La historia con mi amiguita

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Soy Carlos tengo 18 años y vivo en un país subdesarrollado en mi casa vivo con una trabajadora del hogar y ella tiene sus 35 años ella es bajita de 1.60 más o menos se llama Marisol, es delgada pero si tiene un cuerpo bien formado siempre usa esos pantalones apretados y muchas veces escotes por el calor, esos escotes le deja resaltar sus grandes senos y los pantalones apretados su buen trasero. Ella es morena cabello largo lacio negro. Nos hemos hecho muy amigos en este poco tiempo ella me cuenta sus cosas confía en mi y todo eso jugamos de vez en cuando nos mandábamos indirectas caricias casuales que solo nos hacen son reír.

Resulta que un día ella estaba en la cocina preparando la comida y yo estaba en mi cuarto jugando en la computadora como casi siempre en eso me fui a la cocina a ver que estaba haciendo Marisol, en eso llego a la cocina y la veo sentadita en un banquito que esta pegado a la pared ella bestia un pantalón apretadito color blanco y un polo pegadito también blanco que le dejaba ver sus grandes senos, la quedo viendo y nos pusimos a charlar sobre algo sin importancia en eso me dijo que me acerque, que quería acomodarme el cuello de mi camiseta así lo hice ella paso ambas manos al rededor de mi cuello y nos quedamos viendo creo que me acomodo el cuello pero no me soltaba en eso como jugando le doy un beso cariñoso en la punta de la nariz y separo mi cara de la suya, ella seguía con las manos al rededor de mi cuello pero me atrajo mas y esta vez le di un beso en los labios nos besamos apasionadamente.

Mi lengua jugueteaba con la suya por un rato, la empuje con furia contra la pared ahora ella seguía sentada en el banco pero con las piernas separadas y conmigo entre ellas, me acariciaba tiernamente mi espalda subía y bajaba sus manos acariciándome cariñosamente. Luego empecé a besar su cuello a pasar mi lengua por el lado derecho del cuello bese y chupe suavemente el lóbulo de su oreja y sentía como ella se agitaba sentía su respiración a la altura de mi oreja, como pude me deshice del polo pegado que ella usaba acariciaba sus senos grandes y firmes a pesar que ella tiene 3 hijos bueno eso no me interesa yo iba a lo mío a saborear ese par de melones. Le quite el sostén y empecé a chuparle los pezones estaban rojos como no se… eran tan ricos ese par de pezones y mi pene ya estaba duro demasiado erecto, ella bajo sus manos y me baje el cierre del pantalón y mi verga salto de su prisión, ella empezó a acariciarla con ambas manos.

Ahora yo estaba sentado en el banco me deshice de mi pantalón ella se inclino y empezó a chaparme la verga si supieran que bien la chupaba… primero acariciaba el glande con su lengua jugaba, después se metió todo el tronco… que rica sensación lo mordía un poco no tan despacio para no sentir pero tampoco tan fuerte para causar dolor ósea lo mordía un poco se lo metía y lo sacaba de su boca. Luego se puso de pie y se desabrocho el pantalón lo dejo caer yo comenzaba a acariciarle las caderas. Que ricas caderas… las apretaba y la atraía hacia mi mientras le besaba y chupaba sus enormes senos chupaba los senos no solo los pezones todo los dos melones, ella acariciaba mi cabello lo jalaba un poco y acariciaba mi espalda desnuda me apretaba contra su pecho yo ya estaba desnudo a ella solo le faltaba deshacerse de la tanguita. Ahora si estábamos parejos seguíamos besándonos y acariciándonos ella se acostó en el suelo de la cocina y me acosté sobre ella empecé besándole los labios, el cuello seguía bajando besándole los pechos me pase un rato mas saboreando sus pezones y ahora mordiéndolos un poco, ella gemía no de dolor porque no los mordía tan fuerte gemía de placer ese placer tan rico que solo yo le daba, ambos estábamos calientes me entretuve con sus senos un momento como ya dije y seguí bajando pasando mi lengua por su estomago por su ombligo hasta que llegue a la concha que estaba toda húmeda y fue fácil encontrarle el clítoris el cual succione y chupe absorbí, ella gemía como loca casi gritaba del placer decía algo así :

– Sigue mi vida, sigue amor! Sigue! Que rico! Más…mas!

Yo seguía en lo mío ella jalaba de mi cabello no dolía a pesar que jalaba con fuerza hasta que por fin se vino en mi boca, me tome todos sus líquidos tenían un sabor agradable un saladito especial, me bebí todos sus líquidos ahora me dijo:

– Quiero que me des por atrás

Yo pensé esta mujer no ha visto un hombre hace años pero solo lo pensé bien, yo estaba a reventar así que me relaje un poco dándole caricias hasta tener el control de mi verga nuevamente así que ella se puso en 4 patas y yo empecé a acariciar su trasero a darle cachetadas frotándolo y dándole cachetadas cada vez mas fuertes, metí primero un dedo por el hoyo de su raja después metí dos y luego tres ella dio un grito pero me pidió casi suplicando que siguiera, así lo hice seguidamente me acomode, ya cuando sabia que su orificio estaba listo le clave con todas mis fuerzas ella dio otro grito pero de placer, esta mujer goza con el dolor pensé y empecé ese clásico movimiento del mete y saca estuve así por un momento ella se vino de nuevo con un chorro que casi inunda la cocina… bueno tal vez exagero pero si fue bastante.

Yo seguía en lo mío pero esta vez acariciaba sus senos los estrujaba los apretaba con fuerza y con la otra mano la sostenía en el hombro, ya la notaba débil pero yo aun no terminaba seguía. Ella se acostó boca arriba en el piso y me dijo que la penetrara por la vajina en posición misionero a si lo hice, que rica apretaba bien fue el mejor apretón que me han dado. Ella comenzó a gemir de nuevo y yo ya no aguantaba más así que me vine dentro suyo, ella dio un grito y de nuevo derramo sus líquidos que se mezclaron con mi semen en el piso, ya no aguantaba mas pues y ahí terminamos acostados los dos yo encima de ella.

Luego me confeso que hacia un año su marido no le hacia nada yo solo escuchaba lo que me decía mientras jugaba con sus pezones y sus senos mientras la acariciaba y ella a mi ambos sudábamos estábamos cansados y agitados no nos podíamos poner de pie en eso suena el teléfono y yo como sea me levanto y fui a contestar, era su marido Manuel así que la llame:

– Mari ven teléfono – así le dije.

Ella contesto… bueno yo me fui a lavar estaba todo sudado y pues entro a la duche abro el agua fría y luego el agua caliente cuando de pronto se abre la puerta era ella seguía desnuda:

– ¿Me puedo bañar contigo? – me pregunto yo dije que

– Si encantado. ¿Te gustaría que te jabone la espalda?

– Si – contesto ella.

Mientras lo hacia mi compañero de compañeros rozaba con su enorme trasero y ella se pegaba mas a mi cuerpo me dijo:

– No pensaras que hemos terminado.

Yo sonreí y le pregunte:

– ¿A no?

– No mi vida, hoy tengo el turno de noche en el trabajo y mis hijos están de viaje en el pueblo así que me quedare contigo ¿si puedo verdad?

– Claro que si – le dije.

Ahora que la veo bien ella no aparentaba su edad pero bueno era una ricura, seguimos en la ducha y esa noche fue… y desde esa vez cada que su marido trabaja por las noches ella se queda a hacerme compañía pero no solo me acompaña saben… en la segunda parte les contare lo que hicimos y hacemos hasta ahora.

Ahora los dejo porque ya llego Marisol y me esta dando unos masajes y me dice que su marido trabaja esta noche así que no la voy a hacer esperar mas.

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