Mi primera vez con un hombre maduro
Hola! Me llamo Gabriel y les contaré de mi primera vez con un hombre, pero antes les hablaré un poco de mi.
Físicamente soy delgado aunque mis muslos son más grandes y mi trasero es redondo debido a los ejercicios de estos para aumentarlos al igual que mi pecho, mi vientre es plano y mi cabello largo. Debido a estás características me he cruzado con pequeñas experiencias que hicieron cuestionarme mis gustos, desde amigos diciéndome que pasaría por mujer y que podrían cargarme, hasta descubriendo personas en la calle mirándome con agrado y una de ellas acercarse a mi para después de algunas preguntas invitarme a ir con él y tener sexo.
En mi cabeza daba vueltas como me vería de mujer hasta que lo intente con prendas de mi mamá a escondidas cuando me quedaba solo en casa, me veía al espejo y me gustaba como me veía, quería que mis amigos me vieran, quería mostrarme así, pero aún mis pensamientos no iban más allá, no pensaba en hombres cogiéndome, solo en lo calientes que los pondría al verme, fue hasta los 23 años que los penes se me hicieron llamativos, mis ganas de comerme uno fue creciendo al grado de que al ver porno quería ser la mujer en escena.
Buscando me tope con la app de Grindr y aventurado comencé a chatear con todo aquel que me mandará un mensaje o que a mí me gustará, quería conocer a alguien discreto más que nada, respetuoso y en una de esas hasta conocido. Muchos que han estado en la app sabrán que es algo difícil confiar en alguien y quedar, pero después de varios perfiles llegó el mensaje de Luis, un hombre de 37 años, activo, de mi ciudad y que buscaba total discreción comenzó a conversar conmigo, vio en mi perfil que también buscaba discreción y que inundado de información me di cuenta que mi rol era pasivo, se atrevió.
Me dijo que estaba por decir adiós a la app porque las personas de nuestra ciudad eran un poco tóxicas pero que me encontró, coincidíamos en lo que buscábamos, nos dimos tanta confianza y seguridad que comenzamos a planear la cita. Decía ser primerizo con un hombre también, era soltero y tenía un lugar, quedamos en fecha y hora, antes en el chat le había mandado una foto de mi trasero y el me respondió con una de su verga, la cual no sacaba de mi mente.
Nos quedamos de ver en un lugar cerca, lo esperé y al poco rato apareció diciendo mi nombre, me levanté de donde estaba sentado diciendo hola! Me saludo de mano y me guío al lugar, subimos unas escaleras y entramos al departamento, se presentó, me preguntó si me podía abrazar y le dije que si, mi corazón se salía, después de una muy corta plática pasamos al cuarto y me preguntó si podíamos quedarnos en ropa interior y rápido accedí, yo estaba nervioso, excitado pero me sentía seguro, me volvió a abrazar y bajó sus manos a mi trasero y lo acariciaba y apretaba, yo con mis manos acariciaba su espalda, era delgado pero atlético ya que le gustaba correr, baje mi mano a su bóxer y por encima de este apretaba su verga la cual sentía mucho más grande que la mía.
Nos apartamos un poco y le baje el bóxer para ver y era verdad, es más grande que la mía, más gruesa y su cabeza era grande, tan excitante, me preguntó mientras la tenía en mis manos -Quieres hacerle algo? Y sin decir nada me puse de rodillas, me acerque lentamente, saque mi lengua y la probé, su saber fue tan placentero que pronto la metí a mi boca, aunque no lo había hecho antes sabía que hacer, le lamí todo, la metí hasta adentro y cuando estuvo a punto de venirse me separó con cariño y me dijo -aún no, eso fue genial pero aún quiero hacerte mas.
Me levanto, me quitó mi bóxer apretado, me subió a la cama, se puso un condón y se acostó a mi lado de cucharita, me abrazó otra vez y recargo su rica verga en mi trasero, me beso la espalda, tomo lubricante y me lo unto en mi culo el cual punzaba de placer, lo dilató con sus dedos y comenzó a meter su gruesa verga, sentí un dolor intenso que se quitó en un momento y la metió toda, yo arquee mi espalda y el me bombeaba tan rico y con una fuerza en sus piernas mientras yo gemía por dentro ya que no quería hacer tanto ruido.
Después de un rato de mete y saca, mi verga se había encogido, la de el seguía tan firme y me puso boca abajo levantando mi trasero como una escuadra, me tomo de la cintura que al ser delgada lo excitaba aún más la vista que le daba, volvió a meterla con más facilidad y me volvió a follar, acariciaba mi trasero y me daba nalgadas, yo ya me sentía como una mujer entregada a su macho, me giro por última vez poniéndome boca arriba, levanto mis piernas largas de muslos gruesos y los coloco en sus hombros para volver a meter su rica verga, bombeo con tal intensidad hasta que se vino dentro de mi y aunque traía puesto el condón sentí su semen y eso me hizo venir en mi abdomen.
Después de descansar un rato, salió de mi, me pasó papel para limpiar mi abdomen, me pare frente a él me arrodille y le retiré el condón para después lamer lo que le quedó en su verga.
Nos vestimos para salir de ahí y antes de abrir la puerta me tomo el trasero y dijo -que buen culo.
Ya en la calle sentía mis piernas temblar, me dolía el culo pero estaba feliz, nos despedimos para seguir hablando por chat.
Ahí ya no me quedaron dudas de el gusto por los hombres, las vergas y mi rol de pasivo.
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