Follada por un desconocido mientras miraba por la ventana
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Para los que no me conocen, soy Cristina la mujer de Raúl (baguira1955), somos una pareja liberal, y tanto a mi como a mi marido nos encanta que nos follen con una buena verga gorda y dura. Debido al trabajo de mi esposo hemos vivido en muchos sitios, pero por temporadas cortas y eso ha hecho que conozcamos gente de todas las partes de España, normalmente hombres y alguna pareja que otra.
Cierto día llegó Raúl a casa y me dijo que teníamos que trasladarnos una temporada a Asturias, rápidamente mi mente cambió deje de pensar en color para hacerlo en blanco y negro, frío y lluvia mucha lluvia, aburrimiento total, mi marido se encargó de todo, él buscó donde nos alojaríamos, así que yo no tenía ni idea de donde iríamos. 😍
No sabía si era ciudad o pueblo, playa o montaña, me tenía en ascuas ya que no quiso decirme nada, que era una sorpresa, eso me animó un poco pensando que iríamos a algún lugar de playa, pero la verdad me llevé la sorpresa cuando llegamos allí, nada de playa, era un pueblo o aldea no sé muy bien cómo definirlo, calles estrechas, caminos que dios sabe dónde terminaban, prados delimitados con vallas de piedra, algunas vacas sueltas en los prados.
Cuando llegamos al lugar, había que salirse un poco del camino y había como una zona para poder aparcar el coche, era un bloque de viviendas de tres alturas y dos vecinos por altura ¡nos tocó el tercero sin ascensor!, el caso es que bueno el piso estaba bastante bien, pero cuando abrí la ventana de la habitación todo lo malo que llevaba desapareció.
En la parte de atrás del edificio había un patio vecinal cerrado a la calle y se podía apreciar que se utilizaba para tender la ropa, pero lo que si me dejó prendada fue lo que se podía ver fuera de ese patio, unos prados con un verde esperanza maravilloso, un rio ancho de aguas claras que reflejaban el azul del cielo y ya algo más lejos unos montes, con un tono más oscuro, esa postal que tenía ante mí, me quitó todas las malas vibraciones que llevaba. 😜
La primera semana pasó rápidamente y Raúl me tenía una sorpresa preparada para el fin de semana, había quedado con tres amigos que vendrían a visitarnos, os podéis imaginar para qué, pero ese fin de semana quizás lo cuente en otra ocasión, solo decir que tanto Raúl como yo cuando nos empalan bien solemos berrear como borregos, así que supongo que nos escucharon hasta en la capital.
Como había poca vecindad, no tardamos mucho en conocerlos, casi todos eran parejas jóvenes, así que no había muchos chicos un par de ellos muy pequeños, no tardé mucho en darme cuenta que nos habían escuchado, ya que cuando nos encontrábamos en las escaleras, después del consiguiente buenos días o buenas tardes, se escuchaban los murmullos y a ellos se les ponía cara de salidos con una sonrisa bobalicona en la cara, la verdad es que no me hubiera importado que alguno de ellos me metiera su polla por donde hubiera querido. 😁
Como he dicho en la parte trasera había un patio vecinal que se utilizaba para tender la colada, no hacía falta salir a la calle, se entraba a él por el mismo portal, el caso es que llevaríamos allí unas tres semanas, había hecho la colada y le dije a Raúl que bajara él a tenderla, no le hizo mucha gracia, pero bajó, normalmente no cerrábamos la puerta de casa, ningún vecino lo hacía cuando bajaban a tender.
Me asomé a la ventana para ver como lo hacía, no había tendido ni la primera prenda, cuando la persiana enrollable de la ventana bajó de golpe, me quedé con medio cuerpo fuera, no sabía bien lo que había pasado y fui a llamar a Raúl para que subiera, cuando noté unas manos, que empezaban a tocarme el culo, sentí miedo y no me atreví a decir nada. 🤣
Noté como quien fuera me subió la bata, dejándome todo el trasero en pompa y al descubierto ya que no suelo utilizar bragas cuando estoy en casa, quien fuera comenzó a acariciarme el coño con suavidad, el placer aumentaba a la vez que el miedo disminuía, separé las piernas para facilitar al desconocido su trabajo.
Quien fuera se agachó y metió su cara entre mis nalgas
Pasando la lengua por todos los rincones de mis partes íntimas, separo los labios de mi coño y me folló un poco con la lengua, yo ya había perdido todo el miedo y comencé a mover las caderas, a la vez que él metía y sacaba su lengua, no tarde mucho en correrme mordiendo mis labios para no gritar de placer y que el cabrón de Raúl no se enterara y subiera jodiendo la marrana y dejaran de joderme a mí.
Esta fue la primera vez que ocurrió, pero sucedieron más veces, incluso a Raúl también le empotro un par de veces, pero jamás nos enteramos que vecino fue.
Separé mis piernas aún más para facilitar la entrada, cuando sentí sus huevos hacer tope con mi pelvis, y comenzó un mete y saca haciéndome correr otra vez, el desconocido paró su mete y saca retirando su polla de dentro de mí, las piernas me temblaban y mis flujos me resbalaban por los muslos. 😆
Pensé que ya se había terminado pero no era así, aquel desconocido volvió a arrimar aquella bola de villar que tenía por capullo pero esta vez apuntó en mi ojete, me asusté y me contraje un poco, pero eso no pareció importarle, yo no podía hacer nada tenía los brazos por fuera de la ventana, así que separé las piernas todo lo que pude para facilitar que ya era inevitable.
Aquello se iba abriendo camino, la introducía muy despacio dejando que mi esfínter se fuera amoldando al tamaño de aquella polla, pensaba que los ojos se me saldrían de las orbitas cuando noté su pelvis chocar contra mis glúteos y comenzó un mete y saca desenfrenado. 😎
Yo creí que me moría de gusto, me hice sangre en los labios para no chillar, yo no sé si me corrí o me meé pero de mi coño no paraba de manar chorros de líquido, que empaparon el suelo y mis piernas, no tardó mucho en correrse y llenarme el culo de lefa.
La sacó de dentro de mí y allí me dejó espatarrada y con medio cuerpo fuera de la ventana, sin poder subir la persiana y quitarme de esa postura tan ridícula en la que me encontraba, cuando subió Raúl así me encontró, con mi culo abierto rezumando lefa, mi coño chorreando y un charco en el suelo.
Él no es tonto y se dio cuenta de lo que había pasado y en vez de subir la persiana y liberarme de aquella ridícula pose se sentó en la cama mirándome y muerto de la risa. 🤣
By: Cristina la Cachonda
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