Las tetas de mi hermana

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Era verano y estaba de visita, como otras veces, en casa de mi hermana. Mi cuñado se acostó y nos quedamos ella y yo solos en el salón. Estuvimos bebiendo hasta las 2:00 de la madrugada, cuando ella se acostó también. Me tumbé en el sofá cama y puse una peli porno, sin voz para que no me descubrieran. Me quedé dormido y desperté sobre las 5:30. Me levanté para ir al servicio. Al salir escuché unos sonidos que provenían del cuarto de mi hermana.

Como estaba frente al servicio, me acerqué a la puerta y allí estaba mi hermana, en posición de perrito e insertada en el coño por mi cuñado. Volví al servicio a hacerme una paja. Cuando terminé, salí y volví a mirar, viendo a mi hermana boca arriba siendo insertada por mi cuñado. Sus tetas se movían hacia delante y atrás con el movimiento. Volví al sofá cama y me tumbé a dormir, sin poder.

La imagen de mi hermana desnuda no se me iba de la cabeza. Sobre las 7:00,mi cuñado se fue a trabajar. Esperé un rato por si volvía. Me levanté y despacio fui a la habitación de mi hermana. Estaba dormida boca arriba, con solo unas braguitas semitransparentes, que se le notaba el triangulo negro de su coño y sin sujetador, dejando sus deliciosas tetas a mi vista. Me acerqué despacio y la oi roncar.

Me agaché y comencé a tocarle las tetas jugando con sus pezones, que se empezaron a endurecer. Después de tocarlas, las besé, lamí, chupé y mamé a mi antojo, mientras jugaba con mi mano en su coño. Me armé de valor y desnudándome, me coloqué encima de ella, puse mi polla entre sus tetas y comencé a follarlas, haciéndome una deliciosa cubana con ellas. Solté mi descarga llenándoselas de leche. Las limpié con una tohallita que mi hermana tenía en la mesita, le volví a besar las tetas y el coño, por encima de las bragas, me vestí y me fui a dormir.

Por la mañana me desperté sobre las 10:30 de la mañana y mi hermana estaba recogiendo los restos de la cena de la noche anterior. Por el escote de la camiseta podía ver sus tetas y sus pezones. Mi polla volvió a ponerse dura. No se si ella se dio cuenta, pero me sonrió picaronamente.

.- Buenos días dormilón… Me saludó risueña… ¿Has dormido bien?

.- Buenos días… Contesté desperezándome… Si, muy bien.

.- ¿Quedaste satisfecho anoche?… Preguntó

.- ¿Que quieres decir?… Pregunté sorprendido, pensando que se había dado cuenta.

.- He visto esta mañana los restos de una paja en el baño… Comenzó a explicar… Y estoy segura de que es tuya. Y como sé que nos viste anoche, seguro que no me equivoco.

.- ¿Me viste?… Pregunté sin saber como… No me di cuenta.

.- Me imagino… Comentó… Estabas mirando mis tetas.

.- La verdad es que si… Expresé… Lo siento si te he incomodado.

.- Al contrario… Respondió risueña… Saber que estabas allí, me puso más caliente. ¿Te gustan mis tetas?

.- Sabes que si… Comencé a explicar… Y toda tu.

.- Eres un obseso… Me dijo acariciándome la cara… Ya lo se, por eso me desnudabas cada vez que podías. Aunque ahora no tienes la necesidad de hacerlo mientras duermo, pues ya nos damos placer mutuo.

Dicho esto, me dio un piquito en los labios.

.- Ya… Contesté… Pero me gusta recordar viejos tiempos. Arriesgarme a ser descubierto. Jajajaja

Mientras le decía esto, alargué una mano para coger una de sus tetas. Como no se retiró, alargué la otra y le agarré las dos tetas, jugando con sus pezones. Ella reaccionó quitándose la camiseta y dejándome verlas en todo su esplendor.

Me levanté, la coloqué sentada en el sofá y quitándome los bóxer, coloqué mi polla entre sus tetas, mientras mi hermana las apretaba y aprisionaba mi polla con ellas. Yo comencé un mete y saca, en una deliciosa cubana, mucho mejor que la de por la mañana, pues me la hacia mi hermana. A veces, me paraba y era ella quien subía y bajaba sus tetas sobre mi polla. Volví a soltar mi lechada en sus tetas. Nos vestimos y desayunamos.

Mientras desayunábamos, no dejaba de mirar sus tetas por el escote de la camiseta. Sus pezones parecían querer salir a través de ella.

Cuando terminamos de desayunar, recogimos los vasos y mientras se dirigía a la cocina, fui tras de ella y la agarré por las tetas desde atrás, besándole el cuello. Bajé mis manos por su vientre, hasta llegar al elástico de sus leguins, bajándoselos hasta los tobillos y colocándola de bruces contra la encimera, le empecé a comer el coño. Cuando estaba lubricado con mi saliva y sus jugos, se la inserté suavemente hasta que mis huevos chocaron con su piel.

Comencé un mete y saca mientras jugaba con sus tetas y sus pezones. Le di la vuelta y sentándola en la encimera, volví a insertarla, y subiéndole la camiseta jugué con mi lengua en sus tetas. (.)(.) Después de un rato bombeando, dejé su coño inundado de mi corrida. ( Y ) No hay peligro, pues esta operada.

Dejé que mi polla saliera sola por la flaccidez, y limpié el coño de mi hermana con una servilleta de papel, acariciando su clítoris con mi pulgar. Nos vestimos y salimos a comprar los avíos para la casa. Al volver, y después de almorzar, hicimos un 69, me hizo otra cubana y volvimos a follar en posición de perrito. Fue uno de los mejores días que he pasado disfrutando del sexo con mi hermana mayor.

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Sevilla1972
Sevilla1972
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