Mi nombre es Miriam, tengo 19 años y vivo con mi hermano Alan que tiene 23 y mis padres en un departamento no muy grande en caseros, Bs As.
La historia que voy a contar empezó hace un año atrás, para que entiendan un poco mejor voy a contar un poco como es mi familia.
Mi mamá tiene una hermana mas grande que a su vez también tiene 2 hijos, Julieta que tiene mi misma edad y Damián que es un año más grande que Alan.
Para nuestros abuelos ellos siempre fueron la familia perfecta, sobre todo mis primos. Damián es abogado recibido de una de las mejores universidades y Julieta estudia para convertirse en dentista.
A diferencia mía que apenas termine la secundaria entre a trabajar como cajera en un supermercado y Alan, quien es guardia de seguridad en una fábrica.
Que decir cuando se junta toda la familia y lo único que se escucha son halagos y laureles para ellos y miradas discriminadoras hacia nosotros, como si fuéramos la oveja negra de la familia.
A pesar de eso, mi relación con julia es buena, nos llevamos bastante bien y solemos ir a su cuarto a hablar en las reuniones familiares.
Lo que nadie sabe es que Julia odia toda esa presión que ponen sus padres sobre ella, de tener que ser perfecta, y en una de esas le confeso que Damián a veces se siente igual.
Para calmar tanto estrés, Damián solía darle algunos masajes por la noche antes de dormir, eso solo yo lo sabía y había jurado guardar ese secreto.
Me confeso que habían empezado como masajes normales entre hermanos, pero de a poco la cosa se fue volviendo más íntima. Damián masajeaba sus omoplatos y deslizaba sus dedos por la línea de la columna vertebral. Al principio no se acercaba a sus nalgas, pero se detenía muy cerca de la línea donde empezaba su culo.
Luego empezaron los besos, sobre su cuello, su espalda y finalmente su culo, ya para esa altura la calentura había superado por lejos lo permitido. Tuvieron sexo, cuidándose con preservativo, pero después de eso la línea moral había desaparecido.
Yo estaba totalmente sorprendida, mi perfecta prima cogía con su hermano a espaldas de toda la familia.
Julia me dijo que lejos de sentirse asqueada, era lo mas excitante y placentero que le hubiese pasado. Pensar en que cara pondría su familia si supiera que lejos de ser perfectos eran unos degenerados que cometían actos de incesto, hacia que su ropa interior se mojara.
Y debo confesar que me ponía algo caliente a mí también.
Julia insistía en que tenia que darle una oportunidad al incesto, que me estaba perdiendo de algo hermoso y gratificante.
Me dijo que lo mejor era cuando hacían cosas sucias cerca de sus padres, el miedo a ser descubiertos potenciaba el placer enormemente.
Yo sospechaba que era otro de sus retorcidos fetiches, ser la que logro que me cogiera a Alan.
Creo que sospechaba que yo tampoco era trigo limpio, sino de otra manera no me hubiese contado nada, o al menos eso pensaba.
Y la verdad mucho no se equivocaba, yo también había tenido mis roces con Alan hacia bastante. Supongo que en parte porque dormimos siempre en la misma habitación.
En mi caso, había empezado cuando tenía 15 y estaba en mi etapa mas caliente, donde me la pasaba masturbándome.
Por las noches me metía los dedos y trataba de gemir lo mas bajo posible, hasta que escuche que Alan se pajeaba con mis gemidos.
Luego de varias noches finalmente me anime a hablar con Alan y ambos nos sentimos mejor luego de eso. Se nos ocurrió una idea y luego de unos días la pusimos en práctica.
Esperábamos a que nuestros padres se duerman y nos mostrábamos como nos masturbábamos, en un principio solo se animo Alan, pero luego de verlo varias veces comencé a hacerlo yo también. Abría bien las piernas y corría mis labios para que puedo ver mejor mi vagina, eso me calentaba y me hacía sentir bien puta.
Hasta que una vez casi fuimos descubiertos, luego de eso nos entro tanto miedo que prometimos nunca mas hablar del tema y con el tiempo creo que lo dejamos en el pasado.
(sabía que eras bien puta prima) me dijo julia entre risas cómplices.
La mire algo enojada, aunque también sentía el flujo chorreando por mi muslo, recordar eso me había puesto caliente como una pava.
Julia me dijo que me apostaba $3.500 pesos a que, si seguía su plan, Alan me iba a terminar cogiendo, y que me iba a gustar. Si no pasaba ella perdía y me tenía que pagar.
Acepte porque dudaba que Alan fuera tan retorcido, incluso seguro había olvidado ese roce de hacía años.
Tenia que fingir estar enferma, y pedirle a Alan que me cuide por todo un día. El día perfecto era el domingo que no trabajaba.
Como si todo fuera según el plan ese domingo mis padres salieron a pasear y yo lleve a cabo el plan. Para mi sorpresa Alan acepto cuidarme casi sin objeción alguna y me atendió con todos los detalles, incluso llevándome caldo a la cama.
Lo que no sabia era que yo estaba completamente desnuda debajo de la frazada.
Fingí quedarme dormida y me destapé, girando y quedando mi culo bien visible.
Paso un buen rato y sentí la puerta abrirse, era Alan, luego completo silencio. Hasta que oí su vos pesada y agitada, el ruido de algo rozándose fuerte. Se estaba masturbando mirando mi culo, de solo pensarlo mis pezones se erectaron.
Gire de forma brusca y le pregunte que estaba haciendo, pero en la desesperación me callo metiéndome su verga en la boca. Estaba en blanco, sentía el sabor salado de su líquido preseminal en mi boca y mi cerebro no procesaba bien todo.
Saqué mi lengua y comencé a lamer su glande, de forma casi automática, mientras Alan me hacía tragar su miembro tomándome fuerte del pelo. La sacaba para que respirara y me la volvía a meter.
Cuando estaba por terminar me la saco y semen broto a chorros, ensuciando mi cara y mi pelo.
¿Queres coger?, fue lo único que atine a decir y Alan me miro con un brillo en los ojos que no veía desde la época que nos tocábamos juntos.
(si, desde hace años te quiero coger hermanita. Desde que te veía colarte los dedos)
Me puse en 4 y le dije que me la metiera, pero sentimos la puerta y la voz de nuestra madre diciendo que habían llegado.
Rápido Alan salió y yo me fui corriendo al baño a bañarme para sacarme el olor a semen, haciéndome una paja rápida en la ducha de la calentura que tenía.
Ahora le debía plata a mi prima y para colmo estaba deseosa de la verga de Alan.
Espero que mi historia les haya gustado, la parte en la que Alan me cogió va a quedar para una segunda parte.
By: Miriam19