La señora del aseo me hizo una rica paja hasta correrme
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Primero me presento me llamo Felipe y les narraré lo que me sucedió cuando tenía 14 años, soy un joven atlético de bien ver pero nada especial.
Era bien tímido y hace muy poco había descubierto mi sexualidad y me masturbaba a diario, un día mis padres deciden contratar a una nueva mucama ya que ambos trabajaban.
Ella era de otra ciudad, una señora mayor, muy cuidada rubia ascendencia alemana muy estricta, a lo que no le preste mucha atención.
Les cuento que tenía un cuerpo genial y grandes senos, se mantenía bastante bien.
Les cuento que además yo no uso pijama ni ropa interior y paso gran parte del día sin ropa en mi pieza ya que nadie entra aunque la puerta no tiene llave, esto cambio con su llegada, desde el primer día entraba mientras dormía a retirar la ropa sucia y hacer aseo, a lo cual solo me tapaba con la ropa de cama, pero más de algún día me despertaba destapado y veía mi pieza ordenada, estaba claro me había visto durmiendo desnudo lo que me causaba una gran excitación.
Un día al desayuno me comenta; “tu siempre duermes así?”.
Así como, le dije haciéndome el que no entendía?
Bueno sin pijama?
“Pues si le dije, te molesta?, no para nada respondió, es mucho mejor así tengo menos ropa que lavar.
Al día siguiente me levante y me fui a la ducha como siempre y al regresar estaba en la pieza ordenando, a lo que me pide la toalla, “pero si no ando con ropa” ya te he visto y de un tirón me la tira y me deja allí frente a ella, me mira, y sonríe.
Me pongo a buscar la ropa, pero no encuentro nada y le pregunto, bueno, me dice hoy deberás andar así por que has dejado toda tu ropa tirada y la he puesto a lavar y me ordena no te quedes allí parado que debo terminar el aseo.
Me tubo toda la mañana así yo moría de vergüenza un morbo al estar frente a la señora desnudo y ella no paraba de mirarme parecía disfrutarlo.
Al ir a desayunar no paraba de pensar en la situación a lo que tuve una gran erección y no tenía como esconderla y al darse cuenta ella me comenta, que lindo eso que tienes allí.
Me pregunto si me masturbaba, me dio una vergüenza tremenda y le mentí diciendo que no, a lo que respondió, deberías por que te debe doler muchísimo esas pelotas deben estar llenas y se acercó y me tocó la bolsa como apretándolas y sentí una mezcla de dolor y placer indescriptible.
Ya no sabia que pensar, me dijo deja que te las voy a vaciar que por tu cara me he dado cuenta que te duelen, espera me pide y me comienza a tocar suavemente sentí un placer indescriptible cerraba los ojos era espectacular nunca nadie me había tocado así lo hacía súper suave pasaba sus uñas por todo el miembro que me hacia estremecer, vea su rostro concentrado en lo que hacía y al poco tiempo comienza a subir y bajar suavemente pero cada vez con mas animo, me temblaban las piernas.
Ya estaba que explotaba y me dice que esto lo debo hacer yo solo cada vez que sienta dolor en mis bolas, pero que ella podía ayudarme para que aprenda, sigue con su labor espectacular a lo que desprendo un gemido que no logró contener, me corro le digo, tranquilo me dice que me relaje y comienza a salir semen por todas partes el piso su ropas y mis piernas quedan llenas de leche, sus manos empapadas las separa de mi cuerno y las lame ella misma.
Ahora tendrás que ducharte me pide, me toma de mi pene y me dirije a la ducha la abre y me dice que entre, te limpiaré todo ahora, me comienza a aplicar jacos por todos lados y en especial mi pene que comienza a despertar nuevamente, no olvida de limpiar ninguna parte incluso me pide que me de vuelta y me enjabona la espalda terminado en mis nalgas, las abre y me limpia afanosamente ya mi pene esta erecto otra vez y lo nota, oye ya estas empalmado otra vez, se nota que hace tiempo no lo vaciabas, me dice, me toma el pene y lo comienza a menear otra ves sin retirar su mano de mis nalgas, en eso me masajes el pene y mi ano al mismo tiempo, me abre las piernas y sigue con el masaje más espectacular que he recibido, pero nunca me habían tocado el ano al mismo tiempo hasta que introduce un dedo, me estremezco mientras lo siento dentro me presiona y lo mueve mis entrañas se contraen al ritmo de las contracciones de mi pene, y no aguanto mas, me corro en la ducha como nunca.
Me dice si parece que nunca te habías limpiado bien tendré que limpiarte a ti también, hay que limpiarse tanto por dentro como por fuera. Me da un abrazo y me comienza a secar cariñosamente. Nuevamente me da unas pantuflas y me toma para que termine mi desayuno ya que no tengo ropa debo ir así, ella termino de limpiar el desastre de la cocina mientras me sirve la merienda, desde esa vez todo cambio y cada mañana era distinta. Hasta hoy sigo sin usar ropa en casa y a veces fuera de ella.