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Mi primera vez por el culo con mi cuñado

Mi nombre es Eduardo de 35 y soy casado desde hace ya varios años, Trabajo por mi cuenta haciendo consultoría a personas y empresa y en algunos casos tengo que trabajar desde mi casa. Mi esposa trabaja para un periódico en el área de encuestas, por lo que viaja constantemente. Mi cuñado Héctor vive en casa con mi esposa y yo, el trabaja en un bar como a tres horas de distancia de la casa por lo que prefiere quedarse en su trabajo los días que abre el bar y los días que cierra, que son de domingo a martes se queda en nuestra casa, el es un hombre soltero de 50 años de edad y muy tranquilo.

Debo confesar que yo soy bisexual de closet, nadie sabe eso de mi, y que de repente me doy mis escapadas a cines porno donde muy de vez en cuando conozco a algún hombre con el que puedo pasar momentos agradables haciéndoles sexo oral y cuando hay buena química entre ambos, hasta llegamos a tener sexo en algún hotelito cerca del cine. En esos momentos soy pasivo y me encanta ser penetrado por esos desconocidos, sintiendo como me hunden su verga en lo mas profundo y me hacen sentir lo mas delicioso del sexo.

La historia que voy a contar a continuación se trata de cuando mi cuñado y yo tuvimos una rica noche de sexo desenfrenado.

Como comente al principio, Héctor trabaja como encargado de un bar, el hace las compras de lo que se requiere, hace los pagos a los empleados y también se encarga de algunas cosas de mantenimiento menores, tales como arreglar algún contacto de luz, o cambiar focos, o cositas así. Un día, tuvo que reparar la conexión de una lámpara que estaba colgada del techo, pero como no tenia escalera, se le ocurrió acercar una mesa y sobre ella poner una silla. Se subió a la mesa y a la silla para hacer la reparación, pero la silla se resbalo de la mesa y el callo sobre sus rodillas a la mesa lastimándose bastante fuerte las rodillas. Ese domingo el fue al medico para que lo revisara y este le dio medicamento para el dolor y llego a la casa bastante lastimado.

Esa semana le había tocado a mi mujer trabajar fuera de la ciudad, y yo tenia trabajo que podía realizar en mi casa.

Toda la tarde se la pasó quejándose del dolor que sentía en las rodillas y piernas y en tono de broma me dijo que tenía que sobarle las piernas para que ya no le doliera, yo también bromeando le conteste que no fuera nena y que se aguantara como los machos. A la hora de la comida, aprovechamos para tomarnos unas cervezas y me dijo otra vez que necesitaba un masaje en las piernas para ver si con eso se le calmaba el dolor, yo le dije que se portara bien conmigo y que por la noche lo pensaría, después de la comida me dijo que se le antojaba tomarse unos vodkas con jugo de piña, y pues como la tarde estaba calurosa yo también me tome unos con el.

Ya para la noche estábamos un poco contentos, aunque el un poco mas que yo, quizá por la medicina que estaba tomando y que le hizo que se le subiera un poco mas el vodka, me dijo que estaba cansado y que se iba a recostar, y me volvió a insistir en que le sobara las piernas, le conteste que me diera unos minutos y que iba a su cuarto para sobarle, pero que la verdad no tenia ganas de hacerlo, el me contesto que me iba a compensar si hacia lo que me pedía.

Fui a su cuarto después de unos minutos y le pregunte que como se sentía, me dijo que bien, pero que si necesitaba que le masajeara las piernas, que por favor le ayudara con eso, le dije que estaba bien, después de tanta insistencia, pues no me quedo de otra, así que me senté en la orilla de su cama junto a sus piernas y el se quito los pantalones, me paso una crema de árnica, que se supone que es buena para aliviar el dolor en estos casos de golpes, se acostó boca arriba y empecé a sobarle de las rodillas hacia arriba, pues era donde me decía que le dolía.

Mientras le sobaba las piernas, como que me iba poniendo cachondon, entre el vodka y estar tan cerca de la verga de mi cuñado, se me subían las ganas de hacer una rica mamadita.

Me acomode un poco mas hacia arriba, y le dije a mi cuñado que a mi me dolía la parte de debajo de la espalda, y le pedí que mientras yo le sobaba las piernas el me sobara la espalda y así lo empezó a hacer, yo cada vez me ponía mas caliente y le decía ?que rico se siente?, y gemía, mientras le sobaba la parte interna de las piernas y cada vez mas arriba, mas cerca de su verga, en eso note como se le empezaba a poner duro su pedazo de carne, y me emocione, pensé que tal vez podría llegar a darle sexo oral, y le pregunte, que como sentía el lo que yo le estaba haciendo, y me dijo que sentía muy rico yo le conteste que también la manera en que el me sobaba la espalda me estaba gustando muchísimo, y gemía cachondamente sin dejar de mirar su verga y ver como esta se iba levantando cada vez mas.

Yo me agache un poco, acercando mi cara a su verga y le pedí que siguiera sobandome la espalda, que me gustaba mucho, mientras mis manos subían y bajaban por sus muslos, acercándome cada vez más a sus huevos, a su verga, hasta que ya no pude mas y me decidí a tocarle los huevos, se los acaricie un poco, y como no me decía nada, pues moví una de mis manos hacia su verga y también se la empecé a acariciar, en eso note como su mano que estaba en mi espalda comenzaba a bajar hacia mis nalgas y me las acariciaba, eso me dio luz verde para sacarle su rica verga del boxer y acercar mi boca a ella, me acomode y se la comencé a mamar, la tenia ya durísima y bastante babeante de liquido preseminal, yo estaba feliz, no la quería ni sacar de mi boca, mientras el no dejaba de acariciarme las nalgas y poco a poco iba acercando su mano a mi ano, hasta que uno de sus dedos logro entrar en el, yo sentí delicioso y gemí de placer y pensé que si me acomodaba y le levantaba el culo, el podría dedearme mejor, y así lo hice y el muy entendido me acomodo hacia su cara, se puso uno almohada debajo de su cabeza para estar mas cómodo y me empezó a lamer el culo, me metía su lengua hasta adentro, me chupaba y me metía el dedo y yo le mamaba su deliciosa verga y le acariciaba sus ricos huevos.

Después de un rato de gozar de este delicioso 69, me dijo ?te quiero coger?, ?meterte hasta adentro toda mi verga?, yo feliz me acomode y me puse de perrito ofreciéndole por completo mi culo, el se paro en el piso a la orilla de la cama, me jalo hacia el para acomodarse y me la empezó a meter poco a poco, yo sentía delicioso como iba entrando en mi ano ese rico pedazo de carne todo mojado por mi saliva y por su liquido preseminal, cuando ya me la había metido hasta adentro empezó a moverse mas rápido haciéndome gozar muchísimo y así me tuvo por varios minutos, luego me dijo que me acostara boca arriba en la orilla de la cama, me puso las piernas en sus hombros y me la dejo ir toda, hasta adentro de un solo golpe, yo sentí que me partía en dos pero al mismo tiempo sentía el placer mas grande dentro de mi culo, me la metía y sacaba bastante rápido y muy fuerte, yo gemía muchísimo, pues sentía delicioso, hasta que el también empezó a gemir muy fuerte y se detuvo con toda su verga dentro de mi, llenándome de su leche caliente. Cuando se pudo recuperar y aun con su verga dentro de mi me miro y sonriendo me dijo ?es el mejor masaje que me han dado, tenemos que repetirlo algún día?.

Obviamente después de ese rico masaje ha habido otros encuentros entre mi cuñado y yo, pero ya se los contare en otra ocasión.

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