Mi actual marido que me enseño las delicias del sexo
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Me presentare diciendo que soy una mujer divorciada y actualmente amancebada, de 46 años, que en mi tierna juventud me case con un hombre el doble de edad que yo por los papeles gringos, me encule de mi actual marido que me enseño los placeres del sexo y me trata como a una puta y a una reina, me abandonó, por eso me volví alcohólica, me conseguí un damo que, ya en la intimidad casi debía buscar su pene con una lupa, no lo hicimos ni una vez, ya que la primera vez no pudimos consumar el acto porque aparte de mini no lograba erección, misma vez que mi madre, una viuda calenturienta tuvo que coger con él porque a mí ni me la pudo meter, si lo tuve como mi mandilón por largo tiempo, pues en realidad mi mamá ya está añeja, y por lo menos se la cogía o al menos la mamaba o la cueveaba, lo malo fue cuando mi madre, al regresar yo con mi marido, el hombre de mi vida, le pidió la cogiera, y el, como buen yerno, nos cogió a mi madre, a mí, a mis tres hermanas, a mi sobrina y a mi cuñada, y ahora, luego de una orgia familiar de el con las 7 de nosotras cogiendo tres días en el lago, nos embarazó a las siete, hagan una fotografía mental, nosotras siete panzonas desnudas durmiendo con él, que nos penetra una a una mientras las otras seis vemos; bueno no puedo decir que tenga un cuerpo de diez, pero tengo unas buenas tetas talla 100, mi culo lo tengo bastante firme, soy abogada, nací y viví en la segunda ciudad más importante de mi país. Como esta historia nos pasó a mí y a mi hermana les diré que mi hermana es cinco años menor que yo y su cuerpo es más grande que el mío, quizás un poco menos de pecho pero más firme, su culo es más grande y redondo que el mío, siempre me he llevado muy bien con ella.
En esa ocasión que les referiré, recién reconciliada con el cabrón que cuando yo estaba casada me enamoro, me cogió, me dio fama de prostituta, hizo que me divorciara y dos décadas luego, me volvió a coger, y ahora al fin dejó a su esposa y vivimos acompañados. Pues fuimos a la playa El Tunco a un hotel que mi marido dijo pues es de un amigo suyo. A mi hermana no le molesto, pues es una loca del mar, y la verdad que necesitábamos tranquilidad.
Al entrar vimos que en verdad era muy pequeño, un bar donde iban los bolos, Ahhh que rico me pondría a verga para que mi marido me hiciera de todo, ya que por este cerote de mi marido pase años borracha hasta que un ex compañero de trabajo me reconectó con él, porque qué verrrrgota más rica tiene, a mí un par de malas cogidas me había dado mi esposo, y él me rompió en serio la torta, y el culo, me puso a mamar, me enseño a tragarme su semen, luego estaba la piscina. Nos dimos cuenta de que todo el mundo nos estaba mirando, normal pues mi hermana y yo dejábamos que se nos viera todo y seguro que se preguntaban si éramos desnudistas o putas. Nada mas bajar del coche apareció un hombre a saludar.
_Buenas tardes, ¿cómo ha sido el viaje? Le pregunto a mi marido.
Muy bien, con mucho calor pero bien. Usted es el encargado del hotel ¿no?
_ Sí señor, ya me comento el dueño que llegaban hoy. Contestó el hombre, el dueño era el amigo de mi marido que le prestó la suite del hotel.
Nos registramos en el hotel y luego fuimos a la suite, vi que mi hermana al subir por las escaleras se le veía un poco su ojete del culo pues no llevaba puesta tanga ni nada, como siempre ella tenía que destacar. La suite tenía una salita y dos cuartos, A nuestro cuarto entro mi marido a preguntarme donde dejaba las maletas, llevaba una camiseta sin mangas y un pantalón short, marcados bíceps, sin darme cuenta me quede un instante mirando o mejor dicho embobada cuando me di cuenta de que el se dio cuenta, un calor me subió por todo mi cuerpo y el rojo apareció en mi rostro. Me dije al fin soy tu puta, tu mujer, y moje mi hilo pero me giré para intentar disimular pero eso evidenció más si cabe.
_ Esta noche te pondrás a verga para cogerte como a una puta amorcito. Dijo.
_ Pues no sé. Dije titubeando.
_Nosotros andamos llevando a tu hermana así que es bueno que las dos se pongan a verga, a las dos les encanta o no mami. Dijo riendo con cierto tono que no pude identificar.
_Se lo diré a Ana. Intentando que la palabra marido que el nombre de mi hermana quedara muy claro.
_Ok Pues. Dijo muy seguro, como dando por hecho que Ana y yo nos pondríamos muy a verga, dándome dos besos sobre mi torta y rodeando con su brazo mi espalda y luego un tercer beso casualmente muy cerca de los labios, me di cuenta que en dos minutos que mi marido me manejó como quiso, sentí una mezcla de excitación y culpabilidad pues mi marido estaba pensando en que me fondeara y cogerse a Ana o peor aún, ya que la hija mayor de Ana, Ili nos acompañaba también, fondearnos a las dos y cogerla a ella, pero mis pezones me dejaron claro cuál debía ser mi actitud al emborracharme, un cosquilleo por mi vientre me hacía parecer como una quinceañera. No podía permitir esas cosquillas, tome la decisión que esta noche no tomaría primero porque estaba cansada del viaje y el segundo que yo decidía si tomaba o no. Al salir de mi cuarto vi que mi hermana había salido a la salita igual que yo. Ili salió del cuarto, y junto con Ana se despidieron y salieron de la suite en dirección a la piscina. Fui a buscar a mi marido a nuestro cuarto con la idea que me comiera la torta y me cogiera fuerte.
_ Hola mami. Dijo mi marido al verme llegar.
_ Veo que te quieres ir a la piscina. Solté malhumorada, pues sabía que eso implicaba con ellas dos. Si eso pasaba, sabiendo lo puta que es mi hermana, cogerían en cualquier lado aun dentro del agua en la piscina a la vista de todos lo cual implicaba no poder coger con el toda la noche.
Al ver mi cara mi marido me rodeo con los brazos como si fuera un niño pequeño.
_ Venga mami?solo pondré bronceador en todo su cuerpo a Ana e Ili.
Como Ana acababa de regresar por el bronceador que había olvidado, me giré hacia ella a ver que decía, ella solo se encogió de hombros.
_Déjalo?ya no buscaremos quien nos ponga la cremita, seguro que no te importará que nos frote la crema bronceadora a tu hermana y tu sobrina?.
Algo me decía que no era precisamente una broma.
Pasamos el resto del día descansando del madrugón del viaje, yo seguía pensando en lo que había pasado con lo del bronceador, me preguntaba si sería cosa de mi imaginación, no podía ser que una chiquilla sin pelos en la torta como Ili le pudiera atraer, la verdad que la idea me hacía gracia; a mi hermana la notaba como nerviosa, mirando el reloj como una colegiala esperando el timbre de salida de clase.
? ¿Qué pasa Ana? Te noto nerviosa.
-Nada, no me pasa nada. Me contestó mirándome, es mi hermana y se cuándo miente o esconde algo, me la quedé mirando con cara de me lo cuentas o me lo cuentas.
? Haber, es una tontería. Dijo con voz temblosa.
? Bueno es igual, dímelo no me vas a dejar en ascuas.
-Haber?cuando tu marido me puso el bronceador en la piscina,? sin darme cuenta me quede mirando su paquete, era como si me hubiera quedado hipnotizada?me vio se acercó y me dijo?
_ Sé que te pongo nerviosa? por eso quiero que por la noche te embriagues como tu hermana?no te preocupes tenemos tiempo. Y se fue, llevo todo el día dándole vueltas, y es verdad que me puse muy caliente, el hecho de que mi marido no haya venido, pues viendo lo que te comes tu? pues que quieres..
En ese momento no pude decirle que a mí me había pasado lo mismo cuando me imagine a mi marido cogiendo con las tres, no tan directo pero si con la misma intención, y me pregunte, si quiere que me ponga a verga, será para que me fondee,¿ se habrían puesto de acuerdo?
_ Pues no sé qué decirte. Fue lo único que me salió.
_ Mira, seguro que después de dos cervezas ni nos acordamos. Dijo intentando quitar atención al asunto.
Serían las seis de la tarde cuando estábamos tomando café, oímos que la puerta de la suite se abrió, así que oímos que subía que venía hablando por celular con su hermanito menor que estaba con su papa, otro hombre que no es el esposo de mi hermana pero la preño de ambos hijos, y el esposo de ésta estaba con la mamá de la hijita de él seguro cogiendo en coatepeque o bien en algún burdel de Santa Ana.
_ Buenas tardes. ¿Molesto? Dijo Ili entrando directamente a la salita.
_ Por supuesto que no. Contesto mi marido. Siéntate y toma un café con nosotros.
Ili es una joven mujer de quince años en ese momento, que aparentaba de la edad de unos veinte años de nuestros maridos, y que actualmente ya es mayor de edad, con dieciocho años cumplidos y con su dui y licencia de conducir, de uno ochenta más o menos de altura, bastante pelo, tiene unas manos delicadas, ojos marrones que le dan una mirada profunda. Se nos quedó mirando.
_Pues es verdad lo que dicen?Dijo
_Perdón? Dijo mi marido sin saber a qué venia..
_ No se molesten. Oí que hacen planes de algo para la noche?ya sabe cosas de mayores?pero perdón si los he molestado. Lo dije sin querer argumentó.
En ese momento nosotras no sabíamos donde meternos.
_Jaja?no te preocupes Ili la verdad que para nosotros sí que hacer planes así nos relaja..¿Verdad cuñada? Dijo mi marido mirando a mi puta hermana.
_Por supuesto. Contestó esta riendo.
Después de esto, empezamos los cuatro a hablar de cosas mundanas, noté como Ili no nos quitaba el ojo de encima, mi marido le pregunto si ya tenía una relación oficial y cuánto tiempo llevaba en esta.
_ Por supuesto que no, aun estoy chiquita contesto mirándolo directamente a el.
Entre charla y charla se hizo la hora de ir a cenar, nos fuimos a arreglar, estuve a punto de no ir pues no sabía que podía pasar esta noche, primero mi marido nos quería borrachas a Ana y a mí y luego Ili asegurando que veladamente que aún no cogía, que estaba virgen, por un lado sentía miedo, pero por otro me atraía la idea de ser cogida junto a Ana y más aún que fuésemos ambas testigos del desvirgue de Ili. Al final me arregle y fui a cenar y dentro de mí se oyó una voz que decía, aprovecha el control lo tienes tú. Cuando vi a mi hermana salir de su cuarto con Ili, vi que habíamos pensado lo mismo, hasta nos vestimos igual. Un vestido blanco de manta de playa a media pierna con tirantes y unas sandalias destalonadas con plataforma como las de las putas cuando trabajan. El traje nos marcaba un bonito culo.
Al llegar al comedor vimos que la cena se había empezado a servir, y eso por sorpresa me causo cierta rabia, pues seguramente mi hermana tenía razón y seguramente mi marido quería que comiésemos muy poco o nada para que perdiéramos el conocimiento y desvirgar a Ili, vimos que Ili estaba en el bar y nos había reservado una mesa para que tomáramos, al vernos levantó el brazo haciendo señal de que nos acercáramos, tuvimos que atravesar toda la recepción del hotel, sentí un poco de rabia pero me calme al recordar que por este deje a mi esposo y viví años ebria, bebiendo como pendeja, apenas disimulando mi ebriedad en el trabajo y pagando un mandilón que no tenía ni una buena verga ni sabía coger, para que se creyera que tenía marido, pero que en realidad era el que cogía a mi puta madre, así que me dije mejor que desvirgue a mi sobrina y no se vaya con otra puta, enseguida nos enganchamos en una conversación quedando apartados en la barra del bar, pedimos unos Martini y nos dispusimos a pasar una noche bien aburrida, pues solo se veía que mi marido no tomaba ni Ili y a nosotras nos atiborraban de trago, en eso que estábamos cuando mi hermana me dijo vamos al baño, sentí una punzada en el estómago cuando vi a Ana con la mirada fija en Ili, mi hermana en el baño me dijo demole algo para dormir a la niña para que tu marido no le rompa su cuquita que se la cuido para que se case bien y me apretó la mano, a mí que me parta el culo pero a mi hija que deje que la desvirgue un platudo que se case con ella. Al regresar a la mesa, me amontoné a mi marido y Ana le hecho un montón de dormicum a Ili en su plato.
_ Buenas noches. Dijo Ili que se moría del sueño a la vez que se retiraba, note roja a mi hermana, luego me enteraría que le había cogido la verga a mi marido debajo de la mesa y que este fingió recoger algo del suelo bajo la mesa y le dio un beso en su entrepierna igual que me lo dio a mí, creo que mi hermana esa noche era la que estaba desesperada por recibir la verga de mi marido y yo tendría que esperar a que me cogiera luego que a ella. Mire hacia mi marido y este seguía hablando de trivialidades con Ana y por las botellas de cerveza vacías que vi, Ana no tardaría mucho en coger una buena borrachera.
Me dio rabia pues mientras ellos dos, Ana y mi marido, estaban a escasos cincuenta centímetros de mi metiéndose mano, y yo intentaba no caer en el juego, pero mi resistencia iba cediendo. Me sentía encendida como hacía mucho que no lo estaba, pero me seguía diciendo que yo tenía el control.
_ Me tienes abandonada, vamos a caminar a conocer la vida nocturna del lugar dije y sin darles tiempo cogí de la mano a mi marido y me lo lleve hacia afuera del hotel, al salir nos siguió Ana tambaleándose ya de borracha, por supuesto tocaba dar una gran metida de mano a cada una al llegar el turno de Ana, luego de que mi marido jugueteo metiéndole dos o tres dedos en la torta y el culo igual que había hecho conmigo, mi hermana me abrazo, crearos una especie de circulo y nos pusimos a bailar en la calle con la típica música que escapa de las discos de la playa el tunco, de tanto en tanto nos pasábamos a un bar llevando unos vasos de plástico con cubalibres, los hacían allí mismo, bastante cargados, sin saber cómo mi hermana acabo en medio de la calle bailando casi desnuda mientras que yo estaba con mi marido mamándole esa gran verga en lo obscuro y se notaba que todos los transeúntes nos miraban, empecé a notar las manos de mi marido recorriendo mi espalda, al ser el no le daba importancia y encima ya iba un poco cargada de alcohol, sonó la lambada y automáticamente mi hermana se puso a, veía que las manos de mi marido le tocaba de aprovechar para cogerla directamente de sus nalgas, mi hermana o bien estaba borracha o caliente como una zorra, pues no lo impedía, llego el punto que se acabó la canción y siguió bailando pero esta vez la tenía cogida de manera que su falda estaba levantada por detrás enseñando su culo tapado por una fina tanga blanca, yo cada vez estaba más mareada y lo que antes habían sido las manos de mi marido recorriendo mis brazos ahora que había dejado de toquetear a Ana, estaban por dentro de mi tanga tocándome mi ano con las yemas de un dedo, mire a los lados buscando el que nadie nos viera pero me di cuenta que habían personas viéndonos. Mire hacia donde estaba mi hermana y no la veía, mi marido al darse cuenta que buscaba a mi hermana se acercó y me dijo al oído.
_ No te preocupes zorra, tu hermana se ha ido al hotel a dormir la verguera. Me dijo al mismo tiempo que metió su mano por debajo de la falda y agarrándome la torta. Sin darnos cuenta nos fuimos hacia unas calles más oscuras, y nos percatamos que mi hermana nos iba siguiendo, nos alcanzó, y que ya no se cortaba al abrazarnos, besarnos y tocarnos a ambos por turnos mientras le acariciábamos el culo, y a mí me pasaba lo mismo pero con la diferencia que me lo hacían Ana y mi marido, intentaba negarme pero no podía.
_ ¿Qué pasa zorra? Sos unas calientaverga, y ahora vas de socada puta me dijo Ana y me agarraron he hicieron una parada.
_ No aguanto más, me quiero comer la torta de esta puta. Dijo Ana poniéndome de cara a la pared para acto seguido arrodillarse, levanto mi vestido quedando mis nalgas a la vista.
_ Que culo tienes mi puta hermanita mayor dijo, agregando, esta delicioso.
Empezó a pasarme la lengua por la nalga mientras paso un brazo entre mis piernas dirigiendo su mano a mi torta empujándome para que sacará el culo hacia afuera y poder tener más campo maniobra, mientras mi marido agarraba mi cabeza para no dejar de cuevearme, la situación me estaba poniendo a calientísima, aparto mi tanga y directamente empezó a meterme un dedo, mi torta estaba a esas alturas bastante mojada, mientras que hundía su cara en mi culo y ayudada con la otra mano para separar empezó a darme lengüetazos en la zona del ano. En un momento tenía dos dedos metiéndose en la torta, me giro quedándome de frente, me bajo mi tanga hasta las rodillas mientras que mi marido me bajo el vestido hasta la cintura quedando semi desnuda, me estaba volviendo loca de gusto, mi marido me agarro mi brasier bajándolo en ese momento estaba en mitad de un pueblo puede decirse con las tetas al aire y una mujer, mi propia hermana, comiéndome la torta, perdí totalmente el control, se notaba que no era la primera vez que lo hacía pues en poco tiempo me corrí llenándole la mano. Acabaron de sacarme el vestido y el brasier dejándome con el tanga en las rodillas.
_ Sera puta esta zorra de tu hermana, ha acabado. Dijo mi marido mirando a mi hermana.
_ Vamos a ver qué hace la zorra de tu hermana. Dijo luego mi marido dirigiéndose a mí y cogiéndole la mano a Ana en lo que yo intente subirme el tanga cuando él me dijo
_ Déjalo, así van las putas calientaverga como tú. Dijo metiendo un dedo en mi torta mojada. Yo lo acompañe con un gemido, estaba muy caliente y en el fondo estaba disfrutando de la situación. Cogieron mi ropa y fui andando como pude con mi tanga por las rodillas y sin nada más, al llegar a lo más oscuro de la calle cerca de la playa donde ya estaba mi hermana Ana con mi marido, pude ver que la tenía a cuatro patas, la estaba cogiendo por el culo mientras que yo me puse frente a ella y me empezó a comer la torta, por como movía el culo vi que lo estaba disfrutando.
_ ya vino la otra putizorra. Y desnudita..jaja..Dijo mi marido sin dejar de coger el culo de mi hermana.
_si en realidad son tan o más putas que la mamá verdad mis amores. Dijo mi marido.
_ Ven aquí zorra. Dijo mi marido agarrándome del pelo para que me agachara quedando a la altura de su cara, metió el dedo en el culo con fuerza y he decir que yo coopere en esto. Me hicieron ponerme de rodillas quedando enfrente de la cara de mi hermana Ana la cual no paraba de gemir, mi marido empujo mi cabeza haciendo que nuestras bocas chocaran y sin mandarme nadie abrí la boca juntándola con la de mi hermana Ana la cual me recibió entregándome su lengua. Mi marido se puso detrás metiéndome nuevamente un dedo en mi culo. Nos dijo quiero que hagan sesenta y nueve aquí mis putas, gemíamos como cerdas, aquello se había convertido en una orgía.
_ quien será la más puta de ustedes dos, la mayorsita que dejó al esposo para comerse mi verga y por no tenerme se volvió una borracha o, la menorcita a la que ya le han reventado el culo y la han hecho parir dos veces dijo mi marido riéndose. La verdad mi marido por el que me divorcie y que después de 20 años al fin vivo en casa con él, fue quien estrenó mi culo, con el que fue mi esposo, con mi mandilón y con nadie nunca lo había hecho por allí, estoy orgullosa de cómo me rompió el culo en la sala de mi casa mi marido hace tres años, a Ana el tata de sus hijos le rompió el culo según ella cuenta.
Como mi marido procedería a empalarme por el culo en ese instante, y hacia poco me lo había roto, menos de un mes
_ con cuidado por favor le alcancé a decir.
_Tranquila mi putita poco a poco, aún nos queda muchos días. Dijo mi Marido cambiando de opinión y clavándomela por la torta. Así estuvimos durante un rato, cuando mi marido saco la verga de mi torta, hizo que Ana y yo nos agacháramos juntando nuestras cabezas y se corrió en nuestras caras. Nos quedamos las dos llenas de leche. Nos vestimos y nos fuimos para el hotel, al llegar, Ana le dijo a mi marido, mira cuñadito tu verga es deliciosa, me he enamorado de ti y que perdone mi hermana pero a partir de hoy soy tan tu mujer como ella, solo te pido que a Ili no le des esa verga tan deliciosa aun, deja que un novio con dinero la desvirgue y luego dale esa verga tan rica que tienes, y el, riendo dijo el día que cumpla dieciocho virga o no le haré los tres platos, Ana cayó y luego dijo cuñadito préñanos a mi hermanita y a mí, preguntándome, estás de acuerdo hermanita, por lo que yo asentí, y mi marido dijo está bien manos a la obra, sacó su verga y nos puso a mamar, rompió mi tanga y me poseyó bestialmente frente a Ana hasta que mi torta eructaba semen, descanso y luego me puso a mamarlo, cuando alcanzó la erección nuevamente, tiró en el sofá a Ana y la penetró sin piedad frente a mí en su torta, a la cual le dio chorros de semen hasta que igual a la mía, eructara sus ligones de semen hacia sus muslos, mientras Ili dormía plácidamente sedada, esto solo había sido el primer día y quedaban siete días de fiestas, durante los cuales pueden imaginar que paso.
Luego les relatare el día del cumpleaños 18 de Ili, fue una mega reunión mi madre, Ana, mis otras dos hermanas, la mujer de mi hermano, Ili, mi marido y yo, Ili aún era virgen, y solo les diré que, todas nosotras, si todas nosotras mi madre, mis hermanas, mi cuñada, mi sobrina y yo, sin anticonceptivos recibimos al menos dos cargas del semen de mi marido, ahora somos una gran familia feliz, daremos a luz casi el mismo día, y el padre de todos los bebes es mi marido así que tendré un hermanito, un hijo, tres sobrinos y un sobrino nieto, todos hermanos entre ellos, por eso tuvimos que dejar nuestros empleos tres de nosotras y mudarnos a otra ciudad, digan, somos las más putas o no opinen por favor.