Las ideas eróticas más locas y divertidas

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Ideas para que tu chico y tú compartáis momentos inolvidables y estalléis de placer. Ideas locas, divertidas, sexys, picantes, juegos eróticos y los lugares más increíbles para hacer el amor. Lo tienes todo, solo hay una regla: practicad el sexo seguro, el sexo de verdad, y alucinad.

– ¿Quieres que tu chico alucine? ¡Pues practícale el sexo oral! Eso sí, esta vez lo dejarás más flipado que nunca si sigues este truquito: consigue una bebida con burbujas y justo antes de lanzarte hacia su sexo, bebe un sorbo de la bebida que has escogido. Cuando tu chico sienta cómo las burbujas recorren su pene provocándole un leve cosquilleo, ¡se volverá totalmente loco!.

– Hay tácticas de lo más conocidas y, aunque no resulten las más originales sí son totalmente efectivas. Arréglatelas para cruzar las piernas ante tu chico en medio de una comida o de cualquier reunión y deja que descubra ¡Qué no llevas nada debajo!.

– Deja los tabús a un lado y alucínalo con tu perfume más secreto… la próxima vez que quedes con tu chico, introdúcete un dedo en la vagina y pásalo por cuello y tu pecho. No sabrá muy bien por qué, pero ten por seguro que no podrá quitarte las manos de encima.

– ¿A tu chico le va el fútbol? ¿Estás harta de que cada vez que hay partido te deje más plantada que un árbol?. Pues la próxima vez que se disponga a verlo, sorpréndelo diciéndole que te apetece mogollón ver el partido con él. Después preséntate solamente con la bufanda de su equipo sobre tu cuerpo, ¡a ver si es capaz de seguir todo el partido sin ponerte una mano encima!.

– Los juegos más excitantes son aquellos que estimulan mogollón los sentidos. Si tapas los ojos a tu chico, por ejemplo conseguirás que el resto de sus sentidos estén más a flor de piel que nunca. Cuando ya no pueda ver nada, pon sobre tu cuerpo alimentos que proporcionen sabores muy distintos: un poco de miel sobre tus labios, nata en tus pechos, mermelada de fresa en tu ombliguito… Tu chico tendrá que adivinar todos los sabores que hay en tu cuerpo y en que partes están concretamente situados. El placer esta servido.

– Consigue una cámara de vídeo. Si no tienes ninguna, fijo que puedes conseguir que un familiar o un amigo te la preste una tarde. Grábate en ropa Íntima y diciéndole a tu chico lo que le harías si estuvieras con él y lo que te molaría que él te hiciera en ese mismo momento. Por la noche, invítalo a cenar a casa y disimuladamente dile que ponga en el vídeo la cinta que has dejado sobre la mesa. ¡Ese chico no te quitará las manos de encima! Después, no olvides destruir la cinta, por lo que pueda pasar.

– De vez en cuando, un poquito de provocación no va nada, nada mal. ¿Te atreves? Fijo que tienes algún pantalón de cintura baja, de esos tan modernitos, pues el próximo día que te lo pongas y sepas que vas a ver a tu chico, ¡olvida tus braguitas en casa!. El siguiente paso es que busques alguna excusa para agacharte a coger algo delante de él. Sus ojos se abrirán como naranjas.

– Sería genial que pudieras conseguir un estetoscopio (ese aparato que utilizan los médicos para escuchar los latidos del corazón). Ponlo en las zonas más íntimas y a ver que oyes. Para que todavía sea más divertido, disfrázate de doctora y que él simule ser tu paciente.

– ¿Ya le has leído un cuento erótico?. ¿Pues qué tal si ahora lo escenificáis?. Convertíos en los protagonistas de la historia. Además de excitante será muy divertido.

– Tienes que estar segura de ello, pero si eres aventurera estás dispuesta a tener algunos picores, rasúrate el pubis y cumple así una de sus mayores fantasías. Aunque nunca te la haya confesado, seguro que ha soñado con ello.

– Ponte ese tanga tan sexy que tienes y una faldita cortita. Cuando se acerque la noche, dile que te apetece mogollón ir a un parque a columpiarte y es que, en el fondo, ¡continúas siendo una niña¡ – Deja que él te columpie. Cuando le digas que quieres volver a casa, fijo que él no quiere dejar de columpiarte, y es que estará disfrutando de lo lindo con la vista.

– Ese cubito de hielo!!! Es un truco que nunca, nunca puede faltar en tu repertorio. Desnuda a tu chico, dile que se tumbe en el suelo y entonces coge un cubito de hielo y no pares hasta que se deshaga. Acaricia su cuerpo con él, lámelo para después darle un largo beso a tu chico, moja tus pezones con él y deja que los pruebe…

– Si quieres practicar con él un juego erótico de lo más original, consigue un atlas y traza un circuito señalando las ciudades que te gustaría visitar con tu chico. A cada ciudad le corresponderá una práctica sexual diferente: en París podéis practicar un francés, en Cuba podéis practicar una cubana, en Italia podéis masturbaros mutuamente… vosotros mismos decidís lo que queréis hacer claro.

– A lo largo de un día utiliza sólo tu móvil para mantener el contacto con él. Únicamente puedes enviarle mensajes calientes, pero no puedes contestar a sus llamadas. En el último mensaje que le envíes, cítalo en tu casa o en un hotelito. Cuando llegue, tendréis una sesión de sexo de lo más salvaje.

– Hazle más que una llamada erótica, está será la llamada. Ponte cómoda en casa y marca su número. No se trata sólo de que le expliques lo que te gustaría que te hiciera, explícale que te estás masturbando y descríbele cómo lo estás haciendo. Llega realmente hasta al final. Vamos, que no cuelgues hasta que hayas tenido un orgasmo. Lo dejarás hecho polvo…

– Compra varios juguetes sexuales y escóndelos por toda la casa. Tiene diez minutos para encontrarlos, pasado ese tiempo sólo podrá utilizar contigo los que tenga ya en su poder.

– Fijo que has oído hablar de ello ¿Pero alguna vez os habéis dejado llevar por la pasión en un cine? Puede ser excitante, relajante y de lo más placentero. Poneos en las filas traseras o, si el cine tiene dos pisos, en aquél que quede más escondido. Empezad rozando cada uno el sexo del otro y si os animáis del todo y os atrevéis, “tiraos al suelo y alucinad con un aquí te pillo aquí te mato”.

– Otra forma divertida de sorprenderlo es pasarte por una peluquería especial y teñirte el pubis de otro color o dibujar la forma de un corazón. ¿Te atreves con ello?.

– ¿Nunca te has comprado una máscara para el día de los disfraces? Pues hazlo ahora. Compra dos máscaras y la próxima vez que estéis juntos, desnudaos y poneos las máscaras. Reíd juntos un buen rato y después haced el amor como si fuerais dos completos desconocidos.

– Pronto llegará la Primavera y es un tiempo ideal para hacer jueguecitos al aire libre. Invita a tu chico a pasar un bonito día en el campo. Cuando lleguéis dile que cierre los ojos, que cuente hasta 30 y que entonces vaya en tu busca. Para que te encuentre tienes que ir dejándole pistas con tu propia ropa. La camisa en un arbusto, la faldita en la rama de un árbol… deja que te encuentre desnudita sobre la hierba fresca…

– ¿Tienes un collar de perlas? Pues consigue uno, experimentad con su tacto, acaricia con él el cuerpo de tu chico y hasta puedes enrollarlo alrededor de su pene para estimularlo, eso si con muchísimo cuidado y sin apretar, que podrías hacerle daño.

– Atrévete a practicarle el sexo oral a tu chico ¡con la boca llena de Mousse de Chocolate! Fijo que para él es mucho más que una experiencia religiosa.

– Conviértete en una auténtica vampira. Consigue un conjunto de ropa íntima de color negro, una capa y unos guantes negros muy largos. Mordisquea especialmente su cuello y finaliza la velada practicándole una masturbación sin quitarte los guantes.

– ¿Por qué no le propones a tu chico que se depile? Sí, sí, que se depile hasta las zonas más íntimas. Para ti será un gustazo acariciar su cuerpo sin un solo pelo.

– Reúne todos tus modelitos más sexys y conviértete en la modelo de tu chico, que a su vez se convertirá en uno de los fotógrafos más importantes del mundo de la moda. Consigue un biombo y sal de allí con tus conjuntos para posar para el. Después de un buen rato excitándolo con tus movimientos y tus miradas, fijo que él se acaba metiendo contigo detrás del biombo.

– Conviértete en una mujer policía, si no tienes ropa para disfrazarte no te preocupes , puedes ser una agente secreta y vestir de calle. Pica a la puerta de su casa, identifícate y nada más entrar ponlo contra la pared y cachéalo. Lo que hagas después depende de ti, pero fijo que lo subes al cielo.

– Dile a tu chico que esta noche lo invitas a un restaurante muy especial y es que, mientras se cena, se puede disfrutar de un espectáculo. Asegúrate de que te va a buscar a casa. Ábrele la puerta disfrazada de camarera y siéntalo en la mesa en la que habrá un solo cubierto. Sirve la cena y dile que en unos minutos empezará el show. Ponte tu conjunto más sexy y sal a bailar mientras él cena, si puede.

– Acompaña a tu chico al coche para despedirlo aunque a él le parezca algo extraño. Cuando él ya esté dentro que baje la ventanilla, dale un beso y pídele que te llame luego. Entonces dile que acabas de recordar una cosa: saca una cinta de cassette del bolsillo, ponla en el aparato del coche y despídete. Tu chico flipará cuando escuche la cinta y se dé cuenta de que has grabado en ella todas las fantasías sexuales que te gustaría practicar con él.

– Al loro con esto: llama a tu chico y dile que tal como había quedado con la agencia, le esperas en la habitación “tal” del hotel “tal”. Ya sabes cuál es tu papel, así que ponte súper sexy y cuando tu chico llegue al encuentro, pregúntale cuáles son sus preferencias y qué es lo que quieres que hagas. Después no olvides cobrarle, puede ser súper emocionante. Además, con ese dinero, el próximo día tú te lo gastas en él, que se convertirá en tu gigoló.

– Bolas chinas: has oído hablar de ellas pero nunca te has atrevido a probarlas… pues atrévete. Introdúcete una de las bolitas en tu vagina y vete al curro como si nada, será un día diferente…

– La próxima vez que tu chico quiera quedar contigo, dale largas y dile que esa noche estás muy pero que muy ecupada. Cuando ya os hayáis deseado las buenas noches por teléfono, ponte un abrigo (solamente un abrigo) y dirígete a su casa. Cuando te abra la puerta se quedará flipando al verte allí, pero cuando entreabras el abrigo y le dejes ver que no llevas absolutamente nada debajo, se le pondrán los pelos de punta.

– Venda los ojos de tu chico y píntale las distintas partes de su cuerpo de diferentes colores. Después pídele que diga un color al azar, tu tendrás que estimular la zona que esté pintada de ese color.

– Entra en el comedor de repente y suéltale a tu chico: “¿Cariño, te apetece picar algo?”. Cuando te responda que sí, desabróchate la camisa o simplemente desnúdate y dile que puede coger lo que más le guste. Si la respuesta es que no, desnúdate igualmente y pregúntale si está seguro.

– Cuando os vayáis a dormir juntos, dile a tu chico que has tenido una idea . Siéntate en la cama a su lado y dile que le vas a leer un cuento. Pensará que estás loca, pero alucinará cuando se dé cuenta de que lo que le estás leyendo es un cuento erótico.

– Antes de practicarle el sexo oral a tu chico pon en tu boca un caramelo de menta, ¡A ver si te mola la nueva experiencia!.

– Pégate por todo el cuerpo estrellas fluorescentes de manera que cuando apaguéis las luces de la habitación, ¡Encuentre todo un firmamento en ti! Es original y divertida.

– Cread vuestra propia caja de los deseos. Cada uno debe anotar en diferentes papelitos lo que le gustaría experimentar con el otro: “practicar el 69”, “que me ate y me haga suyo/a”, “que me lama todo el cuerpo con su lengua”… Después meted todos los papelitos en la caja y colocadla en algún sitio visible. Cuando te apetezca divertirte, coge la cajita y dile que meta su mano para ver qué es lo que toca practicar hoy.

– Si sois algo tímidos y probar tantas cosas nuevas de golpe es algo muy fuerte para vosotros, comprometeos a probar algo nuevo cada semana o cada dos semanas, vosotros marcáis el límite. Además será divertido porque estaréis esperando con ilusión que llegue el día en cuestión.

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