Mi cuñada la viuda – Relatos eroticos
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Lo que les voy a contar paso hace unos meses, siempre la mire con ganas y con razón. Es la hermana de mi esposa y desde que la conozco usa calzas bien metidas en la cola, las cuales le marcan la concha y es inevitable no mirarla. Siempre para finde año hacemos la despedida de año una excusa para joder. A ella le encanta bailar y a eso hay que sumarle que lo hace muy bien, mueve la cola de tal manera que a miran todos. Mi esposa estaba un poco pasada de copas, y sin darme cuenta se fue a acostar a la cama de mi cuñada. Cuando quieras vamos que los llevo me dice mi cuñada así te ayudo a entrarla y a acostarla, bueno si no es molestia vamos ahora. En el trayecto yo iba de acompañante y mi señora durmiendo atrás. Llegamos a casa la acostamos y nos fuimos al living y ella se dio cuenta como la miraba, le ofrecí algo de tomar y me dijo que lo único que quería tomar era mi leche. Que hace rato me quería coger pero no sabía como encarar la situación, que ella sentía cuando la penetraba con mis ojos. Sin decir nada la agarre de la cintura y le comí la boca apoyando mi verga en su vagina, haciendo que sienta lo dura y grande que es, le saque la remera, el corpiño, chupe su cuello, sus pechos, y de apoco baje calza para chupar su hermosa concha. Estaba totalmente mojada, su piel totalmente erizada. Su respiración agitada, después de un rato de jugar con mi lengua en su concha. Mi chupo la pija como una loca. Sin aguantarse me pide que se la meta toda. se acostó sobre el sillón y sin pedir permiso se la meto de un solo empujón, lo cual hizo que estallara en un mar de flujo y gemidos que no aguanto el orgasmo haciendo que yo acabara en lo más profundo de su vagina. Y desde ese día nos damos un día a la semana para matarnos a besos y saciar nuestras fantasías.