Mi culo ahora solo quiero dárselo a él
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Hola, soy un hombre maduro nacido en un hogar tradicionalmente machista y respetuoso de la religión y los preceptos morales, donde el ser mujeriego era aceptado pero el ser gay o de otra tendencia era algo impensable.
Me considero un tipo guapo y muy agradable, eso siempre me ayudó en la conquista de mujeres para tener sexo. Con ellas siempre me he preocupado por ser un excelente amante y lo he conseguido pero tengo que reconocer que siempre tuve curiosidad por el sexo con hombres y por experimentar placer por mi puerta trasera por lo que me considero bisexual. 😉
Todo empezó en mi adolescencia cuando descubrí revistas de educación sexual donde entre varios temas había una sección de preguntas y respuestas, ahí encontré publicaciones, preguntas y respuestas que despertaron mi curiosidad y me alentaron a masturbarme por el ano empezando a introducirme pequeños objetos que me producían gran placer.
El tiempo pasó, mi gusto por las mujeres creció y olvidé esas prácticas que en un tiempo me encantaban hasta cuando me casé con una mujer hermosa y muy sexual que pronto descubrió y compartió mi enorme gusto por el sexo anal dado y recibido. 😊
Desde ese entonces y hasta la actualidad hemos gozado de una sexualidad plena, sin embargo en los últimos tiempos, mi curiosidad y mis fantasías homosexuales han ido creciendo gracias a la pornografía gay que me encanta, al mismo tiempo que el interés por mi pareja ha disminuido y eso a ella parece no importarle. Esto me llevó a tomar una decisión que siempre supe que algún día llegaría y que hoy me arrepiento no haberla tomado antes… acostarme con un hombre.
Habiendo tomado ya la determinación de tener un experiencia sexual gay, empecé a buscar en sitios de internet donde se ofrecen servicios sexuales de hombres para hombres y pensando en que ya me había llevado mi virginidad con varios dildos decidí que lo haría pero con una gran verga. 😆
Para mi segunda vez elegí a un chico de 23 años, muy guapo y bien dotado que ofrecía 21 centímetros de placer y un trato de parejas que me cautivó, las fotos se veían buenas y me gustó. 😃
Acudí a su departamento muy perfumado y limpio por dentro y por fuera, él me recibió un tanto tímido, denunciando una inexperiencia que me encantó porque me permitió tomar la iniciativa. Recuerdo que luego de una breve conversa, me arrodillé frente a él y procedí a desabotonar su pantalón, mi corazón latía fuerte y sentía como mi miembro también se calentaba y humedecía, bajé el cierre y vi como su deliciosa pinga se pronunciaba, le quité el pantalón y pude ver el paquete completo que detrás de la trusa se escondía.
Me ayudó quitándose el pantalón y permitió que acariciara y besara su pene casi erecto por encima de la tela de su pequeña prenda, yo completamente arrecho procedí a bajarle la tanguita para descubrir una bronceada y venosa verga que hizo latir mi culo excitado. No demoré en introducirme aquel delicioso chorizo en la boca para luego con mi lengua envolver el rosado e hinchado glande que adornaba la punta de tan hermosa verga y que en su orificio uretral me ofrecía una gruesa gota de lubricante la cual tomé con mis dedos los mismos que me los lleve a la cola para mojar el orificio que empezaba a preparar la visita de aquel suculento trozo. 😎
Como cachorro huérfano, seguí mamando por largo rato, besándole el glande, lamiendo frenéticamente el tronco, metiéndome sus bolas en la boca mientras mi hombre de turno gemía y encorvaba la espalda de placer.
Cansado de succionarle el falo hasta casi hacerle terminar me acosté en su cama y levanté las piernas ofreciéndole mi agujero aún cerrado, invitándole a empezar con una pose “misionero” que me encanta por la fusión que provoca, él, correspondiendo a mi invitación, se tiró sobre mí y me besó con pasión en la boca, metiéndome su mojada lengua hasta la garganta, demostrando así su gratitud por el trato hasta el momento recibido.
A continuación y después de colocarme una almohada detrás de la espalda baja, alcé las piernas y dejé a disposición mi culo que pedía con ansias la embestida de esa vara que buscaba ya la entrada. Una vez que estuvo dentro, no paraba de empujarla y me pegó una culiada como para no olvidarla, yo sentía como esa pinga por mis entrañas viajaba, entraba, salía y otra vez en mi se ahogaba y mientras de verga el culo me llenaba, apasionados hermosos fueron los besos que me dio mientras me penetraba así como el sudor que en su espalda frenético yo acariciaba. 😁
Le interrumpí para que no terminara y cambié de posición poniéndome en cuatro para que por detrás me abordara, yo tenía ya el culo completamente dilatado y él se vino como una tromba, como si quisiera meterme hasta las bolas, yo puse mi cabeza sobre la almohada y empiné las nalgas como para no perderme nada, ni un centímetro de esa verga tan dura y tan parada.
Finalmente se corrió a lo grande, dejándome sentir los temblores que el eyacular le provocaban. Me regaló un preservativo lleno del semen que por mi había soltado. No he vuelto a verlo más pero si lo encuentro de mis huecos no saldrá librado. 😍
Mi tercera y cuarta experiencias son con el mejor amante que he podido encontrar, un negro musculoso pero no tanto, hombre de 1.92m de estatura y con una verga de 25cm tan gruesa que hay que tomarla con ambas manos.
Lo encontré en una página de escorts y cuando vi sus fotos me enamoré de ese descomunal tronco que sobre su pierna izquierda descansaba, pensé que si así era dormida, como sería parada así es que no dudé y lo contacté inmediatamente y acordamos para vernos al día siguiente en su departamento.
Confieso que estaba muy nervioso y excitado solo de saber que me iba a encontrar con ese espectacular “mandingo” yo quería causarle una agradable impresión así que llegado el momento decidí acicalarme súper bien por dentro y por fuera, me perfumé y con mis propios preservativos llegué a donde estaba aquel tesoro descubierto. 😜
Me recibió con una amplia y amable sonrisa y me llevó a su habitación, me rodeó y se paró detrás mío y mientras me cogía las nalgas, me susurraba al oído diciéndome que me lo iba a romper, yo solo incliné la cabeza permitiendo que me besara el cuello al tiempo que deslizaba mi mano sobre su gran bulto que empezaba a pronunciarse.
Me di la vuelta y me agaché quedando a la altura de su pelvis, puse mis dientes como queriendo morder el pronunciado falo que se vislumbraba detrás del jean que llevaba puesto lo que él impidió suavemente. Procedí a bajarle los pantalones para iniciar el proceso de levantar la anaconda que dormida le legaba casi hasta la media pierna.
Nunca había tenido para mí una verga así de grande
Bajé la piel que protegía el glande y empecé a lamerlo luego me lo metí en la boca y le di enérgicas chupadas, fue impresionante ver como se hacía grande y dura, mi entrada posterior hacía contracciones y mi pene se encharcaba cada vez más, una vez que estuvo bien parada empecé a tragarme aquella barra de carne que latía endurecida lubricada por borbotones de saliva que mi boca producía, varias veces escapé de atragantarme pero quería más, mis ansias de mamar esa verga me llevaron a, obedeciendo a mi sodomizador, acostarme en la cama con la cabeza suspendida permitiendo que esa verga me llegue hasta la garganta. 😁
Prácticamente me folló por la boca para luego ordenarme que me diera la vuelta y poniendo mis piernas en sus hombros meterme una verguiza inolvidable. Cerramos la sesión con una puesta en cuatro en la que sujetándome por la cintura, obligándome a que empine las nalgas, que baje la espalda y abra las piernas, hundirme su potente y enorme verga una y otra vez hasta venirse temblando sobre mi espalda, el culo me latía delicioso y estaba completamente abierto por lo que mi nuevo amante procedió a meterme tres de sus grandes dedos moviéndolos riquísimo para hacerme terminar.
Quise regresar pronto pero mi nuevo hombre y su enorme pinga se iban de viaje. 😜
Pasaron algunos meses y cuando ya había perdido la esperanza de volver a ver a ese negro precioso, empecé a buscar un nuevo macho que me arrumbé y que cumpla mis expectativas que ahora eran ya mayores. Volví a la misma página y para mi sorpresa ahí estaba otra vez él, anunciando su delicioso producto de nuevo en mi ciudad.
A continuación me bañe minuciosamente y me realicé un enema a fondo sabiendo que lo que iba a entrar era algo realmente enorme. Me apliqué una loción femenina para el cuerpo y decidí que iría con un hilo dental blanco y con encajes con el que me sentí muy sensual, como una verdadera hembra, me puse unas medias muy cortas y salí a entregarle el culo a aquel que me tenía obsesionado. 😎
Cuando llegué me recibió súper bien y mientras nos dirigíamos a su habitación me contó que se había fumado algo y que eso le provocaba que el fierro se le ponga más grande, grueso y sensible, no le di mayor importancia a eso pues pensé que solo era labia y propaganda.
Luego de charlar un poco le pedí que se probara un pantalón que le llevé de regalo y fue ahí cuando me quedé sorprendido al ver el descomunal tamaño de esa verga, parecía un salami de los gruesos, le había crecido inexplicablemente!
Frente a ese espectáculo no hice más que pedirle que se acueste en la cama tal como estaba en la fotografía que publicó y me lancé a mamar esa pinga enorme como un desesperado, la hinchada cabeza de su verga se paseaba por toda mi boca mientras yo le hacía una deliciosa paja que le hacía suspirar, le lamí el tronco de arriba a abajo y otra vez me metía el glande hasta la garganta, mi saliva bañaba por completo todo ese magnífico tronco, se lo chupé hasta que me pidió que parara porque iba a terminar. 🤣
Para ese momento yo tenía ya el culo muy mojado y la tanguita que me había puesto, estaba totalmente empapada con mis líquidos. Después de una última mamada me pidió que me ponga en cuatro, su pose preferida, cuando lo hice y le ofrecí el culo, él descubrió mi hueco separando de este el delgado hilo que lo cubría, eso casi hace que me venga, fue súper excitante.
A continuación empezó a tratar de entrar, con sus suaves dedos me lubricó y me pidió que me relajara, poco a poco fue dominándome, tomándome y enterrándome la verga mientras yo gemía de placer y me quejaba del dolor porque esa verga estaba haciéndome daño, me sujetó de la cintura sin darme posibilidad de huir y con cada empujón que daba. 😊
El fierro me llegaba hasta el estómago dificultándome respirar y cuando le pedía que no la metiera toda él respondía cacheteándome las nalgas, empujando hacia abajo mi espalda y hundiendo con crueldad su descomunal falo en mis entrañas mientras me decía que yo era su putita y que ya nunca más iba a querer otra verga más que la suya y tenía razón pues desde que lo conocí no me interesa otro macho.
Cuando ya quiso terminar, accedió a clavármela de costado, poniéndose junto a mí y ahora si me la metía despacio, permitiendo que se la apretara con mi ano y la disfrute, yo sabía que no iba a poder con mi culito tragón así que decidí pajearme mientras me culiaba por detrás y me besaba la espalda. Terminamos juntos y eso fue especial, desde ese entonces, solo lo quiero a él. 😜
Gracias por leer mi relato original, publicado en lituae.ru, espero que les guste y se masturben imaginando los polvos que me doy con ese macho negro.
Hasta pronto.
By: Sexpleno 🤞