Mi hermana me pone cachondo
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Después de los pases de modelo de mi hermana, cuando compró los bikinis, unas semanas después nos fuimos de vacaciones con mi tía a una casita que había alquilado en la playa.
Llegamos al medio día, después de descargas los vehículos y soltar las maletas en las habitaciones, nos dispusimos a almorzar lo que habíamos comprado por el camino, para no entretenernos en hacer comida. Una ves habíamos terminado, mi tía y cuñado se fueron a dormir la siesta, quedándonos solos mi hermana y yo en el comedor. Recogimos los restos del almuerzo y nos preparamos un cubata. Mi hermana fue su habitación y al poco salió con unos de los bikinis, el azul y blanco que dejaba ver sus tetas por el escote cuando se agachaba. Se insinuaba, moviendo su culo frente a mi, poniéndolo casi en mi cara.
Se sentó a mi lado en el sofá del salón y sin mediar palabra comencé a acariciarle los muslos, rozando su coño. Su reacción fue abrirse de piernas y dejar que mi mano acariciara su coño por encima del bikini. Ella acercó su mano y la puso encima de mi pantalón, agarrándome la polla, que estaba dura. Dejé de acariciarla para bajarme la cremallera y sacarla de su escondite, a lo que mi hermana reaccionó besándola y lamiéndola de arriba a abajo. Me terminé de quitar el pantalón para que mi hermana se la metiera en la boca y comenzara a manármela. Sentía sus labios subir y bajar por mi polla, mientras yo jugaba con su coño, metiéndole dos dedos. Antes de eyacular, le hice una seña y levantándose, le eché a un lado el bikini y sentándose sobre mi, se la clavó en el coño, mientras subía el sujetador y le comía las tetas. Cuando sentí que me iba a correr, la agarré de la cintura y empujándola hacia abajo, se la clavé hasta el fondo, descargando toda mi leche en su coño.(No hay peligro, pues está operada). Nos limpiamos con unas servilletas y seguimos en el sofá acariciándonos por todas partes.
Por la tarde bajamos a la playa ella y yo, pues mi cuñado no tenia ganas, diciendo que estaba cansado. Fue lo mejor, pues tenía a mi hermana para mi solo. Estuvimos en el agua con juegos eróticos de tocamientos, disimulados para que nadie se diera cuenta, donde le tocaba el culo y el coño bajo el agua y ella a mi la polla incluso me hizo una paja. después de salir del agua, me dijo que le pusiera crema en la espalda. Se colocó boca abajo en la toalla y comencé a acariciar su cuerpo con la crema, metiendo mi mano por el bikini y llegando a las cachas de su culo. Volvimos al agua y en un momento que casi no había nadie follamos en el mar, ella subida sobre mí con sus piernas rodeando mi cintura.
Volvimos a casa y nos duchamos. Salimos todos a tomar algo a un bar cercano. Mi hermana llevaba una falda corta, por encima de las rodillas. Al llegar al bar nos sentamos uno frente al otro y mi cuñado frente a mi tia. Mi cuñado se fue a pedir la consumición a la barra y yo aproveché para sacarme la sandalia y acariciarle el coño a mi hermana con mi pie, dando un pequeño respingo, pues no lo esperaba. Entre risas yo seguí acariciándole el coño, hasta que vi que llegaba mi cuñado.
Por la noche al llegar a casa, nos cambiamos para estar más frescos. Mi tía se acostó temprano al ser una persona mayor. Nos quedamos los tres charlando y tomando unas cervezas en el porche de la casa. Sobre la 1:30 más o menos, se fue mi cuñado ala habitación, diciéndole mi hermana que en un rato iba, cuando se terminara el cubata, quedándonos solos Llevaba una bata de botones delanteros, cuando mi cuñado se fue, me senté a su lado y desabrochándole los botones de abajo, con ayuda de ella, comencé a acariciarle el coño.
Me coloqué de rodillas frente a ella y echándole el tanga a un lado, comencé a lamerle el coño, jugando con mi lengua en su clítoris. Le cogí de la mano y le llevé adentro, colocándola de perrito en el sofá y clavándole mi polla en su coño, antes de correrme la saqué y se la inserté en el culo, donde descargué toda mi lefa. Nos dimos un beso en los labios y cada uno se fue a su habitación. Yo no podía dormir y me levanté pera ir el servicio. Como su habitación estaba frente a la mía, me acerqué a la puerta que estaba entreabierta y allí estaba mi hermana, totalmente desnuda, de perrito, e insertada por mi cuñado. Sus deliciosas tetas colgaban y botaban a cada embestida de mi cuñado. Entré en el servicio y me hice una paja.
Lo repetimos dos veces más, antes de volver de las vacaciones. Un verano inolvidable.