Masturbandose ante su atenta mirada

📋 Lecturas: ️
⏰ Tiempo estimado de lectura: min.

Buenas. Me llamo Pedro tengo 30 años y soy de Valencia (España). Voy a contarles una de mis últimas fantasías cumplidas. Esta vez fue con Marta, una vieja conocida mía de 19 años.

En esto del sexo se tienen muchas fantasías, sueños, deseos. Algunas se cumplen, otras no. Algunas son complejas y casi una quimera. Otras pueden ser más light o sencillas e igual de complejas. Hay todo tipo de fantasías.

Yo llevaba un tiempo teniendo una fantasía, algo que me ponía solo de pensarlo, algo distinto a lo típico. Es sencillo pero no es lo típico. Simplemente me ponía pensar el hacerme una paja con una chica mirando, que ella no haga nada, que no pase nada. Simplemente que mire. Nada más.

Es una fantasía que aunque parece sencilla tiene su complejidad. Ya cuando tienes confianza para hacer eso de normal es porque va a pasar algo más. Y cuando no hay confianza para ese algo más tampoco la hay para algo así.

Pero tras mucho tiempo con esta fantasía, llego el día en que se llevó a cabo. Pese a ser una fantasía fue algo que sucedió de imprevisto. Un fin de semana que me desplacé a Barcelona a ver un acto deportivo. Al llegar allí me encontré con Marta, una vieja conocida con la que tenía confianza y tuvimos una época en la que nos contábamos todo desde lo más típico hasta nuestras relaciones sexuales. Entre nosotros nunca había pasado nada. Pero el paso del tiempo hizo que perdiéramos el contacto y llevara mucho tiempo sin saber nada de ella.

Hablé con ella y había ido hasta el lugar del evento deportivo en autobús, con la intención de ver y volverse en el día. Yo había sido previsor y tenía una habitación de hotel reservada en un sitio cercano. Sucedió algo imprevisto, las inclemencias meteorológicas hicieron que el acto para el que nos habíamos desplazado se suspendiese y se atrasase al día siguiente.

Al ser así Marta se había desplazado para nada, había viajado apenas sin dinero (típico de sus 19 años) entonces le ofrecí quedarse conmigo en el hotel y volverse al día siguiente conmigo en coche a nuestro lugar de origen. Entre ella y yo aunque se hubiera perdido contacto había confianza.

Ella tras la duda inicial se lo pensó y acabó aceptando. Tras pasar una tarde entretenida llegó la noche. Una vez en la cama que esa noche íbamos a compartir volvimos a recordar cosas que nos habíamos contado. Empezamos por cosas típicas y acabamos hablando de cosas sexuales.

Entonces le conté que llevaba tiempo teniendo un sueño sexual pero que no había hecho aún y era simplemente que una chica me viera haciéndome una paja. Entonces se produjo la siguiente conversación:

– ¿quieres mirar?

– No me importaría.

– No lo digas dos veces que empiezo.

– No te atreverías.

En ese momento me abrí la cremallera y me la saqué… Ella bajo la mirada, miró observó y no dijo nada. Entonces mi mano rodeó mi polla, y empezó el movimiento. Ella a mi lado miraba, no perdía detalle, su respiración denotaba algo de excitación.

Yo seguí con el movimiento mientras le empecé a preguntar por sus experiencias sexuales, por cosas que había hecho. Ella sin dejar de mirar seguía contándome. Entonces ella introdujo una mano por dentro de su pantalón y mientras me contaba se empezó a masturbar.

La situación era muy morbosa, yo estaba con mi polla al aire, haciéndome una paja teniendo al lado a mi amiga Marta que no dejaba de mirar y que al mismo tiempo se masturbaba. La situación era muy caliente, pero sabíamos que no iba a pasar nada más. Sólo era eso, masturbación. Cada uno lo suyo viéndonos.

Algo tan excitante, imprevisto e inesperado que hizo que no tardásemos mucho en corrernos los dos. Sin duda esa noche dormirnos muy a gusto los dos.

Si eres chica y te gustaría alguien con quien hablar que te dé consejos sexuales o te gustaría darme tu opinión sobre este relato, contarme algo que hayas hecho o simplemente te gustaría que hicieramos lo de este relato: envíame un email escriborelatosinteresantes arroba hotmail punto com

Compartir en tus redes!!