Exhibiéndome a unas amiguitas de mi esposa – I, II
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Cómo ya lo he mencionado en otras historias bajo el seudónimo Alexmad, empecé a sentir un enorme gusto por la exhibición – esa sensación de excitación al ser observado uff – las exhibiciones a esas vecinitas continuaron hasta que la mamá las cuidaba más. Pero a mí se me dieron otras oportunidades como la que estoy a punto de contarles.
Cabe mencionar nada es inventado ni obra de la imaginación o fantasías, todos mis relatos son reales, salvo los nombres.
Corría el mes de marzo ya casi llegando abril, los días en aquel año habían sido muy caluroso, así que mi esposa y yo planeamos una salida con los amigos cerca de algún río con cascadas. Todo iba saliendo a pedir de boca e iba a ponerse mejor
Un viejo amigo nos prestó su casa, era muy espaciosa pero tenía años de no usarla y no tenía muebles, pero la comodidad no nos importa mucho, solo queríamos salir de la ciudad y pasar un buen fin de semana que se volvió la semana completa. Fuimos un buen grupo de amigos, tantos que las cuatro habitaciones disponibles quedaron ocupadas.
En nuestro cuarto solo estábamos mi esposa y yo en un colchón inflable que habíamos comprado para la ocasión, al poco tiempo de habernos acomodado entró una de las amigas de mi esposa a quien llamaré Jesy para no revelar su verdadero nombre – ella es algunos años más joven que mi esposa, muy delgadita pero de muy buen ver – y le dijo a mi esposa, oye aquí tienen mucho espacio en las otras habitaciones ya hay muchos y se siente mucho calor, ¿Hay algún problema si nos movemos aquí mis dos hermanas y yo? Por mi no hay problema dijo mi esposa y enseguida volteo a mirarme para pedir mi opinión, adelante hay mucho espacio, respondí.
Así que fue por sus hermanas y pusieron sus colchones en una posición de tal manera que quedaban cerca de nuestros pies, debido a que nos llevábamos muy bien con ellas platicamos un rato y después nos acomodamos para dormir.
Estábamos mi esposa y yo y a nuestros pies las tres hermanas. Todas con su cabeza cerca de mis pies, la mayor más cerca luego la mediana y luego la menor, todas hermosas jovencitas.
Mi esposa con su sueño pesado enseguida se durmió y lo mismo con sus amigas. Pero a mí el calor no me dejaba dormir y eso que estaba usando shorts y una playera ligera, me levanté a abrir la ventana con la esperanza de que la habitación se refrescara pero fue en valde. Finalmente no pude más y bajo la sábana me desprendí del short y después de la ropa interior.
Sentí un poco de frescura, miré a las chicas y me aseguré que estuvieran dormidas. Entonces doble las piernas de manera que la sábana descubrió desde los pies hasta las rodillas, obvio para lograr algo de frescura y si al fin me sentía cómodo. Varias veces me aseguré que las jovencitas estuvieran dormidas y me quedé así un rato.
Cuando escuché que la menor (a quien llamaré Oli) le cuchicheaba a la mediana (le llamaré Diana) Diana mira, ¿ya viste a Alex? Me quedé paralizado, no sabía si cubrirme enseguida o dejar que el asunto siguiera.
No pude ver el rostro de Oli, pero por la expresión de su voz le agradaba lo que estaba viendo, Diana no respondió solo volteó y pude ver sus ojos bien abiertos iluminados por la luz del foco exterior que alumbraba el patio de la casa, eran unos ojos llenos de deseo , pues yo tenía las piernas separadas y la sábana estaba subida lo suficiente para mostrarle mi sexo, la luz exterior jugó un papel importante pues alumbraba hasta poco más de mi cintura pero mi rostro se mantenía en la penumbra y no vieron que las observaba.
Mis piernas temblaban o al menos eso sentí yo, no se si ella lo percibió o no, detrás de ella pude ver la figura de Oli que se levantó también a ver el espectáculo, finalmente Diana se agachó junto al oído de Jesy que estaba de espaldas a mis pies, y le cuchicheo algo, pero no pude escuchar, enseguida Jesy se volteó y se levantó levemente para observarme, volteo a mirarme y sus ojos se abrieron muy grandes, el brillo en sus ojos reflejaban el deseo de Jessy, se mordió los labios y miró fijamente, para ese momento yo comencé a sentir excitación por la deliciosa situación y mi pene empezó a latir aumentando poco a poco de tamaño, ellas no aguantaban más, sin dejar de mirar y con esos ojos llenos de deseo, una sonrisa pícara se marcó en sus rostros, entonces Jesy y Diana se acercaron un poco más, Oli se mantuvo mirando desde un poco más lejos y pude ver qué se llevaba las manos a la cara en señal de sorpresa y de excitación.
Jesy y Diana estaban casi sobre mis pies, con sus ojos hipnotizados viendo mi sexo creciendo, pero estaban muy cerca y sin querer tocaron los pies de mi esposa y despertó levemente, ellas se asustaron e inmediatamente se acostaron en su lugar, mi esposa movió ligeramente mi pie, solo finjí que dormía y baje las piernas de modo que la sabana me cubriera, volteé a abrazarla y enseguida se volvió a dormir, posiblemente ni estaba bien despierta pero fue suficiente para espantar a las chicas quienes se cuchicheaban y reían muy bajito.
No podía creer lo sucedido, esas jovencitas seguramente estaban muy exitadas por el show, por sus miradas de sorpresame pregunté si era la primera vez que veían un pene palpitando, en tal caso hasta la mayor estaba nuevecita y me daban ganas de …
Esta fue solo la primera noche pero las siguientes se pusieron mejor .
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#que rico el exhibicionismo
La segunda noche
Las tres jovencitas quedaron fascinadas con lo que vieron, su reacción al mirarme lo dejó bien claro.
Al amanecer ellas actuaron como si nada hubiera pasado, pero no podían disimular de vez en cuando mirar mi entrepierna y reírse pícaramente entre ellas cuando se descubrían a si mismas mirando.
El resto del día pasó sin ninguna novedad, visitamos algunos lugares del pueblo donde estábamos, algunas compras de comidas típicas y al final del día regresamos donde nos hospedábamos, platicamos un poco, planeamos lo que haríamos el siguiente día y nos preparamos para ir a dormir.
Llegó la noche, la segunda, todos nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones, las jovencitas se acomodaron nuevamente con nosotros, pero esta ves ya sin pedir nuestra opinión, cosa que en realidad no molestaba ni a mi esposa ni a mi.
El acomodo, fue el mismo, ellas cerca de nuestros pies, pero ésta ocasión al parecer la mas chica pidió estar mas cerca del show y se acostó en medio de sus hermanas, quedando la mayor nuevamente casi pegada a mis pies.
Nos dispusimos a dormir, abrace a mi esposa y pronto la venció el sueño, yo no estaba seguro de que hacer, volver a mostrarles lo que tanto las excitaba, o mejor no, no fuera que me metiera en un problema con mi mujer.
Para tantear el terreno descubrí mis piernas justo hasta donde me daba el short con el que dormía, -seguía haciendo mucho calor y todos vestíamos con ropas ligeras e igualmente dormíamos de esa manera- enseguida Diana vio mis piernas desnudas, pero no sabía si tenía o no puesto un short se movió un poco para poder percibir mejor , yo lo noté y me giré hacia mi esposa cubriéndome las piernas hasta abajo, para que de esta manera pudiera despojarme del short y la ropa interior sin que se diera cuenta.
Una ves que logre deshacerme de la ropa volví a girarme boca arriba y con un movimiento brusco fingiendo dormir, me descubrí hasta arriba de la cintura, la pierna cerca a mi mujer la doble para cubrirme de esta manera con la sábana y mi esposa no viera que del otro lado estaba mostrando todo a Dianita.
Por un momento creí que ya se había dormido, pues no hubo respuesta de ella a mi movimiento, pero a los pocos minutos abrió los ojos y me miró fijamente, se levanto un poco para observar mejor mi sexo que en ese momento se encontraba flácido, con la mano trató de llamar a su hermana Oli, la menor, pero a ella ya le habia ganado el sueño, Jesy estaba más alejada y no se molestó en tratar de despertarla, solo siguió mirando con sus ojos hipnotizados, pero esto se puso mejor, con el brazo que estaba cerca de mis pies lo extendió, atrapó mi pie entre su brazo y su cuerpo y lo acercó a su seno, un hermoso seno virginal que desafiaba la gravedad, perfectamente formado y enorme, así mantuvo mi pie atrapado mientras suavemente frotaba su seno con mi pie, quedé perplejo de lo que esta jovencita estaba haciendo y mi sexo empezó a palpitar, cobrando vida y alcanzando su tamaño máximo, ella quedó sorprendida al ver el tamaño y ya no pudo más, metió su mano dentro de su pantalon ligero de pijama y yo veía claramente los movimientos que llevaba a cabo debajo, excitándome aún mas.
¿Diana que haces? se escuchó el susurro de oli, al momento que fijaba sus ojos bien abierto e hipnotizados sobre mi sexo excitado, enorme y palpitante al tiempo que decía “no mames”, Dian se sonrio picaramente y dijo, no si de eso me muero de ganas… Oli se se rió mirando un poco mas y se giró giró y Diana continuó masturbándose unos minutos mas, mientras con mi pie podia sentir ese seno tibio y duro, terminó, me miro una ves mas y se giró para dormir.
estaba que no lo podia creer, cabia la posibilidad de poder hacer mi sueño realidad y podermela….
si te agradó , deja tu comentario y te platico lo que sucedió después.
#exhibicionismo
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