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Mi ascenso después de ver a mi esposa follando con mi jefe

Buenas, buenas, esto nos sucedió hace unas semanas, nosotros somos un matrimonio normal como cualquiera, yo 49 años, flaco, morocho y con muy buen humor, mi esposa 50 años, tetona 125 cm, regordeta, pelirroja y petisa, siempre fuimos muy sexuales, muchas veces mientras teníamos sexo le hacía preguntas como si le gustaría tener otra pija más, o si le gustaría chupar una concha mientras la cojo y cosas así, ella siempre respondió que si, pero nunca dimos el siguiente paso, siempre nos gustó salir y beber, y por lo general terminamos en un hotel cojiendo hasta el otro día, cuando ya se nos pase la euforia de los tragos, ya que tenemos familia y no queremos que nos vean llegar así, en fin, somos de lo más normal.

Bastante seguido se hacen reuniones con mis compañeros de trabajo, en dónde nos juntamos en algún pub o boliche, para festejar cumpleaños o cualquier cosa, y vamos con nuestras esposas o novias según cada uno, por lo que mi esposa conoce a todo mi círculo laboral, si bien todos somos muy buenos compañeros, el tema de aumentos de sueldo y ascensos, siempre crea un ambiente competitivo, somos varios los que llevamos muchos años en la empresa, y como se había jubilado uno de los gerentes, algunos hacían lo que fuese para que le den el puesto, la verdad yo estoy en un momento de mi vida donde solo quiero llegar a mi casa, sin tener ninguna obligación, ni nada por el estilo, así que yo no era competencia para nadie.

Uno de los que tenía intención del puesto, nos dice a todos que quería de le festejemos el cumpleaños al dueño de la empresa, obviamente muchos dijimos que no, por distintas razones, pero sobretodo para no quedar como unos lame culos, pero al final la mayoría accedió, así que quedaron en ir a un boliche en dónde nos reunimos casi siempre y festejar ahí.

Cuando llega el día, nos preparamos, más elegantes de lo habitual, ya que esta vez iba a ir el dueño de la empresa y no queríamos causar una mala impresión, llegamos y saludamos a todos, nos sentamos en una mesa empezamos a beber, bailabamos y nos divertíamos, el dueño pasa por las mesas donde estábamos todos los que trabajamos en la empresa, y nos agradecía el gesto que tuvimos, y como en nuestra mesa había lugar, se sienta con nosotros y pasa casi toda la noche, la verdad fue todo muy agradable, incluso en un par de ocaciones le hacía comentarios con respecto a nuestro sueldo, pero no más que eso, me sorprendió la buena predisposición que tenía, incluso en algunos momentos salió a bailar con mi esposa y se lo veía muy alegre.

Ya terminando la noche, se empiezan a ir la mayoría, por lo que nosotros también decidimos irnos, saludamos a todos los que quedaban y vamos para la salida, nosotros ya habíamos decidido ir a un hotel que queda a dos calles de ahí, para no tener que viajar con las copas demás que teníamos, antes de salir el se acerca y me dice que nos lleva a nuestra casa, obviamente le digo que no se haga problema, que llegamos bien, el insiste y me dice que vayamos que quería charlar algo conmigo, yo me imaginaba lo peor, pensé que me diría algo de los comentarios que le hice por el sueldo y que no le había caído bien, así que le dije que está bien, yo soy una persona que le gustan las cosas de frente, así que al mal paso, darle prisa, subimos a su auto y partimos.

Yo me senté en el lado del acompañante y mi esposa atrás, que por lo que veía el alcohol le estaba haciendo efecto y se entredormia, durante el trayecto me dice que le habían hablado mucho de mi, y que necesitaba que charlemos más tranquilos cosas de la empresa, lo primero que pensé, es que quería que le diga cosas de mis compañeros y convertirme en su soplon, cosas que no iba a hacer, a mitad de camino me dice que pasemos por su casa, así conversamos tranquilos, tomamos algo y pasamos al baño, acepte porque realmente necesitaba ir al baño, pero iba con la decisión de decirle que no, a lo que sea que quería proponerme con respecto de mis compañeros.

Llegamos a un barrio privado y entramos, cuando bajamos, mi esposa estaba dormida, la despierto y le digo que baje y si quería ir al baño, pasa ella y después paso yo, nos sentamos en un sillón mi esposa y yo juntos, y el en otro frente nuestro, destapa un champagne y sirve una copa para cada uno, brindamos nuevamente por su cumpleaños y conversamos, me dice que le habían hablado muy bien de mi y que yo era muy importante para su empresa y para mis compañeros, que me respetaban mucho y que quería que yo cumpla otra función, me dice que necesitaba que este un escalón más arriba de donde estaba ahora y que todo dependía de mi si quería escalar laboralmente.

Realmente me sorprendió, mi esposa entredormida y con las copas demás que tenía, me abrazo y me dice que es lo mejor que me podía pasar por todo los años de trabajo que tengo ahí, y me besa apasionadamente, le digo que me sorprende su propuesta y quería pensarlo, me dice que está bien, que lo piense y que si queremos nos quedemos ahí, ya que los tras habíamos tomados mucho, yo al ver a mi esposa bastante mareada le digo que si, y me dice que solo tenía una habitación, que nos recostemos en el sillón y va a traernos unas sábanas y frazada para taparnos, que al mediodía venía la chica que trabaja ahí y almorzamos juntos.

Estando acostados abrazo por la espalda a mi esposa, y le digo que la amo, mientras acaricio sus enormes tetas, al instante noto como sus pezones se ponen durísimos, se da vuelta y del vestido saca sus tetas para que las chupe, realmente me encontraba muy caliente, las chupo, muerdo y saboreo, mientras tanto, bajo mi mano y acaricio su húmeda concha, ella abre sus piernas y corro su tanga, para poder meter mis dedos mientras chupaba, ella deja salir sus primeros gemidos.

En un momento sacamos las sábanas para estar más cómodos, y comienzo a sacarle el vestido, estábamos tan calientes que no nos importaba donde estábamos, me saco el pantalón y ella comienza a chuparme la pija, que la tenía a punto de reventar, la devoraba de una forma increíble, realmente me estaba chupando como una experta, luego de varios minutos de estar chupando, se la saca de la boca y la pone en medio de sus grandes tetas, y comienza a subir y bajar, para de a poco hacerlo más rápido como a mí tanto me gusta, lo estaba haciendo de una forma increíble.

Pasado un tiempo, me pide que quería que la coja, entonces la acomodo de rodillas apoyada en el respaldo del sillón, y yo de atrás clavo lentamente mi pija en su concha mojada, está súper caliente su interior, y entraba y salía con mucha facilidad, luego de estar unos minutos así, miro para un costado y me percató que no estábamos solos, estaba mi jefe desnudo sobándose una enorme pija que tenía, era larga y gruesa (entendí porque era el jefe), me sorprendí, pero estaba muy caliente como para parar de cojer, y que nos estén viendo.

Me calentó aún más, así que le daba a mi esposa con más fuerza, ella gemía sin ninguna preocupación, lo estaba disfrutando muchísimo, así que se me ocurrió preguntarle si quería otra pija más, y entre gemidos me responde que si, que quiere otra pija, pensé está es la oportunidad que deseábamos, así que le hice una seña a mi jefe para que se acercará, y lo hizo muy lentamente, cuando prácticamente lo tiene frente a ella, se sorprende y hace con su cabeza un movimiento para atrás, no se si por su presencia, o por el tamaño de su pija, pero yo en ningún momento dejaba de cojerla, apoyo mi mano en su cabeza, en señal de que estaba todo bien, y sin miramientos ella comienza a chupársela, por sus movimientos y dificultad para gemir, se notaba que le costaba.

Yo no me quería perder ese espectáculo, así que me salí y me puse al lado de mi jefe, y la cara de mi esposa chupando esa pija era indescriptible, realmente estaba hipnotizada, trataba de meterla lo que más podía dentro de su boca, pero solo llegaba a la mitad, yo le ofrecí la mía para que chupara, pero solo le dió dos lamidas y siguió con la de el, sabía que había encontrado lo que tanto deseaba, así que me corrí de ahí y me dedique a ver cómo saboreaba esa enorme pija.

Luego de un rato, vuelvo detrás de ella, y se la clavo nuevamente en su concha, y ella empieza otra vez a gemir, le susurro a su oído que se la ponga entre las tetas, y por sus movimientos me doy cuenta que no solo se la había puesto entre las tetas, al mismo tiempo se la chupaba, realmente ella lo estaba disfrutando, despues de varios minutos así, ya había llegado el momento de que toda esa pija entre en ella, así que el se sentó en el sillón y ella subió sobre el, una vez que se acomodo la pija en la entrada de su concha.

Comenzó a bajar muy lentamente, daba quejidos y gemidos con cada milímetro que entraba en su apretada concha, al llegar a la mitad ella para, y comienza a hacer movimientos de sacarla y meterla muy lentos, y cada vez subía más la velocidad, en ese momento eran todos gemidos los que emitía, y cada tanto un “así, cojeme así”, el había comenzado a moverse y su descomunal pija entraba cada vez más en la concha de mi esposa, hasta que en un momento se perdía toda dentro de ella, y pude ver cómo le llegaba su primer orgasmo, nunca la había visto retorcerse tanto, con sus mano apretaba el respaldo del sillón, hasta casi romperlo.

Una vez que se repuso, mi jefe la seguía cojiendo, así que decidí darle lo que yo creía iba a ser la frutilla del postre, me acomode detrás de ella, me ensalive la pija y la puse en la entrada de su ano, comense a presionar y costaba mucho que entre, así que de un empujón la metí hasta la mitad, ella dió un grito de dolor, así que me quedé quieto para que se acostumbrara, de a poco comencé a moverme muy suave, ella daba quejidos, y con cada movimiento me decía “así, así” para que sepa que no debía parar aunque le duela, el no paraba de cojerla con gran intensidad, y nuevamente entre sus gritos llegó su segundo orgasmo, prácticamente se desplomó, y nosotros no parabamos de cojerla, luego de unos minutos así, yo sentía que estaba por acabar, y le inunde todo el culo con mi leche, fue fantástico, su primera doble penetración la había disfrutado mi esposa como nunca.

Yo me salí de su culo, completamente satisfecho, pero mi jefe la seguía cojiendo, así que me di cuenta cuál era su intención, la agarro de los brazos a mi esposa y hago que se salga de el, y la acomodo en el sillón, dejando su culo a merced de mi jefe, era algo que no me quería perder, el acomoda su enorme pija en la entrada de su ano ya abierto, pero su cabeza era descomunal, hace presión y mete solo una parte, entre gritos y quejidos de mi esposa, se mueve muy lentamente y empieza a meterla cada vez más, ella solo se quejaba, para contenerla comienzo a besarla y a frotar su concha, y de a poco sus quejidos pasan a ser gemidos, el ya entraba y salía a gusto del culo de mi esposa a gusto, y por su cara, podía ver qué lo disfrutaba muchísimo, ella con cada embestida gemía como loca, hasta que el empieza a acabar, dejando toda su leche en el dolorido culo de mi esposa, cuando la saca, pude ver lo dilatado que le había quedado su ano, casi del diámetro de un desodorante, nunca lo había tenido así de abierto, así que una vez repuestos los tres, fuimos a dormir todos a su habitación.

Al otro día cuando me despierto, estaba solo en la cama, y al salir al comedor, veo como nuevamente mi jefe estaba cojiendo por el culo a mi esposa, pero esta vez ya sin dolor, antes de irnos, el me dice que había sido una noche increíble e impensada, y que quería que ocupe la oficina de la gerencia, así que todo se dió para bien, me habían dado un ascenso y habíamos cumplido la fantasía que teníamos, realmente puedo decir que esa noche nos cambió la vida.

Ahora soy gerente de la empresa y ganó realmente bien, y cada vez que tenemos reunión con el jefe, la hacemos en su casa, y obviamente junto con mi esposa.

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