Francisco… simplemente, un buen amante
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A Francisco me lo presento una amiga; desde el primer momento que lo vi y que toque su mano, un excitante liquido corrió por mis muslos y un deseo grande de poseer a ese macho nació de lo mas profundo de mi ser. Francisco es un hombre guapo y muy atractivo, realmente mi amiga me lo cedió cuando le dije que ese macho me encantaba y me excitaba. El rostro de francisco me invitaba a la lujuria y a la perversión, tiene un rostro endemoniadamente hermoso. No pasaron ni 15 días en que logre acostarme con él, realmente el también lo deseaba, pero no sabíamos como decírnoslo; Francisco me invito a verlo en su oficina, él trabaja para una compañía refresquera muy importante. Fue un miércoles en el que acepte su invitación, según el después iríamos a comer.
Me presente y su secretaria me abrió la puerta para pasar de inmediato a su oficina, al verme él le dijo a su secretaria que no le pasara ninguna llamada y que no quería interrupciones, pues según yo era una persona que quería una distribución considerable de sus productos refresqueros. Se cerro la puerta y Francisco me indico donde sentarme. Ese día lleve puesto un vestido completo que me llegaba arriba de las rodillas y abierto por la parte de los muslos, una tanguita, un bra y unas zapatillas muy altas. El me comento lo bien que me veía y también, sin perder tiempo, me dijo lo mucho que me deseaba; según él, yo era la mujer mas linda de su vida y que me deseaba (el se iba aproximando hacia mí, que solo escuchaba excitada sus palabras); decía, también lo bien torneado de mis piernas, lo firme de mis pompas, me levanto y me tomo de la cintura indicando las dimensiones de la misma y según él, esta era muy breve, me abrazo con sus brazos y toco mis senos, dándoles un buen masaje me decía lo duro y firmes que estaban ( para ese momento mis muslos estaban inundados del liquido que me escurría); tomando mi barbilla con una de sus manos me hizo girar la cabeza y dándome un beso en la boca me dijo lo hermoso de mi cara y lo sensual de mis labios; yo, no pude decir nada y lo deje hacerme todo.
Estaba ya completamente excitada y permitiría todo, absolutamente todo lo que él quisiera, con su rostro excitado se veía más hermoso, como un niño travieso. Como no puse resistencia, sin dejar de besarme, él comenzó a acariciarme todas las partes de mi cuerpo. Para entonces yo gire la mano y comencé a frotar se pene por encima del pantalón, este ya estaba duro y parado. Francisco dejo de besarme y me empujo sutilmente hacia su escritorio de cristal; hizo que me subiera de rodillas en el escritorio y comenzó a besar mis muslos y mis glúteos, con sus dientes hizo aun lado mi tanguita para comenzar a lamer y besar mi vagina, ¡aaahhh!, ¡mmmmm!, ¡que rico!, ¡mmmm!, ¡si amor!, ¡así!, ¡que rico siento!, le decía yo. El seguía dándome lengua en mi vagina; Era tan excitante saber que alguien podía entrar y vernos en esa situación; Francisco bajo completamente mi tanga y dirigió su rica lengua hacia mi ano, sentí el paraíso cuando su lengua entro un poco en mi ano; solo suspire y goce ese momento, ni siquiera me queje de placer. Me quede quietecita para que su lengua no se desviara de mi ano; Ahora nuevamente bajo su lengua hacia mi vagina, la dirigía hacia mi ano y después hacia mi vagina sin parar, y yo me venia a mares, los líquidos me seguían escurriendo por los muslos y Francisco me los limpiaba con su lengua. ¡Aaaahhhh!, ¡mmmm!, ¡aayyy!, ¡si!, ¡si!, orgasmo tras orgasmo, que lengua tan deliciosa.
Me baje del escritorio y me puse de cuclillas frente a el, le desabroche el pantalón y baje su cierre, su gran pene salió del pantalón, estaba bien parado y durísimo; me lo trague lo mas que pude, comencé a mamarlo y a lamerlo, ¡mmm!, ¡mmmmmm!, baje mas mi cabeza y comencé a lamer también sus testículos, mi intención era sacarle la leche con mi boca, pero casi al sentir que se venia me retiro diciéndome que quería disfrutarme mas, me levanto con sus brazos e hizo que me pusiera de rodillas en una de sus sillas ejecutivas. Así como estaba, dirigió su pene hacia mi vagina y la metió completita, ¡así mi rey!, ¡así!, ¡siiiiiiii!, ¡que rico!, ¡ah!; Verdaderamente Francisco me tenia en el cielo, pocas veces me sentido así de excitada con mis amantes, llena de lujuria y excitación; la posición de perrito es una de mis favoritas y en ese momento gozaba de esa forma el pito de Francisco. Dejo de bombearme y me hizo ponerme de pie. Ahora comenzó a besarme el cuello, bajo un poco mi vestido y me quito el bra, succiono mis pechos con su boca, los mama tan rico el cabrón, bajo en cierre del vestido y me lo quito por completo, se bajo un poco mas y me quito la tanga. Comenzó a besar todo mi cuerpo, mi cuello, los senos, el vientre, mis piernas, mis nalgas, mi espalda, todo mi cuerpo probo su legua y sus labios.
El cabrón me tomo de la cintura y levantándome me hizo girar en el aire de tal forma que quedamos formando un 69, el parado y yo en el aire, de esa forma nos dimos unas ricas mamadas, yo disfrute de esa forma su pinga, le día unas ricas mamadas voladoras. El por su parte también disfrutaba de mi vagina. La lujuria de saber que mucha gente estaba en esos momentos trabajando y nosotros cogiendo me tenia a mil; me bajo suavemente y me pidió que me pusiera de rodillas en la lujosa alfombra, me puse y el se coloco detrás de mi para meterme su rica verga, ¡aaahhh!, ¡mmmmh!, ¡así mi rey!, ¡si!, ¡así!, pujaba y pujaba a cada arremetida mi amante en turno; llena de deseo aceptaba con lujuria sus arremetidas tan ricas, me lo clavaba desde la punta hasta la raíz, me mojaba y me mojaba, no terminaban mis orgasmos, cada vez mas frecuentes. Al notar que su pene se hinchaba quise zafarme para tragarme su semen, pero no me dio tiempo y solo metí la mano por debajo para acariciar sus testículos; al sentir sus chorros calientes de semen, me quede quietecita para gozarlos, todo su semen inundo mi vagina e inclusive salieron y se escurrían por mis muslos, acaricie sus testículos para hacerlo gozar lo más rico posible; me hubiera gustado ser descubierta por todos los que en ese momento pasaban por su oficina; al terminar nos quedamos quietos hasta que su pene perdió su erección.
Pero le hice saber que quería beber su semen, se sentó en su sillón y me acerque de rodillas para comenzar a besar su ahora arrugado pene, no fue ningún impedimento para mi parar ese pito que me hizo gozar a mil. Me lo trague completito y sentí mas tarde como crecía y crecía en mi boca, lo succione lo más sabroso que pude, vi su rostro y note que realmente disfrutaba mis mamadas en su rica pinga. Continúe lamiéndolo desde los testículos hasta la punta de su ahora bien parado y duro camote. Me metí nuevamente la cabecita y ligeramente se la mordí, para después seguirle mamado el pito, lo hice con rapidez para lograr sacarle la leche. A los pocos minutos sentí como su pene crecía un poco mas y vi también como su rostro hacia gestos de satisfacción y goce, fue entonces que su leche inundo mi boca, trague todo su hirviente y sabroso liquido seminal. Seguí mamándolo hasta que salió la ultima gota de esa rica verga. Al recobrar el aliento, me coloque mi bra y mi vestido, la tanga, por alguna razón, se desapareció; francisco se la quedo como trofeo. Nos besamos en la boca y le agradecí el momento, el me seguía acariciando mis nalgas por debajo del vestido. Yo me retire de su oficina, ahora sin tanga y aun excitadísima, le hable a Uriel pero no podía verme pues tenia junta; decidí a hablarle a José y a Juan, pero solo encontré a este ultimo y le pedí que nos viéramos, al llegar nos abrazamos y nos besamos, pero al notar que no traía chones se excito y de inmediato me llevo al hotel.
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