La primera vez que comencé a amar a un hombre

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Con 18 años estudiaba yo en una academia militar. No porque me gustara mucho realmente, si no por una larga tradición familiar. Como era de una provincia del interior, salía los fines de semana en la capital, con alguno de mis compañeros de estudios.

Ese fin de semana no tenía planificada ninguna salida en especial y pensé que a lo mejor iría al cine a ver algún estreno el sábado. Ya era viernes y pensaba quedarme a dormir en el pabellón donde compartía habitación con Leonardo, un joven deportista aficionado a la guitarra, que tenía muchas admiradoras por su atractivo físico. 😁

Ya él se había marchado y estaba yo tirado en la cama, en shorts, mirando un musical en la tv, cuando tocaron a mi puerta y respondo: ¡pase! y entra Alejandro, vestido de uniforme para invitarme a que lo acompañara a la ciudad a pasarla bien juntos, me dice. Que en la casa de su tía no va a haber nadie, pues se han ido de vacaciones toda la semana.

Yo trato de ponerle algún pretexto pero él insiste y me dice que me vista. Que no se piensa ir sin mí. Pues qué remedio, le digo yo. Con Alejandro había estrechado una bonita amistad, era muy ocurrente y me reía muchísimo de sus cuentos. Así que me tiré de la cama y me quité el short y los calzoncillos y abrí el armario dándole la espalda a él, confieso que lo hice con toda intención. 👍

Le ofrecí un vista perfecta de mi culo

Al verme desnudo me dice coqueto: la verdad que con esas nalgas tan hermosas haces feliz al más mortal de los humanos y se ríe, a lo que le respondo: no comiences con tus punterías de siempre, cacho de maricón y él suelta una carcajada y me riposta: no te preocupes que poco a poco te voy a ir convenciendo y cuando menos te lo imagines te voy a gozar el culito ese y sigue riéndose. 😜

Vete a la mierda, ¡cacho de bugarrón! y nos reímos los dos. En realidad, aunque tanto él como yo teníamos novias en nuestros pueblos, yo sentía inclinaciones por él, me gustaba verlo hacer ejercicios y a la hora de ducharnos.

En el gimnasio no podía evitar mirarlo desnudo, enjabonándose todo y admirar aquella tremenda herramienta, que sin estar erecta se veía muy hermosa. 😊

Por fin en la casa de famosa tía

Fuimos a casa de la tía y allí nos cambiamos, nos vestimos de civil y salimos de juerga, bebimos en varios bares y ya tarde llegamos al apartamento. Los dos estábamos bastante pasados de tragos.

Yo me quité la ropa y me quedé en calzoncillos, tirándome en la cama de la única habitación, él se desnudó y también se quedó con unos bóxer blancos y me dijo que él siempre dormía en la sala en el sofá cama. Le dije que por qué no dormíamos los dos en la cama, que era más cómoda. 😍

Entonces sonriendo me dice: bueno, si a ti no te importa, por mí está bien, lo que no te garantizo que amanezcas mañana siendo virgen los dos reinos y nos acostamos y él apagó la luz. Yo en broma, pero con toda intención de provocarlo le digo que tengo plena confianza, que con lo borracho que está no tengo nada que temer.

Entonces se viró hacia mí y sentí que su verga estaba dura y me la había puesto a propósito sobre las nalgas. Sentí un escalofrío placentero que me recorrió la espalda, no dije nada. El comenzó a moverse pausadamente y frotarme con su pene, posó una mano sobre una de mis nalgas y comenzó a acariciármela. 😉

Yo no sabía qué hacer, la respiración agitada me delataba, estaba sintiendo un placer inmenso. Introdujo la mano por debajo del calzoncillo y con sus dedos comenzó a tocarme mi ano, no pude resistir y se me escapó un gemido de placer.

El sacó la mano y me la puso en la boca, me introdujo sus dedos y me pidió que los chupara y los llenara de saliva. Después regresó a mi culo y me quitó suavemente el calzoncillo y me toqueteó el ano e introdujo un dedo y después otro, volví a gemir. 😆

Ya no tenía voluntad para impedir lo que iba a pasar

Todo lo contrario, estaba deseoso que aquel macho tan bello y tan hermoso me sodomizara. Efectivamente, se quedó completamente desnudo encima de mí y sentí como me iba penetrando aquella verga dura y caliente hasta lo más profundo de mis entrañas.

Fue muy tierno y muy cariñoso. Me sentí en las nubes cuando me la metía más rápido y en una especie de estertor eyaculó dentro de mí toda su leche. 🙄

Nunca había sentido un placer tan inmenso. Aquella noche me lo volvió a hacer dos veces más, me puso a mamársela y antes de dormirnos me la fue chupando y masturbándome hasta que llegué a un orgasmo sublime y me quedé dormido en sus fuertes y musculosos brazos que me abrazaban protectores.

By: Rafael 💕

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