Mi compañero de trabajo esta buenísimo (I)
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La primer vez que conocía Luis (compañero de trabajo) fue algo increíble. Nos conocimos un 4 de agosto de este año. Ese día me invitó a dar una vuelta por la playa para hablar y conocernos un poco. Luis es este tipo de chicos no muy altos, delgado con cuerpo atlético y playero. Estaba él vestido con pantalones cortos a la rodilla y un t-shirt, yo estaba vestida con una mini faldita y una blusita que dejaba ver al espectador mi busto. Ya cuando eran las 9:30 p.m. que estábamos en un puente viendo al mar, me da un abrazo, que porque le era yo muy agradable y pude sentir que tenía una erección. En el momento que lo sentí, le pregunte que qué era lo que le pasaba y él me dijo que era irresistible que se me pegaran a darme un abrazo, se acerco lentamente a mi boca y me beso. Claramente pude notar que en ese beso buscaba sexo conmigo.
Habiendo terminado de besarnos en pleno puente, donde había mucha gente, me pregunta que si quería ir a algún lugar donde estuviéramos un poco más cómodos, a lo que yo contesté que sí. Llegamos hasta un lugar, un poco solitario pero, que él acostumbraba ir durante el día a surfear. Cuando llegamos a una placita, frente a ese lugar donde él acostumbra a realizar su deporte, nos recostamos de unas barandas mirando al mar, bastante solitario y con poca luz. Allí él se posa detrás de mi y abrazado a mi cintura me comienza a explicar como es que hace su deporte y a decirme un sin fin de cosas que jamás sabía yo que se hacían en el agua.
Luego de un largo rato hablando, comienza a decirme lo divertido que es tener sexo en el agua y en la playa. Me pregunta que cuantas veces había tenido sexo, yo le dije que apenas, hacía cuatro meses había sido mi primera vez, nefasta por cierto. Me contesta, entonces eres casi virgen, verdad, y yo le contesto que para los efectos, sí. Me pregunta que como había sido esa primera vez, le indico que no lo disfrute porque, la persona con la que estuve no hablaba español y que pues, lo que tenía él era ganas de librar la paja con alguien, sin importan como se sintiera la otra persona. Me contesta, que mal, entonces no te hicieron disfrutar, no te hicieron sentir lo que se siente tener sexo de verdad.
Al mismo tiempo que me decía eso, comenzaba a excitarme frotando su pelvis contra mis nalgas y dejando sentir su pene ya bastante empinado. Me voltea hacia él y me pregunta, te gustaría saber que se siente tener sexo de verdad, yo ya bastante húmeda le conteste que, sería un agrado mortal saber. Comienza a besarme el cuello y con una mano tocándome un seno y con la otra en mis nalgas atrayéndome bruscamente hacia él. Eso me excitaba muchísimo. Luego, lentamente baja la mano que tenía en mis nalgas hasta subir mi mini falda. En ese momento, pude sentir muy bien como deslizaba sus dedos entre mis nalgas posando su dedo anular en mi ya húmedo coño y comenzando a frotarlo frenéticamente. Yo estaba que me moría de placer y pues, obtuve algo que para ese momento, a pesar de que ya había tenido sexo anteriormente, jamás había sentido, un orgasmo.
Yo le dije que fuera un poco más despacio porque estábamos en un lugar un poco público y él me pregunto que si ese era el problema pues, entonces saldríamos de allí y me llevo a su casa de playa, muy cerca de ese lugar, por cierto. Cuando llegamos allí, casi no termino de entrar su auto al garage, se bajo del lado del conductor, me abre la puerta del pasajero para que salga del auto pero allí mismo ya me estaba quitando la ropa muy bruscamente. Besaba como un demente mis senos y me besaba celestialmente. Me decía que aunque nunca habíamos hablado, siempre que me veía pasar frente a su escritorio con mis minis y mis blusitas escotadas deseaba saber como era estar conmigo, como eran mis senos y mi coñito. Me decía que mis senos eran más grande de lo que él pensaba.
En ese momento, me quita mi faldita y yo inquieta trato de llegar hasta la bragueta de su pantalón para liberar al oso. No me lo permitió, é mismo se quito toda la ropa frente a mi. Tiene un cuerpo súper fino, excelente para mi gusto y su verga, algo bastante grande y rosada aunque, no muy erecta aún. En ese momento se acerca a mi, y yo sentada, me abraza, llegando mi cara a su estomago y él colocando su gran pene entre mis senos ya descubiertos. Yo en plena desesperación, comienzo a besarle el estomago, bajo a su ombligo y luego escucho que me decía, eso es, baja, un poco más, llévala a tu boca, a esa dulce boquita que tienes mi amor, y eso hice, la lleve a mi boca y saboreé por primera vez una pija en mi boca, no era muy diestra pero, con unos pequeños detalles que él me dio, ya era una maestra. Quería arrancarla de allí, estaba súper letal, era ya aún más grande de lo que había visto al principio y bien paradita. La bese, la lamí, la chupe tantas veces como pude hasta que se vino en mi boca. Tuve que tragar, fue algo explosivo.
En ese momento cuando termine y aun estando ambos en el garage, él baja hasta mi cara y me dice, ahora es mi turno. Bajo hasta mi coño, que ya estaba bien chorreado y comienza a introducir uno de sus dedos allí y me dice, lo que me imaginaba, casi una virgen, voy a tener un poco de trabajo aquí pero, no me importa, quiero hacerte sentir como una diosa, quiero escucharte jadear como una loca, quiero hacer que sientas el orgasmo más brutal que jamás hayas sentido en su corta vida. Comienza a abrir mis labios vaginales con su lengua, húmeda, perfecta y a frotar muy rápida pero sensualmente mi clítoris. Me sentía súper excitada, tenía mis pezones súper duritos. El, con una mano en mis senos, con su otra mano comenzó, a la vez que besaba mi coño, a introducirme el dedo en él, y mojándolo mucho bajo hasta mi rotito de atrás y lentamente, comenzó a introducirlo. Siempre había dicho que cuando tuviera sexo jamás dejaría que me introducirán nada por detrás. Me gusto mucho que lo hiciera y seguíamos en ese mar de jadeos, y gritos. En ese momento, tuve un orgasmo sensacional derramando todos mis jugos en su boca, cosa que a él no le importo mucho. Terminando con esa, me saca del auto y me sienta en el baúl (parte de atrás del auto) y allí yo quedaba perfectamente a merced de que me introduciera su fuerte verga, pero, bajo nuevamente su cabeza hasta allí y él parado frente a mi que estaba sentada en la parte de atrás fuera del auto, me sigue chupando el coñito. Me decía, estas rica, es delicioso, me encantas muñeca, te deseo y quiero que seas mía.
En esos momentos, cuando él estuvo de pie frente a mi, chupando mi coño tuve dos orgasmos más. Cuando ya no aguantaba más le pedí que me la metiera, que me la sacara por todas partes, que me la metiera hasta adentro que me lo hiciera fuertemente. Me contesta que no, que todavía tenía que estar más húmeda, y la verdad es que ya era demasiado húmeda que estaba, sentía como los chorros de mi bajaban por mis muslos. Me dice, haz lo siguiente, bájate y párate de espalda hacia mi.. Yo, como buena alumna, hice lo que me pidió. Me dice, ahora coloca una de tus piernas levantadas encima de la parte de atrás donde yo había estado sentada, lo hice y luego le pregunte que qué era lo que pretendía hacer y luego me dice, haz lo que te digo, vas a gozar. Haciendo lo que me decía lo hago y con su mano derecha, comienza a frotarme el clítoris, buscando mi mayor humedad e introduciendo un dedo en mi coño y otro en mi culo, simultáneamente. Que rico se sentía. Con una de sus manos en mi cintura y la otra llevándola a su verga, la agarra y la humedece en mi coño, me quería morir cuando lo hizo pero, no la introdujo allí. La metió poco a poco en mi culo virgen y allí, comenzó a darme por detrás, que sensación tan brutal. Me quería morir del placer que estaba sintiendo. A la vez que me daba por detrás, con la otra mano me estimulaba los senos y mi clítoris. MMmmmmm, que rico se sentía.
Allí tuve otros dos orgasmos corridos. No sabía que podía tener tantos orgasmos corridos. Me corrí varias veces y fue espectacular. Goce como una puta. Luego me dice, ya me canse de esta posición. Yo tenía las piernas dormidas pero, luego de sacármela de allí, me coge por la cintura y me vira hacia él, me levanta nuevamente en donde yo estaba sentada anterior mente y allí, mete lentamente su verga dentro de mi vagina, que rico, dolía mucho pero, no me importó. La dejo allí por unos minutos y mientras me preguntaba que como se sentía, a lo que yo le conteste, que rico se sentía tener ese rollo de carne tuyo dentro de mi coñito casi virgen, con poco uso. Ya acoplándose mi vagina a su pene me lleva hacia él y mis piernas automáticamente mis piernas se cruzaron en su cintura quedando en una posición como de cargada a su cintura. En ese momento sus movimientos pélvicos me hacían sentir súper bien, sentir como ese tronco entraba y salía de mi vagina era algo descomunal. Mmmmmm, que rico estaba este hombre que a penas cruzaba palabras con él. Teniendo allí, nuevamente orgasmos múltiples, le decía yo que continuara, que no parara, que no me dejara, que no me quitara ese tronco de mi chochita. Allí ya acoplados tuvimos un orgasmo sensacional al mismo tiempo terminando él corriéndose dentro de mi coño. Estábamos ya muy cansados y eso que no habíamos llegado a entrar a su casa. fue algo descomunal, fue mi segunda vez y al ver que fue mi segunda vez me di cuenta que la primer vez fue una porquería, no sirvió para nada. Todavía hay una segunda parte, la cual seguiré en otra ocasión porque, ya se me esta acabando la página. Te voy a contar con lujos y detalles todo lo que paso luego que entramos a su casa, hubo más fuego que aún no se había apagado.