Las pequeñas se divierten como grandes

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Cursaba yo el colegio secundario, y era un muy apuesto chico quinceañero por el cual todas andaban suspirando y de mí pendientes, alimentando en mí un orgullo y arrogancia que me hacía no poder ver la realidad de que tal cosa no me daba la omnipotencia que estaba yo seguro ya, así tener, y que aquello de que hasta chicas mucho mayores que yo en mí se fijaran, no era cosa que me hiciera “el dueño de todas”.

Aquel caluroso mediodía, volviendo yo del colegio y como de rutina atravesando aquel inmenso y sombrío parque boscoso, me había quitado la camisa por el agobiante calor, caminando en mi retorno con el torso desnudo. 😜

De pronto, las veo: tres pequeñas, allí en un banco interior del parque cómodamente sentadas y ventilando sus acalorados pies sudados descalzas así al aire meciéndolos mientras también ellas se habían quitado algunas prendas por el calor, quedando sólo con sus shorts y polo dejando ahí apilados a un costado, todo lo demás mientras plácidamente descansaban.

Eran unas robustas y hermosísimas rubias, y súbitamente, recuerdo, me invadió como un rubor al sentirme por ellas así visto con mi torso desnudo. Hice un desafortunado intento por vestirme la camisa al ver cómo ellas me miraban, lo que las hizo reír dejando en evidencia lo vergonzoso de mi estado, desistiendo inmediatamente de tal empresa para ellas comenzar ya, ahí mismo, a controlar el hilo de las acciones que entre nosotros ya, comenzaban a desarrollarse.

Pssssssst….psssssst… -me chistaron – ¿vas acalorado…?. Me dijo una al tiempo que las otras ya soltaban risitas. Continuar caminando sin responderles me pareció permitirles un triunfo que no debía yo como varón aceptar, más siendo ellas unas chiquillas por grandes que fuesen sus cuerpos, y decidí hacerme el simpático y sonreírles, aunque ya… mi estabilidad emocional comenzaba a temblar ante el arrollador carácter que ya, ellas había a aquello sabido inyectarle. -“¡No te vayas…ven, vamos a charlar …!” – me llamaron. 😍

Yo… accedí. Quedé de pie ahí ante ellas que reían mirándome con esa desfachatez de zorritas calientes, y una eléctrica corriente alocadamente erótica ya comenzaba a recorrerme entero mientras, sin ser en absolutamente nada femenino mi carácter, algo así como una certera intuición ya me decía que allí, comenzaba yo a ser presa de los antojos de aquellas preciosuras que en minutos más, irían a dar rienda suelta a sus deseos más cochinos de divertirse a sus anchas con un chico a sus pies rendido.

Si: sabía ya yo, que aquello… iría a suceder; por eso en angustiosa sonrisa me mordía nerviosamente los labios al tiempo que les miraba los descalzos pies sudados, y ellas reían así mirándome mirarles los pies… Como si mil diablas de la erótica lubricidad les contara secretamente mí nunca confesado fetiche de ser un ardiente apasionado por los femeninos pies. 😁

Aquellas princesas parecieron captarlo al instante, soltándome allí mismo y sin demoras aquello de: ¿Te gustan nuestros pies, eh…bandidito? Respondes, con una pícara sonrisa cómplice que les confirmaba tal cosa; ellas, entonces…soltaron la carcajada. Ya, de inmediato, así agregaron: Estas patas están bien repletas de sudor y de “queso”… arrodíllate a nuestros pies, y empieza a lamer y chupar… vamos… te lo ordenamos.

Mordiéndome los labios y ya envuelto en una lujuriosidad en la que ellas me habían ya hecho caer, miré como temeroso a todas partes como mirando si alguien pudiera tal vez vernos, y una de ellas así expresó: –Tranquilo, que nadie nos ve… Reían, reían las tres mirándome con la más cochina de las risitas, y sumiso y obediente… me arrodillé a los pies de ellas, y.… si: ¡comencé a lamerles los pies!.

Un intensísimo olor a pie, así sudado me desató un desbocado potro de exoticidad interior comenzando yo a gemir de placer y suspirar y lamer con desenfreno loco, y ellas reían y reían gozando y soltando exclamaciones de asombro por mi apasionado placer así tan manifiesto al lamerles y chuparles los pies a las tres en un desespero por aquellas seis plantas lamer y chupar. 😘

Pero este bicho está recaliente – exclamó, riéndose una de ellas, a lo que inmediatamente otra agregó: – Si y está mucho más fácil de lo que habíamos pensado, así que chicas: vamos a divertirnos con él, ¡¡¡que esto es “pan comido”!!!”.

Como una tromba se abalanzaron las tres sobre mí para desnudarme, a lo que comencé a protestar argumentando mi temor a que alguien pasase y nos pudiera ver; a lo que inmediatamente ellas me respondieron: -“¿Ése es tu temor??? ¡pues entonces no tendrás ya excusas: ¡¡¡nos vamos YA hacia aquel boscaje donde no nos verá ni el mismísimo diablo si por aquí pasara, y allá … te haremos saltar ríos y ríos de leche por esa pija que ya se te nota como un salchichón en el pantalón!!!.

¡¡¡Así que nene… allá nos vamos!!!” Y así diciendo, salieron conmigo a los tirones hacia aquel boscaje ahí cercano, y ya allí… me desnudaron con una velocidad como increíble de imaginar. Completamente desnudo y poseído yo por una calentura como de burro y gimiendo y suspirando completamente entregado a ellas. 😒

Dejándome hacer lo que quisieran ellas hacerme, comencé a explotar en sucesivas y escalofriantes avalanchas orgásmicas en manos de tres putitas cachondas que se habían por completo adueñado de mí en cuerpo y mente, haciendo de mí un erótico juguete con el que se divertían gozándome a sus más desenfrenadas anchas.

Y era tal la alocada intensidad como volcánica de mi monstruosa calentura por ellas, que mi fertilidad parecía no tener fin, y de continuo ellas me hacían y hacían estallar en orgasmos haciéndome saltar y saltar la leche que por mi acosada pija inmensa me hacían ellas así saltar como se les ocurría, y las tres se miraban riéndose de lo colosal de la paliza que me estaban dando. 🤦‍♀️

Todo eso, debo aclararlo, así en medio de sus más variadas maneras de hacerme cosas ahí en ese bosque, como por ejemplo el montarme así completamente desnudo paseando acaballadas sobre mis hombros masturbándome en la cabalgata con sus pies haciéndome saltar la leche a chorros mientras me montaban.

Y así, otras mil maneras de dar riendas sueltas a sus deseos de hacer de mí el lujurioso juguete que de mí las tres hicieron. Yo, un apuesto y orgulloso chico que venía así invicto en mi fama de avasallador de formidables mujeres… caí estrepitosamente domado por tres putitas colegialas que casi al anochecer de aquella insólita tarde así histórica para mi historial, reían y reían mirándome ya como aturdido ante ellas y como un zombi moviéndome para vestirme y atenderlas cuando me hablaban y reían así ordenándome más que diciéndome. 🤣

Así que ya lo sabes, eh?: mañana, te queremos aquí como hoy, otra vez entendido? Con un lánguido movimiento afirmativo de cabeza y mirándolas embobecido de amor y como borracho del mareo por tanto y tanto desenfreno y el así ilimitadamente a ellas regalarme.

Partí con ellas saliendo juntos del parque aquel, mirándome ellas y riéndose, mientras a duras penas yo movía mis piernas arrastrando mis pies en un andar exhausto … pero completamente … feliz. Había comenzado a ser yo…”LA DIVERSIÓN DE LAS PEQUEÑAS”.

By: Anonimo

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