La prima Pilar me hizo sentir algo inexplicable, mucho placer
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De chicos siempre jugábamos juntos, con otros primos y mas amigos, me gustaba mucho estar con ella. Hablo de mi prima Pilar un encanto de mujer, a veces me ponía en plan malote con ella y la hacía de rabiar, a veces le tocaba sus emergentes pechos y salía corriendo, ella tras de mi me decía: te vas a enterar se lo voy a decir a mi madre pero no podía alcanzarme y se detenía, al rato yo regresaba a su lado y ya se le había pasado el enfado.
Su padre (mi tío) era funcionario del estado y le destinaron a Alicante donde se fue toda la familia incluida Pilar y a partir de ahí solo hablábamos de vez en cuándo por teléfono, corría el año 1975 y no había los medios que hay hoy.
El tiempo fue pasando y llevábamos años sin vernos a excepción de una vez que fue a visitarles otro tío mío y me fui con el, estuvimos un fin de semana y regresamos, Pilar se había puesto guapísima y tan simpática como siempre me estuvo enseñando su barrio y algún sitio de interés, me presentó amigos y amigas y paseábamos en plan pandilla, a veces por zona de playa, otras por la ciudad y otras por el monte. Fueron unos días estupendos y tuvimos que regresar a Madrid.
Pasaron los años y yo había obtenido el carnet de conducir y me había comprado un utilitario con el que me movía por todas partes pero nada mas que había hablado 2 veces con Pilar en todo ese tiempo y la última vez fue para comunicarle la noticia de que tenía coche. Ella es como 14 meses mas joven que yo.
Un buen día volvieron a trasladar a mi tío a Madrid y tuvieron que alquilar una casa a la afueras, justo en el lado opuesto de donde vivía yo. Empezamos a vernos mas a menudo, yo iba a su casa a visitar a mis tíos y, claro, a verla a ella, veíamos televisión juntos al tiempo que nos contábamos como nos había ido a cada cual en su ciudad, fueron pasando los días y yo seguía visitándola casi a diario (me pillaba casi de paso de un lugar al que tenía que ir a diario y luego regresar).
Un día me dijo que quería sacar el carnet de conducir y que no tenía ni idea de llevar un coche a lo que le dije que yo podía enseñarla un poco (al menos lo elemental) ¿de verdad? me preguntó, le dije que si, que cuando quisiera empezaba, pues hoy ya es tarde pero si vienes mañana comenzamos, y en eso quedamos.
Al dia siguiente llegué algo mas tarde que de costumbre y me estaba esperando para ir a conducir, nos dirigimos hacia el campo por caminos poco transitados, ella iba muy nerviosa y yo detuve el coche en una explanada que había junto al ancho camino, bajé del coche y le dije que se sentara en mi asiento ella se pasó de su asiento al mio por dentro del coche y yo estaba delante mirando como lo hacía, abrió mucho las piernas para poder hacerlo y a mi me ofreció un grato espectaculo, llevaba una falda por las rodillas y al hacer la maniobra se le subió para arriba y casi vi sus bragas pero no llegué a verlas.
Cuando subía al coche yo se lo dije que tuviera mas cuidado que le había visto las piernas y las bragas a lo que ella quitó importancia, para lo que ibas a ver… me dijo, coño le dije pues algo precioso, a lo que me dijo que no era para tanto, que ya habría visto muchos y que además éramos primos y no pasaba nada.
Le dije lo que debía hacer para arrancar el coche y empezar a circular, lo hizo, pero fatal, se le calaba el coche a cada intento y se ponía mas nerviosa, al final logró hacer que el coche se moviera muy despacio y así dimos un par de vueltas, le hacía parar y arrancar de nuevo para evita que se calase el coche y poco a poco fue controlando la situación, dimos muchas vueltas en la explanada en un sentido y en otro y la verdad es que para ser el primer día logró dominar el coche al menos en esa primera fase, detuvimos el coche junto a unos arbustos y empezamos a valorar esa primera toma de contacto, estaba muy contenta y me preguntó de buenas a primeras ¿es verdad que me has visto las bragas? si, le contesté , mentiroso me dijo ¿de que color son? azules contesté, ah no me las has visto, no son azules.
Es verdad no te las he visto pero casi y solté una carcajada, ella rio también, anda que no hay chicas por ahí para que tengas que venir a ver mis bragas… le dije que había preferencias y que además fue ella quien se abrió de piernas delante de mi. Ya se estaba haciendo tarde y nos fuimos para casa, subí un rato y me marché a mis quehaceres.
A dia siguiente llegué puntual y ella bajó rápidamente nada mas oir el coche llegar, salimos hacia el campo y al cambiar de asiento volvió a hacer lo mismo pero esta vez si que se las vi, eran azules, se colocó en su sitio arrancó y se le caló el coche 2 o 3 veces pero al final salió hacia adelante, se puso a dar vueltas al improvisado circuito y yo le hacia parar y arrancar una y otra vez, cambiar de sentido y así fueron pasando un par de horas, paramos junto al matorral y le dije, te dije que tuvieras cuidado al abrir las piernas hoy si te las he visto, ella se echo a reír y me dijo: hoy lo he hecho aposta a ver si estabas atento, hoy si que las llevas azules le dije y ella dijo que no que eran blancas, yo insistí ya que estaba seguro y ella insistía en que eran blancas, a ver le dije, enséñamelas a lo que ella respondió un rotundo NO, fresco, ¿por que no las enseñas y salimos de dudas? , le dije, ella me dijo; no tengo dudas pero mira, se subió la falda y dijo son azules y comenzamos a reír.
Teníamos que regresar ya y así lo hicimos, no subí aquella tarde a su casa y me marché. Al día siguiente se me complicó un poco la tarde y no pude ir pero al otro día estaba allí como un reloj y ella parecía no esperarme, cuando llamé a su puerta ella abrió y me dijo que me había pasado el día anterior se lo expliqué y salimos con el coche. Esa tarde cambio a segunda marcha y dominaba algo mejor el coche, le hacía parar arrancar de nuevo meter primera y segunda, ella se mostraba ilusionada y ya lo hacía sola sin yo decirle nada. Volvimos a casa estuve un rato saludando a mis tíos y otros primos y me marché.
Aquella noche se despertó en mi la “bestia” me acordaba de lo acontecido y me ponía a cien, al día siguiente llegué a su casa pero ella había salido a un recado y tardó casi media hora en regresar, dejó unos paquetes que traía y me preguntó ¿llevas mucho esperando? le dije que no, ya no la veía del mismo modo que la había mirado hasta entonces, comencé a fijarme en su contorno, en su movimiento al andar, en sus pechos, en su culo y en lo guapa y agradable que era, esta vez iba con pantalones y no pude ver nada.
Nos limitamos a dar vueltas con el coche y nada mas, ella me notó algo raro y me dijo ¿ que te pasa hoy? ¿por que vas tan callado? yo, echándole cara le dije; hoy vienes con pantalones ¿y? preguntó ella pues que no he podido ver nada y se echo a reír, yo no, no te preocupes hombre otro día traeré falda pero tendré cuidado que no me veas nada y ahora si, nos echamos a reír los dos.
Al día siguiente la misma historia, ya metía hasta la tercera y reducía hasta primera, le cogió confianza al coche y casi volcamos, hizo un derrape bastante fuerte y tuve que coger el volante para controlar el coche y me enfadé mucho, le dije que no cogiera tanta confianza que apenas sabia mover el coche y ella me pidió perdón, no lo volveré a hacer me dijo.
Los 2 días posteriores no pude ir además eran jueves y viernes, como los fines de semana no iba sumaron 4 días sin ir, al día siguiente subí a su casa y estaba Pilar tumbada en el sofá, me abrió la puerta su hermana pequeña y entré, ella continuó tumbada y al verme se incorporó y quedó sentada.
Me preguntó si quería que lo dejásemos ya, que ya tenía alguna idea yo le dije que no, que quedaba mucho que aprender, espera que me cambio y nos vamos me dijo con una sonrisa.
Salió del dormitorio con un jersey gris y blanco a rayas y una falda de esas de colegiala abierta por delante y abrochada con un imperdible, nos fuimos al mismo sitio y antes de llegar me dijo si podía llevar el coche ella hasta la explanada, quedaban como 2 kilómetros para llegar pero era un camino muy ancho y no vi peligro en permitírselo, esta vez cambié de lado por fuera del coche por la parte de atrás por lo que no pude ver nada al sentarme y cerrar la puerta me dijo ¿ya no me espías? le dije que lo que había que ver ya lo había visto y me dijo ¿seguro? yo hice un puff y callé, ella dijo vale, vale y arrancó el coche, lo hizo muy bien, controlaba bien el coche y metía de primera a tercera y de tercera a primera, paraba y volvía a arrancar, llegamos a la explanada y empezó a dar vueltas .
Una gran nube que llevaba rato encima de nosotros comenzó a descargar un chaparrón caía agua en mucha cantidad y no se veía absolutamente nada, como aquel lugar era de tierra se empezó a formar barro lo que consideré peligroso y tome yo los mandos del coche, el cambio de lado fue un show me puse junto a la palanca de cambios y ella se sentó encima de mi con sus piernas abiertas, enseñando los “bigotes” y rozando su culo con mi pene en esa postura se detuvo un momento, se me puso dura y ella se mantuvo quieta encima de mi a pesar de estar notando los impulsos que daba mi tranca.
Por fin nos sentamos en nuestros sitios y yo dirigí el coche hacia un pequeño tramo de carretera asfaltada que había cerca y me detuve bajo un puente que había para la vía del tren. Allí estuvimos parados viendo el agua torrencial caer.
Me recosté en el respaldo y le puse la mano encima del hombro, ella se acurrucó contra mi y así estuvimos un buen rato no para de llover ¿Qué hacemos? me preguntó, yo sin decir nada arrimé mi boca a la suya y ella apartó la cara, me puse rojo y aparte la vista hacia la ventanilla y permanecimos un rato callados, ella miraba al frente, es que no esta bien me dijo, si tu me gustas mucho pero no podemos hacer eso ¿por que? le pregunté, por que esta mal me dijo sin mirarme, no tiene por que estar mal no hacemos mal a nadie y callé.
Pasaron unas 5 minutos y me dice ¿sabes que? no, dije yo, pues que tienes razón, se acerco a mi y me beso pero en la frente ¿nada mas eso? le pregunte y busque su boca con mis labios ella correspondió y nos dimos un largo beso, comencé a darle mordisquitos por la nuca y tras las orejas al tiempo que había metido mi mano por debajo del jersey y le acariciaba los pechos pero con el sostén puesto, se lo subí hacia arriba y quedaron a mi disposición, los tenía duros y unos pezones que parecían querer salir disparados.
Continuamos largo rato así besándonos y yo acariciando sus pechos, ella solo me abrazaba el cuello, bajé la mano hasta su cintura y la introduje por dentro de la falda, llegué hasta sus bragas y palpé su pelambre luego introduje la mano debajo de las bragas y acaricié aquel suave y húmedo coño.
Ella permanecía abrazada a mi pero comencé a oír como pequeños gemidos y respirábamos muy fuerte ambos. Saqué la mano tras un rato de acariciar aquella maravilla y fui derecho al imperdible para desabrochar la falda, Pilar me cogió la mano y me dijo; no, así no, se ahuecó y se quitó las bragas pero permanecía con la falda puesta, se la subió para arriba y abrió las piernas todo lo que pudo.
Desde mi ángulo de visión tenía unas vistas maravillosas, me lancé, tardé un poco en colocarme encima de ella y no estaba muy cómodo, eché el respaldo del asiento hácia atras y asi tube acceso a aquel manjar, yo me había desabrochado el botón y bajado la cremallera de la bragueta y bajé mi pantalon que quedó por debajo de mis nalgas, intente introducir mi pene en aquel hermoso coño y creo que por la emoción, la excitación o los nervios no atinaba a meterla, ella me ayudó con la mano, cogió mi pene y lo apuntó en la entrada de su agujerito, aprete y se quejó, despacio, me dijo, yo suavemente comencé a bombear y sentí un placer inmenso que me corría todo el cuerpo ella estaba excitadísima y creo que yo mas todavía.
No tardó en empezar a jadear ah, ah ,ah ,ah y así hasta que lanzó un grito que se me antojó ensordecedor, se apretaba contra mi y seguía gritando hasta que se corrió con un grito muy alto y largo, yo ya estaba en la recta final y bombeaba mas aprisa y apretaba mas fuerte hasta que me corrí y entré en éxtasis, quedé muy flojo y algo decepcionado porque en el último momento tuve que sacarla y eyacular sobre su pelambre.
Quedamos así como estábamos unos minutos y me senté en el asiento del conductor tal como estaba, con los pantalones bajados, Pilar se estaba poniendo las bragas y le cogí una mano para detenerla, me acerqué a ella y le di un largo beso, le cogí las bragas y las puse a mi lado, ella dijo ¿te has visto como vas? me miré y nos echamos a reír, por eso no he querido quitarme la falda, así ya estoy vestida.
Volví a besarla y le pregunté ¿te ha gustado? ella me dio un beso y me dijo !muchísimo¡ ¿lo repetimos? le dije y ella calló, volvimos a repetir el mismo procedimiento y la volví a penetrar y esta vez me acompañó mas en el bombeo ella se corrió nuevamente y a mi me costó un poco mas pero al final estallé.
Continuaba lloviendo pero se hacía tarde así que nos vestimos, coloqué el asiento usado de cama, arranqué el motor y nos fuimos a casa, ella iba cabizbaja y yo le pregunté ¿Qué te pasa?¿te arrepientes? ella me dijo; no, me lo he pasado muy bien pero esto debe quedar entre nosotros y así fue.
En los dias siguientes continuabamos con las practicas de coche pero no comentamos nada de lo sucedido ni gastamos ninguna broma al respecto, pasados 4 o 5 dias acabó de dar la vuelta al circuito (ya coin bastante mas soltura) y le dije que aparcara entre unos arboles que daba el sol, ella se me quedó mirando como adivinando mis intenciones echó una sonrisa y aparco donde le indiqé pero introdujo el coche mas adentro de la arboleda.
Nada mas parar el motor me incliné hacia ella y la besé, ella me correspondió y así estuvimos unos minutos hasta que abriendo mi puerta en el coche le dije que se bajase que así era muy incomodo, la llevé a la parte delantera del coche y la incliné sobre el capó, yo me puse tras ella en su misma posición pero con mi mano dentro de su braga, acariciando aquel coño peludo y suave, al rato le quité las bragas, le subí la falda le introduje mi pene hasta el fondo (en aquella postura podía introducir toda la verga dentro) ella emitió un tímido ah y quedó quieta solo me dejaba hacer, yo estaba muy excitado y bombeaba con fuerza, sentía un placer que me invadía todo el cuerpo.
Pilar comenzó entonces a recular con fuerza y a gemir con cierta intensidad hasta que apretó su coño contra mi y dejó escapar un largo gemido que me puso mas cachondo todavía (si eso era posible), permaneció quieta apretada contra mi hasta que gimiendo y respirando con dificultad, en el último momento saqué mi pene y eyaculé encima de su nalga.
Tras haber acabado nos sentamos en unas piedras y nos estuvimos mirando fijamente hasta que le pregunté ¿Qué tal? maravilloso, me dijo ella, estuvimos un rato mas allí nos subimos al coche y nos marchamos, conducía ella que ya lo hacia bastante bien hasta la carretera.
Los días siguientes como si nada hubiese ocurrido solo dimos practicas con el coche, el día siguiente llevaba yo en el maletero una manta que había cogido de mi armario pero tampoco pasó nada y al día siguiente ya fue la perfección, nos metimos en la arboleda y tendí la manta en el suelo, nos tumbamos sobre ella y comenzaron nuevamente los preliminares, entonces tuve la oportunidad de admirar la belleza de su cuerpo, le quité la camisa y el sostén, le quité la falda y las bragas y quedo ante mi el cuerpo de una diosa, tenía las piernas todo lo abiertas que podía y parecía que su coño me sonreía pude ver todo su cuerpo desnudo por fin.
El pene me reventaba y la impaciencia por introducirlo en aquella maravillosa cueva me llevo a caerme al intentar quitarme el pantalón con un fuerte dolor en la rodilla me lancé entre sus piernas le introduje el miembro y comenzamos ambos a removernos excitadísimos, en cierto momento se puso ella encima de mi y bombeaba al unísono conmigo, muy fuerte y rápido hasta que los dos comenzamos a gemir, ella muy fuerte y no corrimos juntos; pero esta vez ella estaba encima y no quiso apartarse para que no me corriera dentro de ella por lo que no tuve otra opción, algo que fue maravilloso.
Esta es la historia verdadera de mi lio con mi prima, jamás hablamos de ello aún hoy se nos escapa alguna mirada cómplice que nos hace recordar aquellos episodios de placer inmenso.
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