertar sexual.
Llegué a la casa directo al baño para atender a mi esposo. El resto ya es historia.
By: Gloria 😊