Hace siete meses mi amigo Andy volvió al país a enterrar a su madre y vender sus propiedades. Fuimos compañeros de colegio y en 5to año descubrimos que queríamos tener sexo, a escondidas obvio. Fue una tarde en la casa de sus padres cuando al salir de pileta, lo vi en bolas con su miembro bien parado y me arrodillé para comerme su pija. Andy me agarró la cabeza con fuerza y me cogió hasta que la leche se escapó de mis labios. Desde esa vez Andy me cogía en cuatro patas con tal fuerza que llegué a enamorarme de él. 😁😂
Después de la colimba sus padres lo enviaron a Florencia, Italia a estudiar Derecho y vivir en la casa de los abuelos. Pasaron 25 años y al morir su madre me llamó para que lo asistiera. Mi mujer Inés es psicóloga, le dije que Andy volvia por unos días y me iba a dejar a cargo de la liquidación de su casa. «¿Andy es el flaco que tuviste una historia en el colegio? » me preguntó. «El mismo» le dije -. «Te acompaño al cementerio», fue su respuesta.
Andy e Inés se conocieron en Chacarita, y ella le preguntó si había venido solo. «Mi pareja se quedó en Firenze, por eso llamé a tu marido porque es como un hermano para mi, que soy único hijo» respondíó Andy.
Al día siguiente me encontré con Andy en su casa paterna. Fue una emoción ver los mismos muebles, la pileta abandonada y su cuarto con posters de Queen. Lloramos juntos, nos abrazamos y luego nos besamos para terminar cogiendo como antes. Yo disfruté mucho ese re encuentro.Andy seguía siendo activo, su pareja era un italiano que no representaba nada en su pasado. Nos juntamos en su casa como antes, pero con cogidas inolvidables. Inés notó que yo pasaba mucho tiempo con Andy, y esos días no toqué a mi mujer, incluso mi trabajo remoto lo hacía desde allí. Ella no me dijo nada.
Una noche me llega un mensaje «estoy con Pablo en el consultorio, llego más tarde» Pablo es mi compadre, que conocemos hace casi 30 años y se había separado de Gaby. Cuando llegó Inés le pregunté si estaba bien que siendo un conocido podía hacerle terapia. Ella me explicó que no sería su cliente, que vino por una consulta orientativa y que lo iba a derivar a un colega.
Pasó el tema y a los pocos días Andy me dio un poder para vender la casa y marchó a Italia. La despedida fue a pura cerveza y sexo. A Inés nunca le dije nada pero supongo que se imaginaba todo, ya que nunca preguntó.
La noche que me despedí de Andy, regresé a casa y me pegué una ducha para recuperarme, salí con una bata de toalla al living. Luego me serví un whisky, prendí un cigarro, me senté a ver Netflix y esperar a Inés. Pasó un rato y ella entra, radiante, relajada, muy escotada y con algunas señales de copas. Sus ojos brillaban de alegría y picardía. Se acerca para besarme y le digo «qué sexy estás! ¿Tuviste muchos clientes esta noche ? Ella se sienta frente de mi, enciende un cigarrillo muy sensual, me pide que le sirva un whisky y dice » uno solo, si queres te cuento…» La miro en silencio pero algo en mí se empezó a excitar.
«Dale, te escucho… «Ella me mira fijo, cruzó sus piernas, se abrió más el escote y sonriendo dice «¿te acordas que te conté que Pablo vino por consulta? … bueno… me enredé en su historia …. y la verdad hice lo que ninguna psicóloga debe hacer…»
No podía sacarle la vista de encima, estaba muy provocativa, y mi pija lo sentía. Me acomodé en el sillón tratando de ocultar mi erección que empujaba la bata. Ella notó lo que me pasaba y dijo «mi amor, parece que te calienta lo que te digo..»
La miré y le pregunté «¿estás cogiendo con Pablo?» Inés saltó del sillón a mi lado, me dio un piquito, luego me acaricio el pecho, abriendo más mi bata y su mano bajó hasta mi pija dura… luego me dijo al oído «hace una semana que me coge, no sabes lo bien que me siento con él en la cama .. ¿queres que te cuente más gordo?… Mejor vamos a la cama…»
Yo estaba recaliente, la besé y empecé a desnudarla.» tranquilo amor… vamos despacio…» Inés tomó mi pija y me empezó a pajear mientras me relataba en voz baja y sensual cómo le había chupado la pija a mi compadre, mientras yo no paraba de besarla y lamer sus pezones duros. Inés me acarició la cara, me mojó los labios con su lengua y dijo» espero que esta noche… atiendas bien a tu mujer, si no queres que siga cogiendo afuera…»
Enseguida saqué su mano de mi pija y le pedí que se sentara sobre mi. Cogimos con fuerza pero yo solo me la imaginaba cogiendo con Pablo y eso me volaba la cabeza. Su vagina estaba tan húmeda que a los pocos minutos acabé y nos quedamos muy abrazados.
Nuestra relación cambió esa noche. Dos noches más tarde me propuso darme «una sesión de masajes para superar la ida de Andy». Me acosté boca abajo, y sus manos me bañaron la espalda, las nalgas y los muslos en aceites perfumados. De pronto dos dedos entraron a mi ano. La dejé hacer.
«Gordo… acá hubo fiesta…» Yo estaba en silencio gozando de sus dedos. Enseguida me pidió que levantara el abdomen, puso un almohadon bajo mi panza y cuando me quise acomodar tenía un consolador dentro mío.
Inés me cogió esa noche mientras su mano me hizo acabar hasta la última gota.
Luego nos besamos y se sentó en la cama a fumar, mientras me miraba esperando que hablara. Yo estaba destrozado pero satisfecho. No dijimos nada.
Al desayuno me dijo: «gordo, hoy vuelvo tarde, salgo con Pablo, ¿ok?».
Pablo es hoy su amante se ven dos veces a la semana, pero nosotros cogemos poco, pero muy intenso cada encuentro. Ella me quiere complacer con los vibradores. No sé cuanto voy a soportar eso, pero por ahora funciona.
By: Alfredo 💕😁
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