Le pedí ayuda a mi suegro y, claro, me la dio toda
Para mí era muy vergonzoso ir a pedirle ayuda a mi suegro, pero mi marido me insistía tanto que no me quedaba más remedio.
Como cada mes, mi esposo no tenía para la renta, y como cada mes me pedía que fuera a ver a su papa para pedirle que nos ayudara.
En esa ocasión nos peleamos por ese motivo, nos gritamos y nos insultamos, y en su desesperación me lanzo una bofetada.
Yo me fui a casa de mi suegro, al verme en ese estado tan alterada y sollozando, me paso a la sala y me ofreció una copa para que me tranquilizara.
Yo no acostumbro tomar asi que la copa me emborracho un poco, pero hizo que me empezara a calmar.
Yo le conté a mi suegro lo que sucedida, obvio que el conocía nuestros problemas ya que cada mes me presentaba con él a pedirle ayuda.
En esta ocasión, lo que a el le preocupaba era mi estado de angustia y desesperación, y yo no paraba de sollozar. El me abrazaba y me hablaba con cariño, que no me preocupara, que para eso estaba el para ayudarnos.
Me dio otra copa y me dijo, anda cuéntame, se que hay algo mas que no me haz dicho, no te preocupes, sabes bien que yo estoy para ti, para ustedes, para apoyarlos.
Diciendo eso, me abrazo y me recargo en su pecho, en esa posición, él podía ver claramente y casi en su totalidad mis senos, que debido a mi tremendo escote amenazaban con salirse del bra.
Note como él los miraba disimuladamente, asi como mis muslos, que debido a la faldita corta que llevaba, estaban demasiado expuestos a la vista y casi se me veía la panty.
Por la posición en que me encontraba, él podía verme casi todo por completo y me hablaba para que me calmara y me abrazaba y me apretaba contra él.
Ya con tres copas encima, agarre valor y le empecé a platicar de nuestra situación, aparte de la financiera había otras cosas que me decidí contarle.
Le dije, suegro, usted conoce nuestra situación y le agradezco que siempre me haya apoyado.
Pero hay algo mas además de eso le dije mirándolo directamente a los ojos.
A ver hija cuéntame, no te de pena, ya sabes que cuentas conmigo repitió. Y me abrazaba y me devoraba con la mirada.
Pues vera suegro, su hijo no me satisface, no solo no tiene tiempo para mí, sino que además ya casi no me toca y yo la verdad necesito de toda la atención posible. Soy muy joven y tengo necesidades propias de una chica de mi edad.
El se me quedo mirando sorprendido.
Que pena hija, eso no lo sabia ni siquiera me lo imaginaba, dijo un poco avergonzado.
Se acerco a mi y me tomo la cara diciendo, no sabes cuanto me apena escuchar eso.
Yo me recargue en el sofá, e involuntariamente separe las piernas dejando ver un poco más de mi panty.
El hombre no sabia si mitrarme las piernas o las bubis, se notaba nervioso, un poco sofocado.
Eché la cabeza hacia atrás, y le dije, discúlpeme, no quería preocuparlo, mirándolo con ojos de borreguita, de esas miradas que derriten al mas pintado.
El ya no pudo decir más, solo me planto tremendo beso en plena boca y me empezó a meter mano entre las piernas, yo sin darme cuenta las separe un poco mas y el pudo tocarme el sexo.
Luego se lanzo sobre mis bubis, manoseándolas y chupándome los pezones, estos enseguida se me pararon y se pusieron super duros, señal de que yo ya me estaba excitando.
Separe las piernas un poco mas y el finalmente pudo meterme mano en el sexo a sus anchas.
Enseguida se dio cuenta de que yo ya estaba muy mojada, ya te hacia falta algo de esto verdad?
Si, no hables, sigue, sigue conteste jadeando, suspirando y retorciendo el cuerpo de la excitación que ya se apoderaba de mí.
No me pude contener y puse una mano sobre su enorme bulto que ya amenazaba con salírsele del pantalón.
Como pudo se bajo el cierre, y se sacó la verga, que para mi asombro era tremendamente grande y gruesa, se la empecé a manosear con cierta lujuria y él se retorcía de placer.
Al poco le levanto y de un tirón me saco las pantys, se arrodillo frente a mí y me empezó a lamer el sexo, jugaba con mi clítoris y me dedeaba el culo. Eso pone loco a la más santa y a una puta caliente como yo pues más.
Le enredaba mis muslos sobre sus hombros aprisionándolo y con m mis manos le tomaban la cabeza y me la restregaba en el sexo, el devoraba ávidamente mis jugos y chupaba mi clítoris, que para entonces ya estaba super parado como un pene pequeño.
Finalmente se levanto y me metió su enorme verga en la boca, y empezó a menearse como si me estuviera cogiendo, pero por la boca, yo trataba de succionarle la enorme cabeza que entraba y salía de mi boca al tiempo que le frotaba los huevos, eso le producía gran placer.
Al poco, se recostó sobre el sofá boca arriba y me pidió que me montara sobre él. Asi lo hice y en esa posición me senté sobre su enorme verga y yo misma me la ensarté hasta el fondo. No pude evitar exclamar un gemido de tremendo placer y lujuria y me empecé a mover como loca, apretándole la verga con mi sexo y moviéndome como una verdadera puta, una puta profesional.
No resistí mucho y lanzando una exclamación de placer y lujuria, me vine tremendamente montada sobre su verga.
Enseguida, se levantó, me puso en cuatro sobre el sofá y sin mayor miramiento me clavo la verga completita por el culo, lance un gritito de dolor, pero pronto se me paso al sentir como la enorme verga de mi suegro me atravesaba el culo moviéndose como jovencito, con un vigor asombroso, me estuvo penetrando durante un buen rato hasta que no pudo mas y se termino dentro de mi llenándome todo el culo con su leche hirviendo.
A partir de ese momento nos la pasamos cogiendo durante mucho tiempo, yo me volví su puta de planta y jamás volvimos a tener problemas para el pago de la renta y de otras cosas más.
⚠️ Aviso de contenido: “Este relato es una obra de ficción. Todos los personajes tienen más de 18 años. Cualquier parecido con personas reales es mera coincidencia.”
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