La Sirvienta Inocente 1 Mi primer Orgasmo
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La Sirvienta Inocente
Mi Primer Orgasmo
Por Lupita V.C.
Tipo: Historia Larga
No soy muy dada a contar mis experiencias sexuales con extraños (o con nadie más) pero cuando entre en esta página y leí varios de los relatos más extraños y bizarros, me decidí a contar mis historias, obviamente usare un nombre falso tanto para mí como para los que involucre en mis historias ya que todas y cada una de ellas son reales, por lo que en esta primera historia y en las que publique en adelante me haré llamar Lupita.
Otro punto importante para mí, es que si me he decidido a escribir esto, lo hare bien, por lo que a mis queridos lectores, a lo mejor no les gusta tanto lo largo y detallado de esta historia, pero para mi es importante contarla con todos los detalles posibles, ya contare algunas historias cortas después, pero esta que fue mi primera vez, la contare completa, hasta el último de los detalles como yo lo recuerdo
Hoy tengo 45 años ya y tengo mi propio negocio, no soy millonaria pero si estoy muy tranquila económicamente hablando, les cuento esto queridos lectores por que no siempre fue así, yo nací en un pequeño pueblo a una hora del Puerto de Veracruz; en aquellos ayeres, el pueblo no tendría más de 5 mil habitantes y casi el 95 % éramos pobres, vivíamos de lo que la poca tierra nos daba. Nos los aburriré con la historia de mi infancia he iré directamente hasta que cumplí los 16 años, para ese entonces mi mama y yo nos habíamos mudado al Puerto de Veracruz para que mi mama trabajara en una fábrica, era poco lo que ganaba por lo que yo le comencé a ayudar haciendo el aseo con diferentes vecinos.
En una ocasión, una señora a la que le hacia el aseo me pregunto que si quería ir a trabajar a casa del contador de su oficina, él vivía al otro lado de la ciudad en la parte conocida como Boca del Rio. Yo acepte y ella me dio su teléfono para que me pusiera de acuerdo directamente con él, antes de llamar, mi vecina me recomendó subir un poco mi tarifa ya que el contador tenía un poco más de dinero, obviamente así lo hice y quede de pasar a su casa el sábado por la mañana.
El sábado que llegue a su casa me abrió la puerta un hombre maduro, de 45 años aproximadamente, pelo entrecano, ojo verde y delgado, de piel blanca y de igual sonrisa? en pocas palabras, casi me mojo al ver a tan espectacular hombre, inmediatamente me puse nerviosa y como buena chica de campo deje escapar una risita ahogada (después me entere que este detalle le había alertado a el de que me gustaba). Yo por otro lado era una chica menudita (petit), era un poco bajita 1.55 m, delgadita pero no flacucha, piel moreno claro, ojos negros, mis tetitas eran muy chicas en aquellos tiempos y aunque quería más, no me sentía mal por tenerlas chiquitas y duritas?, mis piernas eran delgadas pero bien formadas, solo tenía una cicatriz pequeña por fuera de mi pierna derecha, un accidente en la escuela y bueno, por ultimo mis nalguitas, en eso si debo de presumir queridos lectores, mis nalguitas eran tan redonditas y duras que los hombres volteaban descaradamente, muchas veces me nalgueaban en la calle y salían corriendo no sin antes decir ? que rico culito mi Reyna ? o algo así de vulgar, todas mis amigas me envidiaban y me preguntaban cómo había conseguido esas nalgas tan ricas jeje ..
En fin, me pidió que pasara y me ofreció algo de tomar mientras platicábamos de lo que tenía que hacer en su casa, yo le pedí agua y él se sirvió una cerveza, se sentó en el sillón que estaba a mi derecha y comenzó a explicarme cuarto por cuarto los detalles importantes a limpiar, una vez que termino me llevo a un cuartito en la parte de atrás de la cocina y me enseño en donde estaban todos los utensilios para mi labor.
Antes de salir del cuartito yo volteé y le pregunte
? y como debo de llamarlo Sr.
– Bueno ? dijo el ? mis amigos me dicen Bobby, por lo de Roberto, si quieres me puedes llamar así o Don Bobby, como tu prefieras? Mmmm si tuvieras total libertad de llamarme como tú quieras, como te gustaría decirme?
– Que pena Sr. Ay pues no sé, es que no lo conozco, Don Roberto le parece mal ?
– No, si a ti te gusta está perfecto, a mí me gusta ? dijo, con una sonrisa perfecta en su rostro
Para este momento, obvio, yo ya presentía que Don Roberto también tenía cierto gusto por mí, se le notaba en su mirada, en su sonrisa cautivadora, ahh si, y por supuesto se le comenzó a notar en su entrepierna, por alguna razón, su pene comenzó a abultarse un poco en su pantalón, yo quite la vista de ahí, pero créanme , se le notaba un bulto bastante grandecito y mi curiosidad nació en ese preciso momento.
Ese primer día no pasó nada, platicamos un poco de todo mientras yo hacia el aseo, el me hacia reir mucho con sus historias de joven y su forma medio cómica de contarlas, yo le platicaba un poco de mi familia y amigos y así fueron algunas semanas y llegue a confiar mucho en Don Roberto al punto de contarle muchas de las cosas que solo se le cuenta a una amiga o un amigo demasiado cercano, no sé pero yo me sentía muy a gusto con él y el conmigo. En algunas ocasiones Don Roberto me hacía preguntas con tema sexual, pero siempre muy caballeroso y preguntándome si no me molestaba, eso me encantaba de él, que me pidiera mi opinión y me escuchara, siempre le conteste que me podía preguntar lo que él quisiera.
Un Sábado llegue temprano para terminar rápido y poder irme ya que tenía una fiesta con amigos y lo mejor de todo era que tenía permiso de quedarme en casa de mi amiga Betty, Llegue a las 7 de la mañana y Don Roberto casi me mata por lo temprano, pero luego se rio y me dijo que trabajaba en su computadora desde las 6, yo me puse a preparar café y puse panes a tostar, él se sentó en la barra de la cocina para ver sus mensajes y fumarse un cigarro (no me gustaba ese olor), le di su café y le acerque un cenicero y le dije que no me gustaba que fumara, para mi sorpresa apago el cigarro y fue a lavarse los dientes, cuando regreso se acercó un poco a mi cara y soplo suavemente, y me pregunto si me parecía mejor, yo si había olido lo fresco de su aliento pero por algún motivo le dije ? no estaba preparada, acérquese un poquito más y sópleme otra vez ? y mientras soplaba se acercaba poco a poco, hasta estar a menos de 10 cm, yo solo pensaba ?me encantaría decirle cuanto me gusta?, su aliento era muy fresco y agradable, me imagine besándolo? — huele muy rico Don Roberto, mucho mejor que un cenicero jeje ? el me miro un segundo y me pregunto
? te acuerdas que me dijiste que te podía preguntar lo que yo quisiera?
— Claro Don Roberto, me quiere hacer una de esas preguntas que son difíciles de contestar??
– Mmm? si, no es muy difícil y estoy seguro de la respuesta, pero quisiera escuchar la verdad de ti directamente, no es nada malo, no te preocupes ? dijo mientras me guiaba al sofá para sentarnos, yo ya me imaginaba cual era la pregunta, así que lógicamente y mientras estábamos sentados en el sofá de la sala, su primer pregunta fue que si yo era virgen todavía?
– Ay Don Roberto ? dije mientras mi cara se pintaba de todos los colores ? pues sí, si soy virgen, como cree que a mi edad no lo sea ? yo para ese momento ya me habia imaginado como seria perder la virginidad con Don Roberto, besarlo, acariciarlo, dejarlo que me hiciera suya y a pesar de que la idea me encanto y lo imaginaba besando todo mi cuerpo? también me daba miedo, él podría ser mi papa !!. Recuerden mis que yo realmente no tenía nada de experiencia, no sabía ni besar de lengüita? tenia 16 añitos apenas
– no te enojes Lupita, lo siento, no pretendía ofenderte, es solo curiosidad, es que de donde yo vengo (al Norte) por lo general las mujeres de tu edad, pues, tu sabes, ya han tenido algún noviecito vivaracho (?despierto?, para mis lectores en otros países).
– pues si tuve uno y bueno algo sucedió pero no lo que está pensando seguramente ? le dije mientras le apuntaba con el dedo índice y una pequeña sonrisa en mi cara — solo nos acariciamos por arriba de la ropa ? termine diciendo esto mientras pasaba mi mano por arriba de mi ropa, yo quería ver su reacción ante este comentario para saber si podía seguir adelante con el jueguito de hacer preguntas indiscretas o sexuales
– y usted porque esta solo Don Roberto, se divorció o no se caso?
– Me divorcie hace 13 años y por ahora no tengo novia, así es que no te preocupes, no pondrás celosa a ninguna mujer ? esto último lo dijo mientras me ponía la mano sobre la pierna, muy hacia la rodilla, aun así un pequeño temblor o choque eléctrico corrió desde mis rodillas hasta mi rajita y esto me hizo dar un brinco
– Perdón ? dijo mientras quitaba la mano muy rápido ? no quería asustarte
– no, está bien, no se preocupe, lo que paso es que me sorprendió un poco, no me lo esperaba
– Te molesto?
– No, es que no estoy acostumbrada a que me toquen las piernas jeje
– Pues las tienes muy bonitas y tu piel la sentí muy suave ? una sonrisa pícara apareció en su rostro, era la primera vez que veía a Don Roberto verme de pies a cabeza con ojos de deseo? me desnudaba con la mirada y note que se detenía en mis tetitas más que en ningún otro lugar, me gustaba mucho la sensación de sentirme bonita para alguien, estaba muy nerviosa así es que solo pude decir?
– Gracias Don Roberto
Él se me quedo viendo directamente a los ojos por un momento, hasta que le pregunte por que me veía así
– Lupita, quiero confesarte algo pero tengo miedo de que te espantes y no regreses
– Porque me espantaría Don Roberto? Es que me va a proponer matrimonio? ? Esto lo dije riéndome más de nervios que del chiste ?
– jajá No, bueno, es una confesión un poco rara, diferente? Me prometes no enojarte si no te gusta lo que te diga?
– Mmm bueno, lo prometo
– Creo que debería comenzar por decirte la verdadera razón por la que no me has conocido ninguna mujer, la razón por lo que no soy casado o no tengo novia,.. En realidad es muy simple pero diferente, bla bla bla bla
— Yo estaba ansiosa por saber que era lo que me quería decir y este Sr. Se pone a contarme la historia de no sé qué y no sé dónde aaaagh YAAAA DIME!!! pensaba para mis adentros, pero por fuera solo se me notaba el un poco el nervio
– Así es que, en resumen, no tengo novia porque me gustan las mujeres jovencitas?. Así como tú, risueñas, simpática y que me escuchen ? termino de decir Don Roberto y yo no había escuchado NADA? no estaba segura de que me estaba proponiendo o si me estaba preguntando algo, me puse más nerviosa todavía y él se dio cuenta
– Calma Lupita, te veo un poco nerviosa ? dijo mientras agarraba mi mano? que tenía sobre mis piernas? otro choque eléctrico directo a mi rajita, en cuanto sentí el rose de su mano — será mejor que dejemos de hablar de esto ? continuo mientras se levantaba — no quiero que pienses que soy un viejo pervertido o algo peor.
– Noo Don Roberto ? le agarre de la muñeca y jalándolo hacia su asiento ? Perdón, es que estoy muy nerviosa y no escuche todo lo que me dijo antes, por eso me quede callada y por eso me puse más nerviosa ? solo me quedo bajar la cabeza por la vergüenza que sentía en ese momento ? pero si me repite lo que se me perdió con gusto le contesto ? dije esto sin haber soltado la mano de Don Roberto y sin ganas de soltarla
– Y qué fue lo que si escuchaste??
– Solo recuerdo que usted dijo ?que en resumen no tenía novia por que le gustaban las jovencitas como yo?, pero no escuche nada de lo que dijo antes, por eso no sé si usted me estaba preguntando algo o ? que? pero
– Entiendo? veras, te preguntaba que si a ti no te molestaba que un hombre como yo, le gustara una jovencita como tu? mmm? mira, lo que quiero decir es que creo que eres una jovencita muy hermosa y con todo respeto con un hermoso cuerpo también
– Me quede helada por lo que Don Roberto me estaba diciendo y mi cerebro estaba lleno de ideas locas y miedos infantiles, quería aprender de sexo y que mejor oportunidad que un maduro con experiencia pero al mismo tiempo, la educación que me dieron me frenaba y me aterrorizaba la idea de que me descubrieran en mi casa, o sea que se dieran cuenta de que ya no era virgen? Aun así, y sin saber exactamente de donde salieron mis palabras alcance a decir ? Usted también se me hace un hombre muy guapo Don Roberto ? yo misma me quede helada por lo que acababa de decir pero ya estaba dicho así es que me arme de valor y continué con lo que yo creía seria la idea más loca que hubiera tenido jamás? yo de 16 con mi patrón de 45 años y el enseñándome pacientemente los secretos del sexo?
– Bueno, vera Sr. Lo que pasa es que yo también tengo una confesión que hacerle ? y lo mire a los ojos por un segundo como para darme valor ? como ya le dije, soy virgen y no he tenido casi nada de experiencia y la poca que tuve fue medio embarazoso porque mi novio no aguanto a venirse antes de quitarse el pantalón jeje , aunque no estoy muy segura que es lo que paso con él con eso de ?venirse? o terminar ? le comente a Don Roberto –, pero me dijo ?me voy a venir %*#{$? y después se levantó y se fue sin decirme nada
– El tomo mi mano y me pregunto ? Que son todos esos ademanes que hiciste cuando él te dijo ?me voy a venir %*#{$? ??, te dijo alguna grosería o algo así??
– Si, el me llamo de una forma fea, me dijo ?Me voy a venir putita? y eso no me gusto.
– No le hagas caso, fue tonto lo que dijo, y fue para no sentirse tan mal por haber terminado tan rápido, así es que se defendió insultándote?
– Bueno, es que me da un poco de vergüenza lo que le voy a decir? es que yo quería preguntarle, en vista de que yo también le parezco bonita, si usted me pudiera enseñar?
– Se me quedo viendo unos segundos que me parecieron eternos, pensé que se había enojado hasta que me pregunto — Me estas preguntando si quiero que te enseñe a tener sexo? Que te quite tu virginidad? , Mi chica, ningún hombre que conozca te contestaría que NO a esa pregunta, aquí la respuesta que importa realmente es la tuya? a ti te gustaría que YO te enseñara eso?
– Cr creo que si ? dije más por inercia que por haberlo pensado ? pero me da mucho miedo que me duela, por eso no quiero un hombre de mi edad, todos saben que son muy poco aguantadores y te lastiman porque no saben? y yo no quiero que me duela, quiero tener un recuerdo diferente al de mis amigas, a casi todas las lastimaron
– Él no había soltado mi mano desde que la agarro por primera vez, lo que no me había dado cuenta es de que tenía la otra mano sobre mi muslo y no la había sentido hasta ese momento, y me gustó muchísimo, después de haberme escuchado, se acomodó en el sofá de forma que quedo sentado sobre una pierna y viéndome de frente, yo también me gire un poco y subí una de mis piernas un poco al sofá, así es que mi falda se levantó ligeramente y él lo noto, en cuanto se terminó de acomodar, volvió a poner su mano sobre mi muslo pero esta vez la empezó a frotar de arriba para abajo, desde mi rodilla hasta meter un poquito los dedos bajo mi faldita, me miro y dijo ? Nunca he tratado mal a ninguna mujer y nunca lo hare, te prometo que te tratare como una Reyna y tratare de enseñarte todo lo que yo sé, poco a poco, tu iras diciéndome si quieres más o menos o si algo no te gusta me detendré, pero tu también me tienes que ayudar? veras, todo te parecerá nuevo y extraño, así es que solo te pido que si algo no te gusta me digas pero le des unos minutos para que te acostumbres a la sensación nueva, va??
– Para este momento el bulto de su pantalón estaba que reventaba, se veía una cosa enorme ahí y eso me dio una sensación de hambre, como si no hubiera comido en días y me pusieran una hamburguesa enfrente, mi cosita estaba comenzando a humedecerse y aunque la sensación era agradable pensé que se me estaba saliendo pipi, me pare diciéndole que tenía que pasar al baño, me voltee y me metí al baño, inmediatamente me baje los calzones para revisarlos pero estaban secos, así es que tome un poco de papel y lo pase por mi rajita para limpiarme y cuando el papel toco lo que hoy sé que era mi clítoris (recuerden que soy de pueblo y allá no enseñan esas cosas), otro choque eléctrico alcanzo mi vagina entera, pero esta vez fue mucho más intenso y duradero, sin querer lance un gemido de placer y mi patrón lo escucho seguramente pero no dijo nada. No estaba segura de que me había pasado pero yo quería saber, así es que me volví a tocar mi conchita solo con mis dedos y tarde menos de 5 segundos en encontrar mi perlita, ahí escondída todo este tiempo, la rose con la punta de mi dedo para probar nuevamente y fue otro choque delicioso lo que recibí de respuesta, me contuve a soltar otro gemido por pena y ahí me di cuenta de que debía de regresar ya, así es que termine de comprobar a lo que fui, y sí, mi rajita estaba toda húmeda, pase los dedos y se sentía muy rico tocar ese líquido y frotarlo contra toda mi rajita, nunca me había pasado eso y me estaba gustando mucho, si así iba a ser el sexo me estaba gustando mucho (pobre tontita, todavía no tenía idea de lo que Don Roberto me tenía preparado y las 1001 formas en las que me cogería tan deliciosamente los siguientes años)
– Me Limpie y me vestí para salir a la sala nuevamente, cuando abrí la puerta ahí estaba Don Roberto parado a unos centímetros de la entrada, el baño de su casa está a desnivel así es que nuestras caras estaban a la misma distancia, yo me sorprendí un poco pero sonreí de inmediato, el también sonrió pero dio un paso al frente, quedamos a pocos centímetros el uno del otro, paso su brazo derecho por mi cintura y me jalo suavemente hacia él, yo por instinto subí mis brazos y los puse en sus hombros a forma de defensa, empujándolo un poquito, él se dio cuenta y aflojo su brazo para liberarme y eso me hizo pensar que se quitaría y ya no tendría otra oportunidad así que deje de empujarlo y lo que hice fue rodear con mis brazos su cuello un poco y jalarlo ligeramente hacia mí, funciono muy bien y el regreso su brazo pero esta vez fui yo la que me adelante y le di un beso en los labios, un beso suave, de primeriza, sin abrir la boca o sacar la lengua, solo un beso suave, nos separamos y el me miro a los ojos con esa forma que siempre ha tenido de estarme ?leyendo?, se acercó nuevamente y esta vez solo comenzó a rosar sus labios con los míos mientras hablaba, me daba instrucciones de cómo poner mis labios después de cómo y cuándo sacar mi lengua, no nos soltábamos de ese primer beso real y verdadero que recibí de cualquier hombre, ya había medio besado antes pero esto era distintooooo esto era mágico, suave y calientito a la vez, el chupaba mis labios individualmente luego todo junto, para después morderme suavemente el otro labio, así estuvimos unos pocos minutos y él me acercaba cada vez más hacia sí, hasta que sentí ese bulto enorme que se me pegaba en mi entrepierna, el jadeaba al mismo ritmo que yo, que rico besaba, me tenía toda la barbilla ensalivada y yo la de él, yo copiaba las cosas que me hacia el a mí y luego se las hacia yo a él? en un momento sorpresivo, sentí una de sus manos sobre mis tetitas y se me salió un gemidito de placer, nos separamos un poco de nuestro beso y el me llevo a su habitación y me sentó en la cama, me quito los zapatos y las calcetas y el hizo lo mismo, después se subió a la cama y me pidió que me acostara junto a él, yo boca arriba y el de lado, apoyado en su codo para ver mi cara, muy pegadito a mí, era un hombre hermoso, no me importaba ya nada que tuviera 30 años más que yo, estaba tan excitada que no me importaba lo que me pidiera hacer, lo haría con mucho gusto.
– Él puso su mano sobre mi vientre y comenzó nuevamente a besarme, deliciosoooo, su mano la sentía y rogaba para mis adentros que la moviera hacia mis tetitas otra vez pero no lo hacía y yo no me podía quitar de la cabeza que quería eso así es que me valió y tome su mano y la subí hasta mis tetitas que ya tenían los pezones duritos duritos, mis pezones son chiquitos y de color café claro, un poquito más obscuros que mi piel y en ese momento los tenía muy sensibles, cada vez que el rozaba mi pezón yo daba un respingo de placer, comencé a jadear cada vez más rápido y note que mi cuerpo comenzaba a moverse involuntariamente, de forma rítmica, casi como un baile en donde mi otra tetita rozaba su pecho, yo me movía de forma tal que pudiera sentir eso y su mano en mi otra tetita mientras nos besábamos, ya mi rajita estaba totalmente mojada y pensé que se me mancharían los calzones, quería quitármelos pero me daba pena, mejor me esperaría a que se diera la oportunidad más adelante, un momento después Don Roberto comenzó a bajar su mano hasta mi rajita y comenzó a frotarme sobre mis calzoncitos justo sobre mi perlita, por primera vez comencé a sentir como esos choques eléctricos que sentía antes fueron apareciendo más intensamente y más seguidos, se acumulaban lentamente dentro de mí y me hacían gemir cada vez más y más, me soltó un segundo y se separó un poco, yo no sabía que había pasado, pensé que había hecho algo mal , así es que le pregunte
— Don Roberto, lo estoy haciendo bien? – – – Muy bien hermosa, quería preguntarte si te gustaría conocer mi verga por primera vez?
– Abrí mis ojos y le dije ? Verga? O sea su pene? — el sonrió un poco y me contestó ? cuando estemos haciendo esto es mejor llamarla verga, siento como que pene es un término para la escuela o algo así y a tu cosita le podemos decir panochita o rajita, si quieres — a mí ya se me había olvidado ese enorme bulto que había visto no hace mucho ? sí, sí quiero conocer su verga Don Roberto, será la primera que conozca jeje ? Después de unas breves instrucciones de Don Roberto nos intercambiamos en posiciones, ahora él estaba boca arriba y yo de lado de forma que me quedaba libre mi brazo derecho y muy pegadita a él, el tomo mi mano y me la puso sobre su pantalón y comenzó a frotarla poco a poco, con mi mano debajo de la suya, el me guio por unos segundos y después me dejo sola para seguir, pero la verdad es que yo no sabía que más hacer, así es que solo me limite a seguir el mismo ritmo, a los pocos minutos me pidió que le desabrochara el pantalón y le sacara su verga para que la conociera, así lo hice, la tome con mi mano y la saque del calzón, era gordita pero no mucho y larga como de 15 cm más o menos y estaba circuncidado, lo empecé a frotar de arriba abajo y él me iba diciendo como hacerle para que le gustara más, era rico tenerlo en mi mano, era dura pero con una piel suavecita, — Lo estoy haciendo bien Sr? No lo estoy lastimando? ? Yo me sentía obligada a preguntarle esto a Don Roberto cada que hacíamos algo nuevo, así él me podría decir cómo hacerlo mejor, así es que me dijo que mojara mi mano con mucha saliva y se la siguiera jalando, para mi sorpresa, con un poco de saliva aquello se sentía mejor, sentía como resbalaba desde abajo hasta la cabecita, — quieres aprender a chuparla? ? me pregunto de repente — si, como le hago ? el tomo uno de mis manos y se la llevo a la boca y comenzó a chuparme un dedo, lo metía y lo sacaba y jugaba mucho con su lengua, — así es como se debe de hacer, solo cuidado con tus dientes y no te preocupes, yo te iré diciendo como y dicho esto me tomo de la nuca y comenzó a guiarme hasta su verga que yo no había soltado ni dejado de jalar, así es que me incline sobre esa delicia y primero le di unos besitos en la cabecita, el respingaba cada vez que lo hacía y eso me gustaba, de a poco fui abriendo mi boca cada vez más e iba metiendo de a poquito, primero la cabecita, la chupaba con mi lengua un poquito y luego la succionaba otro poquito, la metía mas y mi lengua no dejaba de acariciar esa verga tan dura, me encantaba !!!!!, el gemía y gemía y eso me ponía a mi más cachonda y más mojada de mi panochita aun virgen
– Después de un buen rato de estar chupándole la verga a Don Roberto, me pidió que me parara sobre la cama y me desnudara, así es que me pare en la cama dejándolo a él acostado entre mis piernas, desde ahí él podía ver mis calzoncitos que ya estaban Super mojados en el área de mi rajita, me comencé quitando la blusa que traía y el mini sostén, mientras yo hacía esto, él se seguía masturbando frente a mí y me decía cosas como ?que ricas tetitas, tócatelas? , ?quítate tú calzoncito dándome la espalda?, Déjame ver tu rajita, acércamela a mi cara, y todo esto mientras jugaba con su verga, después él se terminó de quitar los pantalones y la camiseta.
– me jalo hacia abajo para acostarme a su lado y me comenzó a meter el dedo en mi rajita, solo un poquito para que no me desvirgara, me dijo que mi virginidad era exclusiva de su verga cuando me la metiera toda en mi rajita, mientras él seguía dedeandome
– Que ricos juguitos, déjame probar y para mi sorpresa se llevó los dedos a la boca y se chupo los dedos con mis juguitos y le encantoooo.. Yo no lo podía creer, — a que saben? ? Le pregunte ? son deliciosos, pero es difícil definir un sabor, no sabe a nada que conozcas, pero son muy ricos y tú ya conocerás mis propios juguitos y sé que te van a encantar, quieres probar los tuyos tantito? ? No sé por qué le dije que sí, pero así lo hice, el volvió a meter sus dedos en mi panochita y a frotarlos suavemente hasta que estuvieron bien mojaditos, yo estaba jadeando más y más con cada toque que él me daba, saco las puntas de sus dedos de mi panochita y me los ofreció acercándolos a mi boquita, yo abrí la boca pero él me pidió que la cerrara, después me comenzó a embarrar todos mis juguitos en mis labios, los recorría todos con los dos dedos asegurándose de que quedaran llenos de ellos, después me pidió que abriera la boca y chupara sus dedos, hasta ese momento todo estaba bien, era excitante sentir mis propios juguitos en mis labios era muy cachondo, pero cuando chupe sus dedos, no sé cómo explicar lo delicioso que eso fue, me encanto desde el principio, tanto que no deje de chuparle los dedos por un buen ratito, el me decía “así, así, mételos un poquito más y chúpalos todos, ahora si chúpate tus labios nena, yo pasaba mi lengua por todos mis labios y seguía con sus dedos en mi boca, yo chupaba su dedos y mis labios todo al mismo tiempo — Te gusto verdad? —
— sí, mucho ? tendrás mucho más, después se acomodó con la cabeza hacia el otro lado y me pidió que le acercara mi rajita a su boca y que yo siguiera chupándole su verga, y así conocí mi primer 69, cuando su lengua toco mi rajita y en especial mi clítoris, un escalofrió delicioso recorrió toda mi espalda, sentir esa lengua chupando mi rajita me estaba volviendo loca de placer y me hacía gemir mucho y cada vez más seguido, yo con su verga en mi boca y en mis manos, alternaba la chupada y la jalada, el me seguía chupando y succionando, me metía un poco el dedo y masajeaba intensamente mi clítoris, me decía cosas como ?esta panochita de 16 añitos sabe riquísima?, ?quiero que te vengas en mi boca, dame tus juguitos?, entre más lo decía, más me excitaba, hasta el punto en que sentí como si fuera a explotar por dentro y hacia afuera, nuevamente pensé que me haría pipi pero esta vez Don Roberto se dio cuenta y me dijo que eso que sentía era como se llegaba a ?venir? alguien y me pidió que no me preocupara, que lo dejara salir, y que explote? y continuo chupándome más y más, yo le agarraba la cabeza y la presionaba más contra mi panochita, me arqueaba de placer y siguiendo el juego de el yo también comencé a decirle de cosas iguales ?quiere mi juguitos Sr?, le gusta mi panochita?, me va a dar sus juguitos también? Siga siga, asiiiii Don Roberto, Asiiiiii, de pronto ya no lo resistí mas y explote completita en su cara, comenzaron a salir chorritos de pipi que Don Roberto se tragaba con muchísimo gusto (después me dijo que no era pipi), parecía un hombre que no había bebido nada en muchos días, abría la boca para que le cayeran más adentro y yo, dentro de mis convulsiones de orgasmo lo mojaba todo, nos habíamos volteado un poco y quedamos de lado los dos, en un 69 pero de lado, el hundía fuertemente su cara en mi panochita y la lamia toda, en dos o tres pasadas que me dio se seguía derecho hasta que su lengua llegaba a mi culito que estaba bien empapado con mis propios jugos, creo que por instinto me quite la primera vez, pero él me tomo por mis caderas y regreso a chuparme mi panochita y mi culito, ya las siguientes veces ya no me quitaba, de hecho, abría mas mis piernas para que el no batallara en llegar a chuparlo todo. Me deje caer a un lado quedando boca arriba, exhausta por esa explosión que acababa de tener? mi primer orgasmo y todavía era virgen, quería más de esto así que voltee y le pregunte ? cada cuando puedo volver a sentir otra vez esto Don Roberto? ? él se sonrió y me dijo, — tú, puedes tener tantos orgasmos como quieras, las mujeres no se cansan tan rápido como los hombre y no se necesitan recuperar más que para agarrar aire jajá, yo por otro lado, soy de uno o dos y me tardo un rato en recuperarme, pero mis dedos y mi lengua no se cansaran de comerte cada que tú quieras.
– Me gusta mucho que me diga Don Roberto, y me gustó muchísimo más que se chupara todos mis juguitos, quiere que yo haga lo mismo? ? le preguntaba mientras la comenzaba a chupar con mi lengüita, Hasta que se venga en mi boquita? Me va a dar sus juguitos también?, yo le preguntaba a Don Roberto mientras chupaba su verga y la metía y la sacaba, le succionaba la cabecita y se la jalaba como él me había enseñado, sus gemidos se iban haciendo más seguidos, yo sentía las venas que saltaban de su verga y cuando la tenía bien adentro, las acariciaba con mi lengua, sin sacarla de mi boca, creo que esto le gustaba mucho a Don Roberto por que en pocos minutos comenzó a decirme que ya se iba a venir, yo metí su verga en mi boca hasta la mitad y succione y chupe cada vez mar rápido y por fin llego, la lechita (como el la llamaba) estaba calientita, un poco espesa y con un toque saladito, al principio me dio un poco de asco pero me aguante y me los comí todititos, al final podría decir que sabían rico, y cada vez que me comí la lechita de Don Roberto en los siguientes años la disfrute muchísimo
Esta Historia está un poco más larga de lo que yo creía y no hemos llegado ni a la mitad de mi primera vez queridos lectores, ese día me vine más de 10 veces y Don Roberto como lo prometió, se vino 2 veces después de horas y horas de sexo, una en mi boca y la otra en mi culito, pero esa es la segunda parte. Dividiré aquí la historia y la continuare en ?La Sirvienta Inocente 2 Perdiendo Mi Virginidad?, todavía falta lo mejor mis cachondos
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