Mi Familia: Practicaba nudismo en la escuela

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¡Hola, soy Paola! Tengo 28 años y soy una guarra. Me encanta todo lo que tenga que ver con el amor filial, la exhibicionismo y, básicamente, cualquier tabú.

Recuerdo como si fuera ayer cuando estaba experimentando lo típico: cambios hormonales, masturbación, etc.

Cabe destacar que vivo en un pueblo donde solo viven entre 1000 y 2000 personas y solo había tres o cuatro escuelas en total. Mi familia es de clase media normal. En mi familia somos muy abiertos de mente. Vivíamos mi tía, mi madre, mi hermana mayor y menor, y mi primo de 19 años. Nosotros acostumbramos a hablar mucho de nudismo en casa y de incesto entre familia. De hecho, una vez, en mi décimo cumpleaños, mi madre y mi tía me regalaron una noche de pasión con mi primo. Ese día perdí la virginidad y por fin lo entendí todo; ahí despertó mi mentalidad cochambrosa y sexual.

En fin, vengo a hablar de cuando empecé a hacer nudismo en la escuela. Recuerdo que tenía18 años y, como estaba tan acostumbrada al nudismo, no tenía ropa, solo el uniforme de mi escuela. Como ya habían pasado unos meses de verano, ya estaba un poco crecida, así que tuvieron que comprarme un uniforme nuevo.

Resulta que en mi escuela secundaria éramos muy pocos, solo éramos 20 estudiantes en mi clase, y recuerdo que una vez en el descanso fui al baño y me quité las bragas, porque me apretaban mucho, así que las tiré a la basura. Al fin tenía un poco de comodidad, y lo pasé el resto del día sin ropa interior.

Un día, por alguna razón, me levanté muy caliente, no sé por qué, pero tenía unas ganas de hacer de todo un poco ese día, tanto que no creerás lo que hice.

Fui a la escuela, había tomado como dos clases, y en algún momento le dije al profe si podía ir al baño. En el baño me quité la ropa y me masturbé tan fuerte que creo que mis gemidos se oyeron en toda la escuela. Pero eso no es todo, se me había ocurrido una idea: ¿y si me desnudo en el salón? Lo que hice fue dejar la ropa y salir completamente desnuda del baño. Me sentía en la cima, fui al salón y mis compañeros y el profesor se quedaron atónitos. No soy fea, de hecho, soy media morena, un poco bajita, tengo ojos marrones y un pelo negro rizado. No era fea, y en ese tiempo ya tenía los senos bien desarrollados para mi edad, además de que mi vagina estaba muy bien depilada, porque odio el vello corporal. Mi trasero era redondito y levantado.

Mis compañeros estaban boquiabiertos y el profesor estaba muy avergonzado, así que solo cuando se acabó su hora se fue. Tocarona la campana y tocó irse a casa. Cuando mi madre me vio llegar a casa desnuday le conté, me cuestionó. «Pequeña guarrilla», con una risita, y me dijo que también lo había hecho en su tiempo, así que es algo de familia. Pero yo quería hacerlo todos los días. Le dije a mi madre que hablaríamos con la directora, y ella fue muy comprensiva y aceptó. Ahora podía ir a la escuela desnudada, como quisiera.
Al día siguiente se lo conté a mis compañeros y se quedaron muy sorprendidos.

En los próximos días, mi misión fue convencerlos de que lo hicieran también. De hecho, una de mis mejores amigas, Régine, un día me dijo que fuera desnuda con ella a la escuela. Al principio se negó, pero luego le di un beso de lengua y aceptó. Ahora las dos vamos en cueros a la escuela.

A mis compañeros les encantaba verme desnudas y yo estaba siempre caliente, les tocaba la entrepierna muy a menudo. Incluso a mis profesores y profesoras, a los que les gustaban mucho mis caricias. De hecho, había una profesora de química con la que me llevaba muy bien. En los descansos, solíamos comernos la boca y ella me metía los dedos y yo le agradecía. Incluso una vez lo hicimos frente a toda la clase, un día que no había nada que hacer.

De hecho, una vez, se me ocurrió ir con un bikini de hilo y a mis profesores y compañeros les pareció horrible, me pidieron que me lo quitara, así que lo hice. Era tan atrevida que me sentaba en las piernas de mis profesores y les encantaba. Yo, con 18 años, ya tenía unos senos y un trasero bastante grandes, y a ellos les gustaba porque se sentían cómodos con tremendo culo y tetas encima de ellos.

Y bueno, ya éramos los tres, perdimos los tres. Bueno, mi primo no, porque ya la había perdido con su madre y con la mía.

Mi hermana menor, que ahora tiene 25 años, le gustaba dormir con la hija de mi primo, porque cuando ella dormía, mi hermana le quitaba el pijama y la empezaba a besar entera.

Mi hermana y mi primo se pelean mucho porque a él también le gusta tener sexo con su hija por la noche y a mi hermana le gustaba violar a su hija. El cuarto no era muy grande para que estuvieran los dos, así que mi hermana se quedó embarazada de un chico de la escuela. Dice que quiere una hija que ella pueda tener, tocar, besar, meterle los dedos… Ahora tiene una hija, que le compra condones, y para su cumpleaños siguiente le regalará un dildo. La hija de mi primo y ella se llevan muy bien, de hecho, a veces tienen sexo, pero a ellas les gusta donde las vean: se ponen en el sofá de casa y, a veces, mi madre las regaña porque dejan manchas por todos lados y también porque no la invitan.

Para San Valentín, estoy preparando una orgía en la casa con todos nosotros y ya está todo listo.

A mi primo le gusta hacer tríos con la hija de mi hermana y su hija, y dice que ellas le dan las mejores mamadas, mejor que su madre y la mía. Se la mame, y lo hice venir en dos minutos, le calle la boca.

A mi primo le encantan las chicas. El otro día, cuando su hija se fue a la escuela, se masturbó todo el día pensando en ella. A mí también me gustan las chicas. Pero nadie como mi hermana, a ella le encantan las de 25 años. De hecho, le va a preguntar a su hija si quiere ser su novia; su hija tiene 19 y ella 25, la pareja perfecta.

Su hija le dijo que sí y se dieron un apasionado beso delante de todos. Mi madre está muy orgullosa, mi hermana por fin tiene pareja.

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ELMAS CALIENTEESCRITOR
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