Mi primera vez con la tía de Lorena
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Quiero empezar este relato con una frase de Lorena: no forcemos el destino, con solo desear las cosas llegan solas y esto me llego, ni siquiera sin pensarlo… Hace días Lorena me pidió el favor de llevar unos productos a casa de una de sus tías, ella es una señora de aproximadamente 60 años o mas, aun a su edad tiene rastros de que en su pasado tuvo una cara muy bonita igualmente sus piernas y culo hablaban de su juventud.
Eran las tres de la tarde y cuando llegue, me saludo muy cariñosamente y me invito a seguir, hablamos de todo y en un momento de la conversación, me pregunto:
– William y… ¿Como van las cosas con Lorena?
Le respondí que iban viento en popa y Ella me dice que lo mas importante era el sexo y le dije que a Lorena y a mi nos encantaba el sexo. Ella me contesto, cuando era joven era muy activa sexualmente, pero a mi edad las cosas se dificultan, ya que es difícil encontrar con quien hacerlo, así que tú y Lorena aprovechen esta parte de su vida, entonces le respondí:
– Pero hay muchas maneras que una mujer se satisfaga así no tenga un compañero a su lado.
Ella me respondió:
– Si William, yo me masturbo, pero no siempre es igual, hace falta sentir que la penetran a una.
Realmente no sabia si continuar con esta charla, pero ella no me daba oportunidad de cambiar de tema, me sentía incomodo ya que esta señora me causa mucho respeto por su edad y no sabia como tratar este tema con ella. De todas maneras ella sigue hablando de su sexualidad y en un momento la polla se me empieza a endurecer de imaginarme lo que me cuenta y empiezo a imaginar como seria desnuda, ella nota que mi verga esta erecta y me dice en un tono cordial:
– Veo que te gustan mis historias.
Ella se acerca y me toca la pija por encima de el pantalón y me induce suavemente a acompañarla hasta su habitación, al llegar se levanta el camisón y sorpresa debajo solo tenia un hilo dental y me dice:
– Lo tenía para algo especial y me gusta masturbarme viéndome el culo en el espejo y pensar que todo mi cuerpo es deseado por los hombres.
Yo sigo ahí, sin saber que hacer, si abalanzarme encima de ella o que, pero ella se coloca en cuatro patas en su cama y comienza a masturbarse y me dice:
– William ven y chupame el culo.
Es un culo grande un poco flácido por la edad, pero se ve hermoso, me acerco le abro las nalgas y su olor es divino, le meto mi lengua y veo que ella deja de masturbarse y solo se dedica a sentir y a decir:
– Pensé que ya no volvería sentir esta dulce sensación.
Levanta su culo un poco mas y me lo restriega en la cara con fuerza, como queriendo en un momento satisfacer aquella pasión reprimida, la sigo besando y llego a su cuca, esta lubricadísima y sus flujos vaginales son abundantes, solo me limito a chupárselos y acariciarle el clítoris con mi lengua, era tanta la excitación que siento algo caliente y es que se ha orinado en mi boca, yo continuo y ella gime y gime a cada momento mas y me va diciendo:
– Perdona pro no me pude contener, hacia muchos años que no sentía lo que me has hecho sentir hoy.
Se voltea y me agarra la polla y me la lengüetea de arriba a abajo y la chupa violentamente, como si se le fuese a acabar, la verdad nunca me habían mamado el pene de esta manera y no aguanto mas y me corro en su boca, el semen sale en cantidad y ella solo atina a decir: eres lo máximo y sigue exprimiéndola hasta no dejar ninguna gota de leche.
Luego de eso comenzó a pajearme la pija para que no se me pusiera flácida y la mantuvo erecta, me acostó boca arriba y se arrodillo encima de mi y me dijo: déjame introducirla a mi manera es que me da miedo que me duela y ella lentamente la fue metiendo hasta que mis testículos no me permitieron entrar, y ella subía y bajaba a su ritmo, era bastante rápido para su edad, pero no me hacia terminar. Cuando sentí que se canso luego de 2 orgasmos, se la saque y le dije vulgarmente:
– Me gustan las perras culeonas y eso eres tú para mí, así que ponte en cuatro patas.
Ella me obedeció, le empecé a lamer el culo nuevamente y le restregué mi polla en su hueco anal y me dijo:
– Por favor William, hazlo con suavidad, soy virgen, en mi época era pecado dar el culo
Y le dije:
– Quiero cogerte ese culito, quiero que seas mi ancianita preferida de hoy en adelante, quiero que seas mía y voy a desvirgarte y serás niña y mujer otra vez.
Le llene el hueco del culo de saliva se lo puse en la puerta y se lo hundí con fuerza, ella grito de dolor y quiso retirarse, pero la agarre fuertemente y comencé un mete y saca, al principio la vi llorar de dolor, pero este se fue convirtiendo en placer y me pedía mas. Decía:
– Mi niño dame mas, llena ese culo de leche por todos estos años que no ha comido.
Y le dije
– Definitivamente me gustan las ancianitas, y mas tu que tiene una boca mamadora y tu culo es digno de admirar y ahora tiene dueño y cada vez que quiera te lo penetrare.
Ella respondía:
– Eres mi niño amado.
Hice todo lo que ella me dijo y le llene el culito de leche y mas excitante fue que apenas se lo saque, ella se coloco en cuclillas y atajo en su mano todo el semen que escurría de su ano y se lo llevo a su boca y lo saboreaba y me dijo:
– William a partir de ahora seré tu esclava.
Quedo tan agotada, que se quedo dormida, ante lo cual me vestí y me fui.
En próxima les relatare como surgieron las cosas a partir de esta vez.
Si desean dar alguna sugerencia pueden escribir a: [email protected]
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