Mi mujer entrega el culo a un amigo (II)

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Hace unos 10 días, mi mujer, Elsita, se dejó clavar por el culo por Stuart (un compañero de trabajo de ella), estando los tres en la cama juntos. Luego le paso la lengua por todos lados a Stuart y hasta le mamó el culo. Fue su primera aventura liberal de casada y, le fascinó. Hace dos días volvió a cenar Stuart a nuestra casa…

Con Elsita llevamos un año y medio de casados y lo que hicimos hace unos días con Stuart la ha hecho abrirse mucho más cuando hablamos de sexo; a pesar de que Elsita es muy suave y tímida, igualmente le encanta hablar de esa aventura con Stuart y yo en la cama y en la cual se dejó perforar el culito en lo que fue su primera orgía o aventura entre tres… ella un amigo y yo, su esposo. Elsita solo habla del tema cuando estamos en la cama y antes de que yo me la clave… en ese momento solo, estando muy caliente, habla de todo. Luego, fuera de la cama, es como si nunca ocurrió. Me confesó que disfrutó increíblemente de sentir como un hombre la poseía por el culito mientras su marido le hacía caricias; me dijo que le daba vergüenza pensar que le había pasado la lengua al culo de Stuart mientras yo miraba, pero que en ese momento de calentura se transforma y ¡bueno, ella es así!. También me dijo que la forma en que se la daba por el ano Stuart era algo un poco doloroso pero que en el momento en que Stuart empezaba su ritmo lento de trabajarle el ano sacando y poniendo, se le pasaba el dolor y entraba en éxtasis.

El sábado pasado lo llamé a Stuart temprano, después de tener el ok de Elsita, y le pregunté si quería venir a cenar y algo más. Stuart me preguntó si estaba todo bien luego de aquel día y le dije que sí, y le di la buena noticia de que Elsita realmente había gozado en cuanto a haberle dado su culo y que le gustaría más. Stuart me preguntó con voz temblando si sólo ella quería más y si yo estaba abierto a experimentar más, y le dije que por ahora así era y que a mí me gustaba participar algo pasivo, mirar, acariciar a mi señora mientras el se la culeaba, darle besitos y hacerla pasar un buen rato, en fin, acompañarla. Ahí Stuart me mencionó que pasaría más temprano, a las 19, y que quería traer a un amigo que estaba con él si es que mi señora no tuviese inconvenientes. Me dijo que su amigo Edwin estaba de visita desde Colombia, y que obviamente Stuart no le había dicho nada sobre Elsita y yo pero que pensaba que los cuatro en la cama podríamos pasarla muy bien!.

Consulté con mi señora mientras hablaba con Stuart y Elsita me dijo que sí pero que solo Stuart se la daría por el culo… yo y Edwin podríamos mirar, mamarle todo, manosearle todo y penetrarla por su almejita pero no por atrás porque sería muy de putita que se deje por el culo con tres hombres seguidos en la cama, “no te parece papi?”; yo le dije a Stuart que traiga a Edwin y que le explique a Edwin que haríamos el mismo jueguito: Stuart y Edwin se sientan en el sofá, yo en otro sillón y cuando esté lista, Elsita se sienta en el sofá con los pies encima del mismo y apuntado a ellos con una faldita que se sube hasta la cintura cuando se sienta y sin ropa interior.

Elsita me confesó que esto era lo que la calentaba desesperadamente: mostrarse primero al llegar los invitados y ella sin zapatos y en una mini espectacular, caminar dándoles la espalda para que le vean las nalguitas (con su mini azul se le ven más de la mitad de las nalgas cuando camina), servir el café y agacharse con su cola apuntando al sofá para que se le vea la cola y su ano por unos segundos sin que la toquen, luego hablar con los invitados como si nada ocurriese, sabiendo que ella decidiría cuando su precioso culito marroncito estaba listo para recibir algo que le entre profundo. Todos ya sabrían que la poseerían en un rato pero no sabrían exactamente cuando… este suspenso y momentos de tensión sexual enfrente de su marido la enloquecía. Elsita sabe, después de su primera experiencia en orgía, que yo disfruto de verla hacer de todo de manera que me trata de complacer lo más que pueda.

A las 18.30 Elsita se baño, se puso su minifalda azul sin ropa interior y su blusa transparente que deja ver las tetitas (la verdad es que son muy chiquitas, puntiagudas y duras) y ya daba vueltas por la casa nerviosa y sin hablar; empezó a preparar café en la cocina y me preguntó que pasaría si no le gusta a ella el amigo de Stuart? Yo la tranquilicé diciéndole que no decida nada hasta no verlo y, que en el peor caso, les da una buena vista a su cuerpito y no hacemos nada hasta algún otro día en que venga solo Stuart otra vez. Le dije a mi mujer que ellos sabían que si ella les mostraba la cola en el sofá estaba todo dicho y no habría marcha atrás salvo por otro motivo; ahí Elsita se excitó como loca, pensando que se revolcaría en la cama con tres hombres que le quieren hacer de todo. Al rato tocaron en la puerta, yo fui a ella y abrí y estaban Stuart con flores y Edwin, un amigo de Stuart de unos 30 años, colombiano y de tez algo oscura por ser la madre de Jamaica como luego nos diría; Elsita, parada detrás de mí con sus tetas visibles debajo de su blusa transparente, no sabía que hacer hasta que Stuart la besó en la mejilla y le dio un bonito abrazo; luego Edwin le dio la mano, la besó en la mejilla y le dijo a Stuart y a mí mientras no le quitaba la mirada a Elsita y le tenía su mano (me dio algo de celos) “que bomboncito es su mujer Elsita, Stuart me habló poco pero ahora entiendo porque vinimos” Elsita no hizo nada para quitarle la mano, como si el saludo de Edwin la tranquilizaba y excitaba al mismo tiempo; luego Edwin la hizo girar para verle la cola y Elsita consintió; Elsita entendió el mensaje: Edwin ya sabía que con Elsita podría haber una orgía, algo controlada pero orgía al fin.

Stuart obviamente le había hablado, aunque Elsita no sabía cuanto Stuart le había contado de los detalles de lo que había hecho en la cama unos días antes… como se dejó clavar por el ano, como chupó un culo, en fin, como besó y mamó todo! Todos sonreímos y yo mencioné pasar al living, en el cual Stuart y Edwin se sentaron rápido en el sofá, dejando lugar para Elsita a la derecha de Edwin. Mientras tanto, Elsita caminó lentamente por el hall hacia la cocina, sin zapatos y mostrando esa cola fabulosa que tiene y que parece levantarse un poco cada vez que camina. En ese momento sonó el teléfono, Elsita gritó “yo contesto”: fue hasta el teléfono en el living y se agachó para levantarlo… ahí Edwin, Stuart y yo le veíamos toda la cola desnuda a Elsita; como mi mujer sabía que le chupábamos la cola con la mirada, se quedó ahí por unos 20 segundos, habló con una amiga y colgó. Miró a Edwin toda sonrojada y sonrío y fue a traer café.

A mi me daba un poco de vergüenza ver como Stuart y Edwin anticipaban el poseer a Elsita, desde sus pies hasta su cabeza, pasando por su almejita no afeitada, su ano, sus tetitas y esos labios de su boca que pronto estarían besando todo el cuerpo de esos hombres. No hacía falta que Elsita decida, se veía que le gustaba Edwin y con Stuart no tenía problemas porque ella ya sabía que hacerle para darle placer, complacerlo, someterse con su culito y todo esto mientras yo le daba caricias, besitos y apoyaba. La verdad es que ésta anticipación me calentaba demasiado y demás está decir que Stuart y Edwin estaban encendidos de la calentura.

Elsita trajo la bandeja con café; les dio la espalda mientras lo servía y nuevamente se agachó: ahora su culo estaba a un metro de los dos, nalgas abiertas y su culito marrón a la vista; el vistazo de su cola duró un minuto que parecía una hora, mientras ponía azúcar, crema… Stuart mudo y Edwin le dijo a Elsita que le encantaba esa minifalda y que bien le quedaba. Ahí Elsita se sentó en el sofá, al lado de Edwin, con los pies en el piso. Así hablamos nerviosamente entre todos sobre el café, la casa, trabajo etc. durante 5 minutos eternos y sorpresivamente Elsita levantó sus piernas y las recostó en el sofá, pies hacia Edwin y rodillas hacia mí (yo sentado en un sillón a la derecha de Elsita) y listo!. Edwin podía verle toda la cola desnuda a mi señora, Stuart también aunque fuera de alcance y yo no podía verle la cola pero sabía lo que Edwin veía: un culo precioso. Edwin, contrario a lo planeado, acercó su mano y le tomo un pié a Elsita y comenzó a acariciarlo, un minuto después subió su mano y le tocaba toda la pierna y le dejó la mano en la rodilla, acariciándola mientras hablábamos; luego, lentamente llegó a las nalgas de mi mujer, Elsita se paralizó por un segundo y se movió con el cuerpo hacia mí para que Edwin tenga mejor acceso.

La tensión era tremenda, Stuart atónito, con la mirada clavada en el culo de Elsita. Edwin con una mano acariciándole las nalgas y yo mirando. Entonces, Elsita cerró los ojos y se llevó una mano para la cola, hacia la nalga más alta, y la separó hacia arriba para que Edwin pueda meterle la mano bien hondo en su raya. Edwin tomó la iniciativa y le tocaba y manoseaba todo el culo con sus dedos y Stuart se acercó de rodillas en el piso y le daba besitos a las nalgas, pies y piernas de Elsita, los dos se peleaban por manosear ese culo precioso de ella hasta que Edwin se recostó en el sofá y entró en la competencia de chuparle la cola a Lesita, ganó Edwin… Elsita gemía, seguía con los ojos cerrados y me tenía la mano a mi, su gemido era muy bajito, ahí Edwin le entró con toda su boca al culito de Elsita y se escuchaban los ruidos del chuponeo de su lengua con el ano de Elsita. Stuart le levantó la blusa y le chupaba las tetas, esto duró unos 10 minutos hasta que Elsita se desvistió, se arrodilló y le sacó el palo del pantalón a Edwin mientras Stuart le acariciaba la cola en el piso y moví la mesa para poder chuparle lo que sea. El pene de Edwin era corto, negro y grueso y Elsita saboreándolo, Stuart logró arrodillarse detrás de su culo y se lo lamía tanto que Elsita subía y bajaba la cola de excitación.

Yo miraba, recontra-caliente, parecía algo no real ver como Stuart y Edwin la poseían. Elsita lo comenzó a mamar mientras me miraba, en menos de 10 segundos Edwin vino y Elsita se llenó la boca con su leche mientras Stuart parecía una hormiguita enterrada en su cola y besándole el ano. De ahí fuimos a la cama y todo lo que ocurrió después es difícil de contar, lo haré en otro relato cuando me tranquilice y cuando pasen unos días.

Los dos le hicieron el ano a Elsita, ella les mamó la leche dos veces a cada uno y sus culitos bien chuponeados y sorpresivamente terminé besándole el culo a Edwin junto con mi mujer y luego Edwin poseyó mi culo, el lío que se formó en la cama, ahora no puedo relatar los detalles pero a Elsita le gustó la aventura mía y Stuart ya propuso un duo con yo en el medio, el adelante en mi boca y Edwin atrás, mientras Elsita hace un video; luego con Elsita en el medio. Cuando le di besitos al culo de Edwin, Elsita me susurraba en el oído que estaba más que caliente viéndome hacerlo, mientras Stuart le besaba el culo a Elsita. A Stuart no llegué a chuparle nada así que me es fácil hablarle, pero a Edwin no sé; habrá que ver cuando se va y si Elsita y yo queremos más. El viernes les cuento.

Por ultimo, cuando Edwin me clavó no me dolió, pero fue una excitación brutal, me lo hizo durante 20 minutos mientras Stuart y Elsita miraban y yo moviendo mi culo rítmicamente para complacerlo. Al terminarme a mi se fueron, hablamos poco, Edwin me dijo que le encantó todo y que deseaba volver, Stuart me abrazo y me dijo que Edwin la pasó súper bien, no sé, tenemos que hablar de todo con Elsita para que todo no se vaya de las manos.

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