Mi novia me hace el amor tiernamente

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¿Sabes? Ayer me desperté al amanecer con un saborcito muy rico en mi boca, parece que el sueño que tuve no fue tan ficticio como parecía. Anoche viniste a visitarme como a eso de las 3 de ¿Sabes? Ayer me desperté al amanecer con un saborcito muy rico en mi boca, parece que el sueño que tuve no fue tan ficticio como parecía. Anoche viniste a visitarme como a eso de las 3 de la mañana, me sorprendió verte justo ahí, frente a mi cama mirándome como descansaba, al sentir que alguien mas estaba en el departamento desperté asustado, pero el susto dio paso a la sorpresa de ver a mi niña hermosa parada al pie de mi cama, observándome con detenimiento. Entonces, una vez incorporado, decidí devolverte el favor, te veías divina usando esos zapatitos de punta en pico que te quedan tan bien, esa faldita negra de varios niveles, que deja ver tus crestas iliacas de tal manera que no cuerpo reacciono de inmediato! tu blusita dejaba al descubierto una pequeña porción de piel de tu vientre y el tipo de tela ajustaba perfectamente envolviendo tus pechos de una forma envidiable, si… sentí envidia de esa blusita negra que rozaba tu tibia piel y envidia de tu bra que cubría por completo tus delicados y firmes pechos… WOW el solo recordar lo que paso por mi mente me hace volar.

Sin decir una palabra ni tu ni yo, tome tus manitas y te atraje hacia mí, me senté en la cama y me sorprendió como nuestras bocas coincidieron en altura de manera casi exacta! Tome tus labios con mis dientes y presione un poco, jugué en las comisuras y presione mi lengua contra mis dientes hasta que tu boquita se abrió por completo para dejar pasar a tan distinguida huésped, que… como inquieta visitante recorrió por completo la zona, tus encías, tu lengua, tu paladar, de nuevo tu paladar… es que suspiras tan rico cuando mi lengua pasa por tu paladar, que es imposible resistirse a la tentación… simplemente tengo que hacerlo.

Mis brazos rodearon tu cuerpo y te atrajeron hacia mí, mi mano derecha acariciando la parte alta de tu espalda mientras la izquierda jugueteaba por debajo de tu falda, haciendo pequeños círculos alrededor de tu nalguita hermosa, primero una y luego la otra, alternando con ligeros apretoncitos y palmaditas, haciendo que el ritmo de tu respiración aumentara considerablemente, y tu sabes que eso me pone a mil. Entonces salieron de tu boca las primeras palabras de la noche “Hola papito… te gusto?” No respondí con palabras sino que opte por algo mas… “demostrativo”, tome tu manita y la lleve hasta mi entrepierna donde pudiste sentir por completo mi erección, a la vez que hacías una expresión de sorpresa y satisfacción muy elocuente, acompañado de un “hummm” que me encendió aun más, mi mano bajo de tu espalda para deslizarse por debajo de tu calzoncito y sentir tu piel por completo mientras tu luchabas por liberar mi miembro de esa prisión de tela, baje tu prenda mas intima y la deslice por tus piernitas para dejar solamente tu falda y me dispuse a trabajar arriba también.

Lentamente fui subiendo tu blusita con mis manos mientras iba recorriendo el área descubierta con mis besos no recuerdo cuantos besos fueron, pero sé que fueron suficientes para hacerte gemir ligeramente ante cada recorrido de mi lengua o cada mordidita.

Con tus ojitos cerrados y tu carita llena de gestos de placer, tomaste mi miembro y empezaste a juguetear con él, tus manitas apretaban fuerte y subían y bajaban a lo largo de tu pené, a la vez que yo acariciaba tiernamente tu vientre. Subí, lentamente, utilizando mis manos y mi lengua que rozaba tu piel, lentamente cubrí tus pechos con la palma de mis manos, lo cual te hizo gemir levemente y respirar profundo, también aumentaste momentáneamente la velocidad con la que me estimulabas, saque lentamente tu blusa y tu bra simplemente desapareció, no recuerdo quien, como o cuando fue que el bra desapareció, pero simplemente recuerdo que ya no estaba ahí y a mi merced estaban esos hermosos botoncitos oscuros, que son la llave de tus suspiros. Lentamente, muy lentamente mis labios empezaron a recorrer tu pecho sin tocar tus aureolas, solo pasando a unos cuantos milímetros, lo cual te hacia vibrar! el caminito de saliva se confundía con el brillo de tu piel que ardía de placer! Mis manos bajaron por tu espalda y se separaron, una fue a tus pompis y la otra por enfrente empezó a juguetear en tu pubis. Con mis dedos muy despacio tomaba unos cuantos vellitos pubicos y jalaba con cuidado, mientras con mi otra mano estimulaba tu cóccix y toda el área deteniéndome en aquellos lugares que te hacen vibrar aun más.

Mi boca ahora estaba succionando en tus pezones y tu pecho se levantaba como queriendo meter todo tu ser entre mis labios, pero también tus caderas y tu pubis se movían involuntariamente al sentir mis dedos jugueteando con tu clítoris tal y como me has enseñado a hacerlo. Moje un dedo de mí otra mano con mi saliva y empecé a buscar ese orificio tan misterioso, pero que me resultaba tan atrayente como tu vagina, lentamente, gracias a mi saliva lubricante introduje mi dedo muy despacito mientras tu respiración se hacia cada vez mas entrecortada y violenta, basto un empujoncito para hacerte vibrar por completo! Casi brincaste! Y una vez adentro, empezaste a moverte muy despacio, sin dejar por supuesto de acariciar mi pene que ahora estaba más grande que nunca.

Entonces fue cuando hablaste de nuevo: “quiero” dijiste mientras lentamente tomabas mi mano y sacaste tu dedito de donde tan cómodamente estaba jugando, te volteaste y me diste la espalda… te sentaste en mis piernas, arqueaste tu espalda y tu cuello, y al oído me dijiste “házmelo por ahí, muero por que me penetres por detrás” Yo no podía creerlo! Acaso oí bien? No podía ser que me dijeras eso.. O si? Estaba demasiado sorprendido para reaccionar, hasta que la siguiente escena que vieron mis ojos me lo confirmo, ahí estabas tu frente a mí, con tus pompis muy cerca de mi erecto pene que era dirigido por tu manita… en verdad lo deseabas.

Tome un poco de liquido lubricante de tu vagina y lo puse en tu otra entradita, muy estrecha por cierto, como es que iba a entrar ahí? Tu frotaste mi pene dejando muy lubricada la entrada y distribuiste liquido seminal a lo largo de mi miembro y te acercaste, yo estaba sentado en la cama, por lo tanto todo correspondía a ti. Lentamente hiciste presión contra la entrada que se negaba a ceder a pesar de nuestros esfuerzos, mi pene resbalaba por los lados hasta que en un movimiento que hiciste hacia abajo pude sentir mi glande aprisionado por tu ano de tal forma que me dolió, y ciertamente a ti también porque tu gesto te delato y tus músculos se tensaron, “Realmente lo deseas mamita?” pregunte,… “Si papito, por favor. No pares ahora, duele pero se pasara“ y dicho eso bajaste mas tu cuerpo para que milímetro a milímetro tu hombre fuera taladrando tu ser, mientras nuestra respiración era tan agitada que seguro que los vecinos escucharon pero no nos importo, nada nos importaba en ese momento, solo éramos tu y yo, éramos uno.

Decidí detenerme a medio camino, la mitad de mi miembro estaba ya dentro de ti y decidí dejarlo ahí para que tu cuerpo se acostumbrara al mío, pero sorprendentemente tu empezaste a moverte, un poco hacia arriba, luego hacia abajo, en movimientos cortos pero muy excitantes! Tu espalda arqueada y tu cuello eran tan antojables que no pude evitar darles mordiditas mientras tu disfrutabas y el dolor dejaba de ser único y daba paso al placer. Entonces vino otra de tus peticiones “Papito… por favor… toda! Quiero sentirte por completo, anda mi amor hazme tuya por completo de una vez”.

No sé si entendí eso como tu querías que yo lo entendiera, pero solo hice lo que cruzo por mi mente, te tome de tu cintura y de golpe termine lo que estaba a medias. Un gemido salió de tu garganta y tus manos arañaron mis piernas mostrándome que eso había dolido, pero más que nada había gustado. Una lagrimita salió te ti pero sorprendentemente impulsaste tu cuerpo mas hacia abajo aun. Querías mas. Aflojaste tus pompis y yo pude entrar tanto que creí que la punta de mi pene estaba tocando tus pulmones o algo así, porque empezaste a respirar muy entrecortado y rápido. Te tome de las caderas y te levante un poco, para luego dejarte caer, la panorámica de tu espalda, tu cabello revuelto y mi pene perdiéndose entre tus entrañas me pusieron a mil. Mis manos acariciaban tus pechos delicadamente, bajaban a estimular tu clítoris y subían por tu cuello hasta llegar a tu carita, era mi única forma de saber que los gestos que hacías eran de placer mientras mis piernas temblaban por la excitación también. Seguimos con el movimiento deliciosamente hasta que en un susurro dijiste “estoy a punto mi amor, no pares por favor estoy por terminar” Esas palabras resonaron en mi cabeza tanto, que aun en este momento me excitan. “Yo también”, te dije… “Te aviso cuando este a punto para salirme” y entonces me respondiste “No! Quiero que termines dentro de mí, por favor inúndame” al decir esto aumentaste el ritmo, mi pene se deslizaba ahora con dificultad, pero rápidamente por la cantidad de lubricante que había escurrido desde tu vagina que estaba hirviendo mientras con ella jugaba uno de mis dedos.

Y el momento llego… tu cuerpo se tensó por completo, tus manos apretaron mis piernas muy fuerte, tu espalda arqueada, tu carita totalmente transformada y tus movimientos más rápidos me dijeron que el momento estaba llegando, sentí como apretabas mi miembro con tus paredes, lo cual me hizo saber que terminaría en unos cuantos segundos, exactamente al mismo tiempo que tu. Mi mano se posó en tu clítoris y en masaje circular hacían que brincaras mientras mi otra mano daba pequeños pellizcos a tus pezones erectos preparándote para ese momento tan especial, el sudor hacia que nuestros cuerpos brillaran y te sentí… te sentí terminar. Mientras apretabas tus dientitos y mis piernas… sentí tu cuerpo temblar, sentí mi cuerpo temblar, me estaba llegando a mí también con mis brazos te apreté contra mí fuertemente, mientras elevando mi pelvis decidí llenar tus profundidades con mi semen hirviendo, el sudor y las vibraciones nos envolvieron te apreté fuerte y deje salir todo lo que había dentro de mí.

Durante un tiempo no supe de mí, simplemente no supe si fue una hora o solo unos segundos pero lo cierto es que al abrir mis ojos estabas ahí, hermosa, más hermosa que nunca, con tu cabellito revuelto sobre tu carita y esa carita que me decía “gracias papito”mientras en un abrazo disfrutábamos de lo mejor que nos ha dado la vida… “El Amor”.

Para ti “Kakahuata” con todo mi amor.
Tuyo Siempre…
Tu Kakahuate

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